Hacer una lista con las calles más bonitas de Barcelona es complicado, ya que son muchas las que tienen un encanto especial. Además, los gustos personales de cada uno también influyen en la elección. No obstante, hay algunas vías que se repiten en las guías turísticas y que están siempre en la mente de todos. Nuestra selección de las calles bonitas de Barcelona incluye Las Ramblas, Bisbe, Aiguafreda, Tallers y Paseo de Gracia. A continuación te contamos las características de cada una de ellas, pero además te desvelamos otras vías menos conocidas pero que también merece la pena visitar. Dejamos fuera las plazas de la Ciudad Condal, porque con ellas podríamos escribir otro artículo... Las Ramblas La Avenida de Las Ramblas es una de las calles más emblemáticas y coloridas de Barcelona. Une la Plaza de Cataluña con el mar y no te puedes ir de la ciudad sin haber paseado por ella. Bulliciosa y animada, es el mejor sitio para pulsar el ambiente de la Ciudad Condal. También son el punto de paso para visitar el Liceu, el Palau de la Virreina, el mirador Colón y el mercado de La Boquería. No te pierdas: Los mejores barrios de Barcelona. Entre los rasgos más característicos de Las Ramblas están su bulevar arbolado, sus quioscos de flores y puestos de venta, las actuaciones callejeras en directo (mimos, etc.) y un sinfín de bares y restaurantes. Eso sí, debido a la gente que transita por ellas, ten cuidado con 'los amigos de lo ajeno'. Paseo de Gracia En pleno distrito de l’Eixample se encuentra una de las avenidas más prestigiosas de Barcelona. La que es una de las zonas más elegantes de la Ciudad Condal exhibe algunos símbolos del modernismo y novecentismo catalán. De ahí que sea visita obligada para cualquier turista. Sobre sus aceras se encuentran monumentos de renombre como la Pedrera, la Casa Batlló, la Casa Ametller y la Casa Lleó Morera. Sus edificios nobiliarios se combinan con el espíritu de Gaudí, pues hasta las farolas y los bancos del paseo fueron diseñados por él. Calle del Bisbe La carrer del Bisbe o calle del Obispo se encuentra en el barrio gótico o casco antiguo. No solo es una de las calles más bonitas de Barcelona, también una de las más mágicas y misteriosas. Su historia arranca allá por el siglo XII, pero se dice que ya en tiempos de los romanos era la vía principal de Barcino. Hace apenas cien años se construyó allí el Puente del Obispo, uno de los lugares más fotografiados de Barcelona. En el centro del Pont destaca una calavera con una daga atravesada, lo que ha contribuido a su leyenda. Según cuentan, si algún día se arrancase la daga, Barcelona se derrumbaría. En sus alrededores se encuentran el ayuntamiento, la catedral y el Palau de la Generalitat. Calle de Aiguafreda En el distrito de Horta-Guinardó se encuentra Aiguafreda, una calle poco conocida para algunos porque está lejos del centro, pero que aparece frecuentemente en las guías turísticas como uno de los tesoros ocultos de Barcelona. Antiguamente, Aiguafreda era la lavandería de la ciudad. Resulta peculiar porque frente a cada una de las viviendas hay un pozo de agua. Es como trasladarse a un pueblo dentro de una ciudad o a un rincón de otra época anclado en el tiempo. Un espacio que transmite paz, tranquilidad y belleza. Calle de Tallers Es una calle medieval, estrecha y peatonal cercana a Las Ramblas. Hoy conviven en ella su encanto antiguo con las tiendas más vanguardistas y alternativas, además de con bares y pubs para vivir la noche de la Ciudad Condal. La carrer Tallers es una visita obligatoria, tanto por el día como por la noche. Es considerada por muchos como otra de las calles bonitas de Barcelona. Otras calles con encanto de Barcelona Junto a las mencionadas anteriormente, existen también otras calles muy bonitas en Barcelona que no debes perderte. En primer lugar, dentro del Barrio Gótico son visita obligada la carrer de la Mercè, donde se encuentra la basílica del mismo nombre y patrona de Barcelona a partir del siglo XVII (antes era Santa Eulalia), y la carrer de Milans, una calle con un secreto que solo percibirás cuando la recorras, pues de repente se ensancha y crea un círculo. Ya en el Born se encuentra la calle de la Volta dels Tamborets, una pequeña vía con arcos de volúmenes medievales antes de llegar al Fossar de les Moreres. Dicen que es uno de los rincones más acogedores del Born y allí se unen un pasado menestral y un nuevo diseño moderno. La calle de Iberia, junto a la plaza del mismo nombre, es parte de un pueblo escondido detrás de las Cotxeres de Sants y la calle homónima. Sus viviendas, antiguas y bajas, crean la sensación de estar en otro sitio. Otra calle pequeña, escondida y que además tiene una curiosa forma haciendo un ángulo de 90 grados es la de Paletes, cerca de la parte más alta de la calle Major de Sarrià y cercana a la plaza del Consell de la Vila. En Sant Andreu se encuentra la calle de Grau, un rincón que parece traído íntegramente desde un pueblo del Maresme, con casas de dos o tres plantas a un lado, y huertos y jardines familiares al otro. Continuando nuestro paseo por algunas de las calles bonitas de Barcelona y con más encanto, en Ciutat Vella se encuentran la Baixada de Viladecols, que une el corazón gótico con unos restos arqueológicos de época romana, y la calle Ferrán, que comunica La Rambla con la plaza de Sant Jaume y donde podrás ver unas farolas obra de Gaudí. Dicen de ella que es una de las calles más bonitas del Barrio Gótico. En Horta pásate por la calle de Campoamor, que era donde la burguesía adinerada del siglo XIX tenía sus residencias de verano. Y en ese siglo se quedó la calle: en ella puedes disfrutar de una serie de torres de estilo modernista en color pastel, justo antes de llegar a la Ronda de Dalt. Entre las torres y los árboles solo encontrarás silencio. Muchas calles de Barcelona destacan por ser de otra época o de otro lugar. Algo similar te ocurrirá si paseas por la calle de Julià y sus casas unifamiliares. Pese a encontrarse a cinco minutos del bullicioso Paral·el, es una zona tranquila que ofrece una panorámica espectacular de la ciudad. También merece la pena acercarse hasta la calle Enric Granados, donde encontrarás un oasis dentro de la perfección urbanística de l’Eixample. Se trata de una calle de un único carril que puedes recorrer a pie o en bici mientras paras en las galerías, tiendas y bares a un paso de la Diagonal. Finalmente, si andas por allí, mira en el número 29 de la calle Rocafort para que sepas la razón por la que se la conoce como la ‘calle sin nombre de las 11 casitas blancas’. Hasta aquí el listado de las calles más bonitas de Barcelona. Seguro que nos hemos dejado alguna, pero era imposible tenerlas todas. Y es que, calles bonitas en Barcelona, hay muchas.