Con la llegada del buen tiempo, sin duda ésta es una de las búsquedas más recurrentes en internet por parte de aquellas personas que tratan de encontrar un lugar apetecible donde pasar sus vacaciones. Pero ojo, antes de soltar un euro asegúrate bien de que estás alquilando lo que realmente quieres: no es lo mismo alquilar una casa con piscina privada que una con piscina comunitaria. Tampoco es lo mismo disfrutar de una casa con piscina cubierta, que se podrá disfrutar todos los días del año independientemente de las condiciones meteorológicas, que hacerlo de una al aire libre. También es importante valorar el sobreprecio que deberás pagar para residir en una propiedad de estas características. Son solo algunos de los aspectos que debes valorar. Pero hay más. En este artículo vamos a repasar algunos consejos que debes tener en cuenta si vas a alquilar una casa con piscina, tanto si se trata de una piscina individual como comunitaria. Casas con piscina privada Sin duda, se trata de la opción favorita entre las personas que buscan alquilar una casa con piscina. El placer de disfrutar en exclusiva de una piscina propia en el jardín de tu vivienda unifamiliar seduce a muchos arrendatarios. Otras ventajas son la posibilidad de usar la piscina a cualquier hora del día (incluso por la noche) y su total privacidad. No obstante, antes de alquilar una casa con piscina es importante que tengas en cuenta estos aspectos para asegurarte de que es lo que realmente estás buscando para pasar tus vacaciones. La familia, un factor determinante Tener o no familia suele resultar un factor decisivo a la hora de arrendar o no una casa con piscina. Si alquilas una propiedad de estas características para vivir solo o en pareja es posible que acabes utilizando la piscina mucho menos de lo que estás pensando. Sin embargo, si tienes hijos es un punto a favor de esa propiedad, porque ellos sí sacarán partido a esa diversión acuática. Encima, estarán encantados de estar en casa, porque podrán invitar a amigos a darse un baño. Aunque depende mucho de tu presupuesto y preferencias, en líneas generales no suele merecer la pena el mayor desembolso de alquilar un inmueble de este tipo salvo que tengas hijos. Ojo con la seguridad No obstante, el mayor problema de disfrutar de una piscina en tu propia vivienda es, más que los costes, la seguridad. A diferencia de una piscina comunitaria, que por ley debe tener un socorrista, en la privada eres tú el encargado de velar por la seguridad de los bañistas. Algo especialmente preocupante si cuentas con niños pequeños y mascotas. Para cerciorarte de que sea lo más segura posible, cuando alquiles una casa con piscina comprueba los siguientes aspectos: que cuente con una valla perimetral de seguridad -y que se encuentre en perfecto estado-, que tenga una zona de poca profundidad (los pequeños se sentirán más seguros a la hora del baño) y que sea lo más visible posible (por ejemplo, que se vea desde diferentes estancias de la casa para poder controlarla mejor). Finalmente, si la piscina cuenta con escaleras de fácil acceso será también más segura tanto para los más pequeños de la casa como para las personas con problemas de movilidad (ancianos, etc.). Ubicación de la casa y de la piscina La ubicación de la casa que alquiles también es importante a la hora de determinar si usarás bastantes días la piscina o no. Por ejemplo, si se encuentra cerca de la playa es posible que acabes dándote muy pocos baños en la piscina. Puede ocurrir lo mismo si el inmueble se localiza en una zona algo fría (norte, montaña, etc.): es posible que muchas veces la temperatura no sea lo suficientemente alta como para que te apetezca darte un baño. Tampoco desprecies la situación de la piscina dentro de la propia casa. Qué esté o no en una zona muy sombría puede hacer que el agua esté unos grados más fría y que, ante la ausencia del sol, el baño no sea tan apetecible. Mantenimiento y posibles averías Estos son dos de los principales handicaps a los que deberás enfrentarte si optas por el alquiler de una casa con piscina. Algo que te costará tiempo (sobre todo si no tienes experiencia previa) y puede que hasta algo de dinero (si tienes que comprar algún producto). Disfrutar de una piscina privada implica también conservarla (aunque algunos alquileres incluyen el mantenimiento de la piscina por parte de un especialista). En el caso de que esta responsabilidad recaiga sobre ti, deberás retirar todos los días los bichitos y las hojas caídos en la superficie, limpiar el fondo una vez a la semana, comprobar periódicamente el nivel del cloro y del PH, etc. Finalmente, existe el peligro de que, durante el alquiler, la piscina sufra alguna avería (rotura de la depuradora, etc.) y no puedas disfrutar de ella durante algún tiempo. Piscina abierta o cerrada Aunque no suele ser frecuente, la piscina de algunas casas incluye un cerramiento que permite utilizarla durante más días del año o cuando la temperatura exterior es más fría. Muchas veces, además de la protección que ofrece el hecho de ser cerrada, estas piscinas están climatizadas. Otra de sus grandes ventajas es que, al no estar a la intemperie, se ensucian menos y no requieren tanto mantenimiento. Su mayor desventaja, sin embargo, es que el cerramiento suele hacer que la piscina esté menos integrada en el jardín y sea estéticamente menos atractiva. Alquiler de una casa con piscina comunitaria Seguramente esta no es la idea que tenías en mente cuando decidiste elegir como retiro vacacional una casa con piscina. Sin embargo es importante que valores los pros y contras, ya que el alquiler de una casa con piscina comunitaria puede ser la mejor opción para determinadas personas. La primera desventaja de este tipo de piscina es que no podrás disponer libremente de ella. Al ser de uso común, los horarios y las normas de uso serán los establecidos por la comunidad de vecinos. Asimismo, no tendrás la privacidad y tranquilidad de una piscina propia, ya que deberás compartir su uso con el resto de vecinos. En este punto, es importante que valores el tamaño de la urbanización, ya que cuanto mayor sea, más transitada estará también su piscina. Sin embargo, alquilar una casa con piscina comunitaria también tiene sus ventajas. La primera, que podrás despreocuparte por completo de su mantenimiento, algo muy recomendable si no tienes experiencia previa: ahorrarás tiempo y dinero. Otro gran beneficio es que contarás con los servicios de un socorrista, algo de agradecer si tienes niños pequeños. Finalmente, las urbanizaciones cuentan con mejores instalaciones (piscinas de mayor tamaño para nadar, varios tipos de piscinas -incluida una para niños pequeños-, zona de juegos infantiles, etc.), algo que no ocurre en las casas privadas. Analiza todas estas variables antes de alquilar una casa con piscina. No obstante, al final solo tú puedes decidir si la relación coste/beneficio te compensa o no.