La principal preocupación de los propietarios cuando alquilan la vivienda es que los inquilinos no paguen el alquiler o causen daños materiales a la vivienda. De ahí, que la selección de un inquilino que cuide la casa y pague regularmente la renta es fundamental para el propietario, pero también es importante mantener una buena relación con el arrendatario para solucionar los problemas de forma rápida y eficaz. Consejos para arrendadores primerizos Firmar un contrato de alquiler que incluya todos los puntos necesarios En el contrato de alquiler rige la libertad de pacto entre arrendador y arrendatario El contrato de alquiler es un pacto entre el propietario y el arrendatario que incluye todas las cláusulas que regulan el arrendamiento según la ley de Arrendamientos Urbanos. Además de los datos de propietario e inquilino y de la casa, debe incluir el precio del alquiler, la forma de pago y la actualización de la renta, la fecha de inicio y fin del contrato, la fianza y garantías adicionales y el reparto de los gastos. Ser atentos, cercanos y resolutivos con los arrendatarios El alquiler consiste en la cesión de una vivienda de tu propiedad a un extraño, por lo que te interesa que cuide la casa y no dé problemas. En este sentido, conviene mantener una relación cordial con el arrendatario para que cuando surjan problemas se solucionen de forma rápida y se alcancen acuerdos sin necesidad de recurrir a los tribunales o al arbitraje porque son procesos más lentos y costosos. Hacer cálculos para asegurar ingresos cada mes Debes calcular una renta del alquiler realista para atraer a los inquilinos teniendo en cuenta diferentes circunstancias como la situación del mercado del alquiler, la duración del contrato, el tipo de vivienda y los servicios que se incluyen. Para calcular la renta puedes consultar los precios que se publican en los portales inmobiliarios y los datos del INE. Conocer todos los derechos y responsabilidades de los arrendatarios Como propietario debes poner a disposición de los arrendatarios una serie de documentos que son la cédula de habitabilidad o la licencia de primera ocupación para demostrar que la casa cumple las condiciones de habitabilidad, la escritura de propiedad de la vivienda, el certificado de eficiencia energética, el recibo del IBI y la última factura de los suministros que demuestran que está al corriente de pago. Conocer todos tus derechos y responsabilidades El propietario está obligado a depositar la fianza del alquiler en el registro correspondiente de la comunidad autónoma. Esta fianza hay que devolverla al inquilino cuando finaliza el contrato del alquiler si no hay desperfectos en la vivienda. También estas obligado a realizar determinadas reparaciones en la casa para que el inquilino disfrute de la casa. Por otro lado, te conviene que el inquilino cambie la titularidad de los suministros, que es un trámite gratuito, a su nombre y domicilie el pago de los recibos para que si deja de pagar la compañía reclame directamente al inquilino el pago de la deuda. Ofrecer toda la información posible sobre la vivienda en tu anuncio En el anuncio de la vivienda incluye los datos respecto a precio, situación, estado y tamaño de la casa y si dispone de extras como piscina o gimnasio y añade información sobre transporte y dotaciones cercanas (colegios, comercios, parques, instalaciones deportivas…) a la vivienda. No olvides incluir la calificación energética de la vivienda porque el certificado es obligatorio. Consejos generales para cualquier arrendador Seleccionar bien a los inquilinos Una de las primeras comprobaciones que debe hacer el arrendador es comprobar la solvencia económica del inquilino a través de la nómina si es un trabajador por cuenta ajena o de la declaración trimestral del IVA si es un autónomo. También debes comprobar los registros de morosos como el Fichero de Inquilinos Morosos para saber si ha tenido problemas de impagos en el pasado y buscar referencias en caseros anteriores. Atender rápido las necesidades de los inquilinos La comunicación fluida entre arrendador y arrendatario facilita la resolución de los problemas Debes tener una buena comunicación con los inquilinos y solucionar los problemas que surjan en la vivienda con rapidez. La comunicación entre ambos debe ser fluida por eso es conveniente facilitar una dirección de correo electrónico para facilitar el contacto. Cumplir con Hacienda El arrendador está obligado a declarar los ingresos obtenidos por el alquiler, si Hacienda detecta un alquiler no declarado impone sanciones. El arrendador puede deducirse en la declaración de la renta los gastos del alquiler incluidas las garantías contratadas para asegurar el cobro del alquiler. La deducción llega hasta el 60% de los rendimientos generados por el arrendamiento, es decir, los ingresos íntegros menos los gastos deducibles (intereses hipoteca, gastos de conservación y reparación de la vivienda, impuestos, gastos de comunidad, prima seguro hogar, amortización inmueble, gastos suministros, gastos formalización contrato alquiler). Contratar un profesional del mantenimiento El propietario tiene que realizar las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad, por eso es recomendable contratar los servicios de un profesional del mantenimiento que se encargue de estas reparaciones. Contratar un seguro Puedes contratar varios seguros para tener mayor seguridad y protección de la vivienda alquilada. Un seguro de hogar protege a la vivienda de los desperfectos o averías que puede causar el inquilino. Para asegurar tu patrimonio puedes contratar un seguro de impago del alquiler que cubre las mensualidades impagadas del arrendatario y las reparaciones producidas por actos vandálicos. Contratar un/a abogado/a para consultas legales A pesar de que existen modelos de contrato de alquiler accesibles en internet, es conveniente que un abogado se encargue de la redacción del contrato para evitar problemas legales. Debes consultar con un abogado cualquier duda y, sobre todo, cuando se trata de contratos especiales como un alquiler con opción a compra es fundamental el asesoramiento de un abogado especializado en arrendamientos.