¿Quieres saber cómo elegir inquilino? En este artículo te enseñamos a conseguir el objetivo de todo propietario cuando pone su piso en alquiler: encontrar el inquilino perfecto, una persona solvente y que no cause ningún problema durante su estancia. ¿Y cómo es ese inquilino? Aquel que paga puntualmente la renta, cuida la casa como si fuera suya, no da problemas ni al casero ni a los vecinos y además permanece varios años. ¿Cómo elegir ese inquilino ejemplar? Existen algunos trucos para encontrarlo. Lógicamente, alquilar una vivienda siempre es un riesgo: se entrega la casa, que es una gran inversión para el propietario, a un extraño sin tener la certeza de si la cuidará, si pagará religiosamente la renta o si podrá ser conflictivo. Por ello, y para minimizar riesgos, es fundamental que el propietario tome algunas precauciones antes de elegir al inquilino y de entregarle las llaves de la casa. A continuación, te damos algunas claves para que te resulte más sencillo saber cómo elegir inquilino para tu vivienda. Comprueba su solvencia bancaria La primera regla de oro a la hora de elegir inquilino. Comprueba su solvencia económica para saber si podrá o no pagar la renta. No conviene que ésta supere el 35-40% de sus ingresos mensuales. El nivel de ingresos del inquilino puede comprobarse con la nómina. Si es una persona que no cuenta con ella (autónomo, etc.), existen otras formas de comprobar su situación financiera (declaración del IRPF, etc.), tal y como te contamos en nuestro artículo sobre cómo alquilar un piso sin nómina. Al margen de sus ingresos, también es muy importante que conozcas la situación laboral del inquilino. Obviamente, si se presenta un candidato que tiene trabajo fijo y un buen sueldo tendrá más posibilidades de conseguir el piso que otro con contrato temporal, que no tiene ingresos fijos o que necesita avalar sus ingresos con otras garantías distintas a la nómina. La relación laboral del inquilino con su empresa puede consultarse en su contrato de trabajo. No obstante, ten siempre presente que un contrato indefinido suele ser sinónimo de una mayor garantía de pago (en nuestro artículo de cómo garantizar el cobro del alquiler encontrarás otros valiosos consejos). Pide garantías adicionales Otro aspecto clave en el interrogante sobre cómo elegir inquilino. Si el arrendatario no demuestra con sus ingresos una buena solvencia puedes pedirle garantías adicionales, de manera que te asegures el cobro de la deuda si deja de pagar el alquiler. Legalmente solo es obligatoria la fianza, que corresponde a una mensualidad,. Además, puedes acordar con el inquilino dos mensualidades más como garantía adicional. Existen diferentes garantías de pago: Depósito. Se trata de una cantidad de dinero que acuerdan entre casero e inquilino y que el segundo debe entregar al propietario para garantizar el pago de la renta en caso de que se produzca algún problema. Se devuelve al finalizar el arrendamiento. Aval bancario. El inquilino deposita una cantidad de dinero en el banco como garantía de pago, y el propietario puede pedir la ejecución de este aval si no paga la renta. Aval personal o fiador solidario. Una tercera persona garantiza con su patrimonio el impago del arrendatario. Seguro de impago. Una póliza, generalmente pagada por el inquilino, cubrirá el pago de la renta en el caso de que deje de ser abonada. Consulta los archivos de morosos Si el inquilino tiene deudas impagadas habrá sido incluido en alguno de los ficheros de morosos como Asnef, para todo tipo de deudas, o el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), especializado en la morosidad del alquiler. Consultar estos ficheros ayuda a saber si es buen pagador o, por el contrario, deja deudas de forma habitual. La morosidad es la principal preocupación de los propietarios a la hora de alquilar un inmueble, ya que, según un estudio del FIM, la deuda media de los morosos supera los 6.000 euros. Por esta razón, el 59% de los propietarios intenta averiguar si los inquilinos tienen antecedentes de morosidad o son solventes. También es posible pedir un informe de riesgos para conocer el perfil del inquilino o solicitar que presente un certificado de solvencia, que permite saber su ratio de endeudamiento, si sus datos personales son ciertos y si tiene antecedentes de morosidad. Solicita referencias Documentarse sobre experiencias pasadas es otra forma de conocer un poco más a la persona que quiere arrendar tu vivienda. Sin duda, es otro consejo valioso a la hora de aprender cómo elegir inquilino y no equivocarse. Si es posible, contacta con antiguos caseros para pedir referencias de los candidatos que quieren alquilar tu casa. De esta forma, puedes saber si han tenido problemas en otras viviendas de alquiler, tanto con el casero como con los vecinos, o si por el contrario son buenos inquilinos y cuidan la casa. Proporciona toda la información de la vivienda Es importante que cuando anuncies el piso en alquiler incluyas toda la información de interés para los posibles arrendatarios: tamaño, distribución, zona, servicios, precio y garantías adicionales (si las hay). Así, te asegurarás de que únicamente se presentarán aquellos candidatos que buscan un inmueble de esas características y, lo que es más importante, que pueden pagar esa mensualidad y/o aceptar tus garantías adicionales. Si sigues este consejo te resultará más rápido y sencillo elegir al inquilino: con los requisitos previos de tu anuncio ya habrás hecho una primera selección, y es más probable que solo se presenten candidatos más cercanos a lo que estás buscando. Desconfía de los inquilinos demasiado generosos Cuando existe una gran demanda de pisos en alquiler pero poca oferta no es extraño que los candidatos se ofrezcan a pagar por adelantado más dinero del que legalmente se exige (fianza y dos mensualidades opcionales como garantía adicional según la última normativa) con el fin de quedarse con la vivienda. En principio es apetecible para el arrendador. No obstante, es importante asegurarse de que no es una estrategia para que, cegado por el dinero, agilices el proceso más de la cuenta y no hagas todas las comprobaciones necesarias sobre el nuevo inquilino (perfil crediticio, impagos anteriores, problemas con otros caseros, etc.). De nada sirve que el nuevo inquilino ofrezca de inicio un mayor depósito si meses más tarde deja de pagar la renta mensual de tu piso o crea más problemas de los debidos... El penúltimo de los consejos que te ofrecemos para que sepas cómo elegir al mejor inquilino. Revisa bien toda la documentación Nuestro último, y no por ello menos importante, consejo: comprueba minuciosamente toda la documentación presentada por el inquilino. En concreto, hay que estar atento para que no te cuelen nóminas o avales bancarios falsos. Es mejor exagerar las medidas de control que fiarse solo de la intuición. Finalmente, lo mejor es que las relaciones entre casero e inquilino sean cordiales desde el primer momento. Por ello, es recomendable que todas las dudas de las dos partes se planteen antes de firmar el contrato y que en este queden recogidos los acuerdos alcanzados entre ambos.