Alquilar un ático es uno de los anhelos de muchas personas que buscan un piso para vivir. De hecho, la elevada demanda en comparación con su escasez en el mercado (hay pocos por edificio y muchos no se dedican al arrendamiento) provoca que sea una de las tipologías de vivienda que soporta precios más altos. No obstante, y pese a que tiene numerosas ventajas, alquilar el ático tiene también algunos contras. Con la finalidad de que no te equivoques en tu elección, aquí tienes nueve consejos que debes tener en cuenta si tienes planeado lanzarte a la búsqueda de un ático de alquiler. Una buhardilla no es un ático Mucha gente confunde buhardilla con ático y viceversa. Sin embargo, para que un piso se considere ático no basta con que esté en la última planta de un edificio. Es obligatorio que el inmueble disponga de un espacio exterior considerable y que no tenga el techo inclinado en ninguna de sus habitaciones. No te pierdas: Consejos para alquilar casa con piscina La buhardilla, sin embargo, es una vivienda bajo cubierta que se caracteriza por tener el techo inclinado en alguno de sus espacios. Suele resultar más incómoda que el ático y en muchas ocasiones más calurosa y menos eficiente desde un punto de vista energético. Sin espacio exterior, no es un ático Si quieres alquilar un ático ten muy presente lo que te contábamos anteriormente: para que la vivienda de un último piso se considere como tal tiene que tener una terraza individual de cierto tamaño. Tampoco puede ser una vivienda idéntica a las del resto de los pisos. Además, la terraza de un ático tiene que ser contigua y estar bien comunicada con el resto de la vivienda. Si la terraza está en una planta superior (dúplex) o los accesos son complicados, el ático pierde atractivo. Que el espacio exterior no reste demasiada superficie a la vivienda Generalmente, el hecho de disponer de una terraza de ciertas dimensiones hace que los áticos tengan unas dimensiones considerables. No obstante, hay inmuebles que pueden sacrificar demasiados metros interiores a costa de la terraza. Rechaza este tipo de viviendas: disfrutar de un espacio exterior en casa es uno de los principales alicientes de alquilar el ático de un edificio, pero no debes sacrificar superficie útil a cambio de ello. Un ático no debe ser un estudio o una vivienda minúscula con terraza. Asegúrate de las vistas y la ausencia de ruido Has elegido un ático de alquiler, y estás dispuesto a pagar más por él porque buscas una vivienda luminosa y en un piso elevado para alejarte del ruido de la calle y disfrutar de unas vistas excepcionales. Pues bien, asegúrate de que es así antes de dar el paso de arrendar el inmueble. Comprueba que los edificios de alrededor no te quitan la luz o las vistas, ni que tampoco te roban la intimidad que buscas. De nada sirve pagar más por el piso más alto de tu comunidad si estás rodeado de bloques más altos que no te dejan disfrutar de las vistas y que pueden cotillear tu vida diaria. Vas a pagar más por alquilar un ático Ya te hemos dicho que este tipo de viviendas son más caras porque son escasas y soportan mucha demanda ¿Cuánto más? Eso es difícil de decir si trasladamos los precios de compra de una vivienda nueva a un alquiler. Como referencia puedes valorar que comprar un ático tiene un sobreprecio de entre un 20 y un 30%. Por ahí puede rondar el coste adicional del alquiler de un ático frente a otra vivienda convencional. Mas sensibles a las temperaturas exteriores Los áticos sufren más la incidencia de las temperaturas exteriores. Por este motivo, su climatización es más complicada y costosa. La terraza y su proximidad a la cubierta hace que la casa sea más fría en invierno y más calurosa en verano. Por lo tanto, el gasto energético para mantener el ático a una temperatura adecuada es más elevado. Comprueba que el ático que alquiles cuenta con un buen certificado de eficiencia energética, un sistema de climatización de frío y calor eficiente, toldos y cortinas. Verifica, asimismo, que los aislamientos instalados en las ventanas cumplen su misión y asegúrate de que el pago mensual de los suministros no resultará excesivo para tu presupuesto. Cuidado con la seguridad La seguridad es otro de los posibles peligros de alquilar un ático. Por su mayor altura y privacidad, estos pisos son más susceptibles a la acción de los ladrones. Verifica la seguridad del piso antes de firmar el contrato de alquiler: comprueba si existe algún tipo de alarma de seguridad y si el ático tiene un fácil acceso desde otros inmuebles cercanos (terrazas de otras casas, azoteas, establecimientos, etc.). ¿Existe zona de paso vecinal? Otro problema que puede surgir en un ático es que algunos servicios de la comunidad se encuentren encima de la vivienda (instalaciones de fibra óptica, antena de televisión, contadores de luz, etc.). Eso resultará una incomodidad si lo alquilas porque deberás dejar entrar a los técnicos a tu casa para acceder a las zonas comunitarias cada vez que sea necesario. ¿Uno o más ascensores? Al estar situados en la planta más elevada, los ascensores son un aspecto vital para un ático. Este tipo de viviendas pierde atractivo si el ascensor no llega hasta esa planta o si sólo hay uno. Este es, sin duda, uno de los aspectos más importantes a la hora de decidirte por un ático de alquiler. Ese, y si vas a vivir solo o en familia. Como ves, alquilar un ático ofrece muchas satisfacciones, aunque también hay una serie de condicionantes que debes tener en cuenta antes de dar el paso definitivo y pagar más por este tipo de inmueble.
