La okupación ilegal de la vivienda es uno de los problemas que más preocupa a los propietarios de viviendas, sobre todo, por el fuerte repunte que ha experimentado en los últimos años. Entre 2020 y 2021 se ha pasado de 14.621 delitos relacionados con la okupación a 17.274 casos, según los datos de la Administración del Estado. Un estudio del instituto Cerdá estimaba en 87.500 las viviendas ocupadas ilegalmente en 2017. Cataluña es la comunidad autónoma que registra las tasas más altas de okupación ilegal con 17 denuncias por cada 10.000 viviendas, de acuerdo con los datos registrados por el Ministerio de Interior. Por detrás están las comunidades de Canarias, Baleares y Andalucía. En Cataluña las denuncias aumentaron casi un 70%, mientras que en Andalucía crecieron un 23 % y en Madrid se redujeron un 11 %, Denuncias presentadas por okupación ilegal hasta el primer semestre de 2020 ¿Qué es la okupación de viviendas? La okupación de viviendas es un delito recogido en el Código Penal que puede calificarse como usurpación de vivienda, que es un delito leve, o allanamiento de morada, que está penado con hasta 4 años de prisión. La diferencia es que el allanamiento de morada se produce cuando se okupa una vivienda habitada, puede ser la vivienda habitual o la segunda residencia, mientras que en la usurpación se okupa una vivienda vacía. La cámara de videovigilancia aporta la prueba del allanamiento de la vivienda Las okupaciones conflictivas solo suponen entre el 10% y el 25% del total, según el análisis del Instituto Cerdá, pero tiene un impacto negativo en la vivienda que se valora entre 3.500 y 30.000 euros por vivienda, con una pérdida de valor en los inmuebles de entre el 40% y el 60 %. ¿Para qué sirve una alarma anti okupas? Con este panorama, aumenta la tendencia a instalar alarmas anti okupas en las viviendas para evitar el deterioro de la propiedad y el tiempo que se tarda en recuperar la casa una vez ha sido ocupada ilegalmente. Una alarma anti okupas detecta a los okupas y activa la señal de aviso a la Central Receptora de Alarmas (CRA). A través de las imágenes de las cámaras de seguridad, desde la central confirman el allanamiento, avisan al propietario y a la policía de la situación para que procedan al desalojo. En realidad, no se trata de una alarma distinta, el único requisito es que sea una alama conectada porque es el método más eficaz para expulsar a los okupas de la casa. Con una alarma sin cuotas que no está conectada con la CRA no se puede actuar con la misma rapidez, ni realizar el desalojo inmediato. Cuando se okupa una vivienda protegida con una alarma conectada, al saltar la alarma se sigue el mismo protocolo que cuando se produce un robo. Desde la CRA se verifica con las imágenes que se ha producido la entrada de personas en la vivienda sin permiso y se avisa a la policía que actúa como en un allanamiento, expulsando a los okupas de inmediato. ¿Qué equipo debe tener una alarma anti okupas? El equipo que debe tener una alarma antiokupa está compuesto por detectores de movimiento para detectar a los intrusos, detectores magnéticos para controlar la apertura y cierre de puertas y ventanas y cámaras de video para registrar las imágenes de los okupas. El coste mensual de una alarma conectada depende de los dispositivos contratados según el tipo de vivienda, pero se mueve en torno a los 40 €. Además, se deben colocar carteles de alarma que actúan como método disuasor para que los okupas no se acerquen a la vivienda, ya que son conscientes de la dificultad de mantener la okupación si la casa tiene una alarma conectada. Desde la CRA avisan a la policía cuando se produce la okupación de la vivienda La videovigilancia y la conexión con la CRA protegen a la vivienda porque son la prueba del allanamiento. ¿Cómo desalojar a un okupa? A pesar de poner todas las medidas para evitar la okupación es posible que los okupas entren en la vivienda. Cuando se llega a esta situación es importante saber cómo actuar porque el procedimiento para echar a los okupas puede alargarse varios años si no se toman medidas. Cuando se produce la okupación de la vivienda habitual que constituye la morada del individuo, es decir donde desarrolla las actividades de la vida cotidiana, se habla de allanamiento. En ese caso la policía, una vez que se denuncia que la vivienda ha sido okupada, procede al desalojo. Sin embargo, si se okupa una vivienda que no está habitada se habla de usurpación y en ese caso se aplica el desahucio exprés que está regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil. Hay que presentar una demanda ante el juzgado y solicitar el desalojo de la vivienda. Los okupas tienen un plazo para presentar documentos que justifiquen su presencia en la vivienda. El proceso puede alargarse varios meses hasta que se produce el desahucio de la vivienda. Al okupar la vivienda habitual y contar con la existencia de una alarma que alerta a la policía del asalto a la vivienda, se demuestra el allanamiento y, por tanto, la policía puede actuar de inmediato y proceder al desalojo. Trucos para evitar la okupación ilegal de la vivienda Los okupas buscan viviendas que estén deshabitadas por eso no conviene que señales que la casa está vacía. Si alquilas la casa o la vendes no cuelgues el cartel de Se vende en la vivienda porque avisas a los okupas de que está vacía. Tampoco conviene que especifiques la dirección exacta de la casa si la anuncias en webs de alquiler y venta de viviendas, limítate a poner la zona o la calle. Pon una puerta blindada de acceso a la casa para aumentar las medidas de protección. Utiliza enchufes inteligentes y dispositivos que simulan que la casa está habitada y encienden la luz a determinadas horas del día o suben y bajan las persianas.