El alquiler social o alquiler de viviendas sociales y de protección oficial es un tipo de ayuda que gestiona el Fondo Social de Viviendas junto a ciertas entidades financieras españolas y que tiene por objetivo facilitar los arrendamientos a familias que han perdido su vivienda por impagos en el préstamo hipotecario. Son una opción también para todos aquellos que se han quedado en riesgo de exclusión social y supone una ayuda para jóvenes con pocos ingresos o para personas mayores de 60 años. La medida no soluciona el problema de los desahucios, pero facilita el acceso a la vivienda a las personas que tienen unos ingresos mínimos y no pueden acceder al mercado de vivienda. El alquiler social consiste en una bolsa de viviendas que ofrecen las entidades financieras a bajo coste para las personas que cumplan las condiciones establecidas, y son los mismos bancos los que presentan las características del piso (superficie, dirección, etc.) para que encuentren el que mejor se adapta a tus necesidades. El alquiler de viviendas o alquiler social funciona igual que cualquier otro arrendamiento excepto por el hecho de que se han de cumplir ciertas condiciones: La mensualidad es menor y varía entre los 150 y los 400 euros La mensualidad no puede superar el 30% de los ingresos anuales de la familia La mensualidad puede ser inferior a la establecido si los ingresos familiares mensuales son muy bajos El contrato es de un máximo de dos años, aunque puede prolongarse hasta siete años si se siguen cumpliendo los requisitos Por ello, existe una posibilidad de que la vivienda se convierta en hogar permanente ¿Cómo se solicita un alquiler social? Primero debes ponerte en contacto con una de las entidades financieras que lo ofrecen y solicitarlo vía online a través de estos cinco pasos: Rellena la solicitud Entrega la documentación que te exigen El banco solicita a los servicios sociales informes que determinen tu situación real El banco te muestra una vivienda adaptada a tus necesidades Inspeccionas la vivienda, firmas el contrato de arriendo y recibes las llaves ¿Puedo solicitar el alquiler social? El alquiler social o alquiler de viviendas sociales lo pueden solicitar las personas que se encuentren en las situaciones siguientes sin que eso suponga la concesión, que será valorada posteriormente por los servicios sociales: Si has sido desalojado de tu vivienda por impago de la hipoteca Si ya te han avisado de un desalojo inminente, aunque todavía no se haya producido Si tus ingresos familiares son inferiores a tres veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) Si eres un joven universitario menor de 35 años con bajos ingresos Si procedes de una familia con relaciones conflictivas o eres víctima de género o doméstica Si has perdido tu vivienda por un desastre natural Si tu vivienda está en mal estado y debe ser remodelada o destruida Requisitos para tener un alquiler social Además de que debes encontrarte en alguna de las situaciones anteriores, para que se acepte tu solicitud para un alquiler social debes cumplir una serie de condiciones: Ser mayor de edad No tener ninguna otra vivienda a tu nombre o a nombre de tu pareja o hijos No tener ingresos o haber agotado las prestaciones Encontrarte en un supuesto de especial vulnerabilidad: tener hijos menores, con alguna discapacidad (33% o más), ser una unidad monoparental con dos o más hijos a tu cargo, situación de dependencia o enfermedad que te incapacite de manera permanente para trabajar. También puedes solicitar el alquiler de viviendas sociales si... Eres mayor de 60 años Eres jubilado y tienes unas deudas por encima de las prestaciones Te interesa saber ¿Cuál es el alquiler máximo según tu sueldo? Todos estos requisitos que te hemos contado son muy importantes porque, en la medida en que puedas demostrar que te encuentras en alguna o en varias de estas situaciones, tendrás prioridad. Serán los servicios sociales los que elaboren un informe tras conocer tu solicitud y valoren si tu caso es más o menos prioritario. A partir de ese momento, pueden pasar entre seis meses y un año antes de que te otorguen una vivienda social. Los pisos de emergencia como parte del alquiler social Dentro de la oferta de viviendas dedicadas al alquiler social existen los denominados pisos de emergencia. Son viviendas dirigidas a personas mayores que hayan perdido la suya por un desalojo hipotecario, daños graves en la propiedad o siniestros naturales (explosiones, terremotos, etc.). Su objetivo es el de solucionar los problemas de vivienda para periodos de hasta seis meses, mientras avanzan los trámites para que se les ofrezca una alternativa del Fondo Social de Vivienda. Con el fin de acceder a esta alternativa hay que realizar la solicitud junto a un aval que confirme que se trata de una emergencia real. Beneficios del alquiler social El alquiler de viviendas sociales permite tener acceso a una vivienda que se adapte a tus necesidades a un precio inferior al del mercado, pero también existen facilidades de pago y descuentos, se impide caer en la indigencia, se facilita el acceso a una vivienda a quienes no disponen de ahorros y se abre la posibilidad de que la vivienda pueda terminar siendo de tu propiedad. Los servicios sociales valorarán tu situación para que puedas solicitar el alquiler social Por lo tanto, el alquiler social es la opción para quienes se han quedado sin su hogar y se encuentran al límite de lo que se considera exclusión social. Sin embargo, has de demostrar que te encuentras en una situación de vulnerabilidad y los servicios sociales tendrán que corroborarlo antes de puedas optar al alquiler de viviendas sociales. Cada comunidad autónoma gestiona el Fondo Social de Viviendas de distinta manera. Por ejemplo, en Madrid lo gestiona la Dirección General de Vivienda y Rehabilitación y considera tres casos: situaciones de especial necesidad, situaciones de emergencia social (pisos de emergencia para situaciones más graves) o un sorteo una vez aprobada la convocatoria entre quienes cumplan los requisitos (ingresos y circunstancias familiares).