Cuando los préstamos y los créditos empiezan a acumularse, las finanzas familiares sufren. Por lo general, se trata de deudas a corto plazo, lo que causa muchos pagos en plazos breves y complica afrontarlos todos. Ante esta situación lo ideal es reunificar deudas sin hipoteca. Esta opción consiste en reunificar todos los préstamos que tienes en uno sólo sin necesidad de aportar una garantía como sería una vivienda. Al reunificar las deudas sin tener hipoteca logras prolongar el plazo de amortización de tus financiaciones pendientes al realizar un único pago mensual más reducido y sin poner en riesgo la propiedad sobre tu casa (hipoteca). Reunificar tus deudas no significa necesariamente que estés necesitado de dinero para saldar esos pagos a corto plazo, sino más bien que prefieres financiar a medio o largo plazo unas deudas que en ese momento están financiadas a muy corto plazo. Reunificar deudas sin hipoteca supone reducir la letra mensual sin arriesgar tu casa y es la alternativa a hipotecar la vivienda para conseguir financiación. Por lo tanto, gracias a esta reunificación podrás agrupar el pago mensual de las deudas que acumulas en una sola cuota, que además tendrá un importe menor que la suma de todas las cuotas que tenías que pagar hasta ese momento. Eso sí, a cambio de pagar menos cada mes y tener más tiempo para cumplir con todas las deudas, pagarás más intereses y prolongarás el plazo de amortización. ¿Cómo reunificar tus deudas sin hipoteca? Básicamente, existen dos opciones: puedes ampliar un préstamo que ya tengas o solicitar un préstamo específico. Amplía el capital de un préstamo que ya tienes concedido Si ya dispones de un préstamo concedido por tu banco puedes hacer una novación similar a la que se realiza con las hipotecas. Consiste en ampliar el capital prestado para poder cubrir las nuevas deudas que has contraído. Cuando te concedan la novación, cancelas los créditos anteriores con el dinero obtenido: a partir de ese momento, solo tendrás que abonar cada cada mes la mensualidad correspondiente al nuevo préstamo. Un par de aspectos importantes que debes tener en cuenta. Por un lado, debes optar por esta alternativa antes de incurrir en un impago de cualquiera de los créditos que tienes concedidos y mientras mantengas un perfil de riesgo aceptable. De lo contrario, es muy posible que se te cierren las puertas. Por otro lado, debes elegir bien con qué entidad o producto financiero reunificas las deudas: opta por la que te ofrezca mejores condiciones y menos intereses. Por ejemplo, no conviene que lo hagas a través de una tarjeta de crédito, porque cobran intereses más altos. Solicita un préstamo específico para reunificar deudas Si no tienes un préstamo principal alrededor del cual reunificar todas las deudas o no has podido negociar su novación, la otra alternativa para reunificar tus deudas sin hipoteca es solicitar un préstamo específico para hacer frente a todas ellas. En este caso, deberás acudir a una empresa especializada. Son conocidas como entidades mediadoras. También puedes intentar encontrar algún banco que esté dispuesto a prestarte el dinero que necesitas para hacer la reunificación. Conviene que sepas que este nuevo préstamo destinado a reunificar otras deudas tendrá unos intereses mayores. No es que necesariamente tengas un perfil de riesgo mayor, pero la existencia de varios créditos pequeños puede sembrar una duda sobre la gestión de tus finanzas... El proceso es el mismo que cuando realizas la novación de un préstamo que ya tienes. Negocias el importe que necesitas para cancelar todas las deudas y, una vez que tienes el dinero, las eliminas para tener un solo pago mensual (el correspondiente al nuevo préstamo). En este caso, la entidad que te concede el dinero puede reembolsar tus deudas anteriores a las otras entidades. Es importante que calcules bien las deudas que tienes para no dejarte ninguna fuera del nuevo préstamo y que te asegures de que el banco las cancela por ti. La gran ventaja de esta opción es que el dinero no pasa por tus manos y no hay margen para que no saldes tus deudas una vez tengas el préstamo necesario para hacerlo. La gran diferencia entre estas dos opciones para reunificar deudas sin tener hipoteca es que, en esta última (solicitar un préstamo nuevo), la entidad financiera mediadora estudia tu caso (importe de las deudas, intereses y plazos de amortización) y negocia las condiciones de pago con las otras empresas deudoras. ¿Qué necesitas para reunificar tus deudas sin hipoteca? La oferta de empresas mediadoras es amplia, por lo que tendrás que hablar con más de una para quedarte con la mejor opción. Por lo general, los requisitos para conseguir una reunificación de deudas son: Tener un historial limpio de impagos en tus créditos anteriores. Disponer de ingresos estables. Justificar que cancelarás las otras deudas cuando recibas el capital. No estar en ningún fichero de morosos tipo ASNEF. Aceptar unificar todas las deudas pendientes. Puedes tener que presentar un aval, avalista o garantía según el importe que precises. Como referencia, el límite podría estar en unos 30.000 euros. Costes de reunificar deudas sin hipoteca Tanto si haces una novación del préstamo como si solicitas uno nuevo, reunificar deudas sin hipoteca implica asumir unos costes adicionales que debes conocer: Novación del préstamo que ya tenías (comisión del 0,5% y gastos gestoría unos 250 euros) . Cancelación anticipada de algunos préstamos (pueden tener entre sus condiciones cláusulas por este motivo de alrededor del 0,5%). Formalizar un nuevo préstamo (tiene un coste de estudio y apertura cercano al 2%). Contratar una agencia negociadora para agilizar las negociaciones y los trámites también tiene un coste. Es un porcentaje variable sobre el importe de los préstamos. Ejemplo de una reunificación de deudas El portal HelpMyCash ofrece una simulación de cómo sería una reunificación de deudas. Un particular debe dos préstamos: uno de 12.000 euros al 7,5% y a cinco años por el que paga una cota mensual de 240 euros; y otro de 9.000 euros al 9% y a tres años por el que abona una mensualidad de 286 euros. Por otro lado, tiene unas deudas de 5.000 euros en una tarjeta de crédito al 24% y a cinco años por la que paga 144 euros mensuales y una más en otra tarjeta de 1.400 euros al 21% y a dos años por la que abona 130 euros al mes. La deuda total es de 22.000 euros y le supone un coste mensual de 800 euros. Solicita un préstamo para reunificar deudas por 22.000 euros y consigue un interés del 10% a un plazo de seis años por el que pagará una mensualidad única de 407 euros. Qué hacer si no puedes reunificar deudas Finalmente, si no cumples las condiciones impuestas por tu banco para realizar una reunificación de deudas sin hipoteca tienes una última opción: intentar alargar el plazo de pago de la mayoría de esas deudas. Esto te obligará a negociar con todas las empresas a las que debas dinero. El objetivo será reducir los pagos mensuales para tener un importe menor y asequible a cambio de pagar más intereses y prolongar la amortización de la deuda. No obstante, se trata de una alternativa muy complicada, porque debes convencerlas a todas ellas y calcular tú mismo la letra máxima que puedes pagar todos los meses. En resumen, reunificar deudas sin hipoteca es una buena opción para pagar menos cada mes sin utilizar tu vivienda como garantía. Para no cometer errores, lo mejor sería dejarlo en manos de una empresa mediadora que calcule bien lo que puedes pagar y se asegure de que cancelas las otras deudas. Convertir deuda a corto plazo en deuda a largo tiene ventajas, pero también costes que debes tener en mente antes de optar por reunificar tus deudas.