“El mercado residencial en España encara 2021 con unos fundamentos sólidos y unas perspectivas positivas gracias al avance de la vacunación, la puesta en marcha del pasaporte sanitario y la paulatina recuperación del turismo”. Son las principales conclusiones del informe ‘Mercado Residencial en España 2021’ publicado por CBRE, consultora inmobiliaria internacional. De acuerdo con las estimaciones de la compañía, la demanda de vivienda podría aumentar un 5% este año, lo que se traduciría en la venta de alrededor de 500.000-525.000 viviendas. En relación a la evolución del precio de la vivienda en 2021, las previsiones de CBRE apuntan a un descenso de entre el -1% y el -2% en el precio agregado de la vivienda. Tanto en la provincia de Madrid como en la de Barcelona los precios se mantendrán estables o experimentarán leves reajustes que rondarán el 0%/-1%. No obstante, según Samuel Población, director nacional Residencial y Suelo de CBRE España, “es previsible que la segunda mano sufra ajustes limitados y, por el contrario, la vivienda de obra nueva se mantendrá estable e incluso crecerá en algunas ubicaciones”. Mirando hacia atrás, el precio de la vivienda a nivel nacional registró a cierre del cuarto trimestre de 2020 un crecimiento del 1,5%, en línea con el incremento experimentado en Madrid. En Barcelona, el precio creció un 1%. Para Población, “este incremento es mucho más moderado que el registrado años anteriores debido al impacto de la pandemia en el sector, que se ha traducido en menos transacciones de vivienda. Destaca especialmente la pronunciada diferencia del indicador en cuanto a la obra nueva, que registró un incremento del 8,2%, mientras que la segunda mano creció un 0,4%”. La demanda de obra nueva aumentó un 7,3% en 2020 Analizando ya la demanda en el mercado inmobiliario durante los últimos meses (tanto de obra nueva como de segunda mano), la consultora informa de que el número de viviendas transaccionadas en 2020 (487.000 viviendas) descendió un 14,5% con respecto al año anterior. No obstante, las cifras fueron muy diferentes en el mercado de obra nueva y en el de segunda mano: mientras que en el primero, las ventas aumentaron un 7,3%, en el segundo cayeron un 17%. Este dato confirma nuevamente la mayor fortaleza mostrada por la obra nueva. El 24% de las compraventas totales de vivienda se concentraron en Madrid (67.000 transacciones) y Barcelona (48.800 unidades). Por su parte, la demanda extranjera representó el 11,3% (47.000 unidades) del total de viviendas vendidas, tras descender un 25% respecto a 2019. Los visados de obra nueva igualarán las cifras de 2019 En cuanto a la oferta, el número de viviendas terminadas creció un 10% en 2020, con más de 86.000 unidades. Esta cifra está por encima del promedio de los últimos siete años (61.000 unidades). No obstante, el número de visados de obra nueva, ampliación y reforma superó el pasado año las 113.000 unidades, un 17% menos que en 2019. Los de obra nueva cayeron un 20% respecto a 2019 (85.000 unidades) como consecuencia del impacto de la Covid-19 y el retraso/suspensión temporal de algunos proyectos, tanto en ejecución como en nuevos lanzamientos. El descenso de los visados de obra nueva en Madrid fue del 27% y en Barcelona del 24%, hasta los 16.100 y 8.500 respectivamente. Según las estimaciones de CBRE, el número de visados de obra nueva de vivienda se situará entre 75.000-85.000 en 2021, números muy similares a los de 2019. En el caso del mercado de suelo, la superficie transaccionada en 2020 cayó un 17%, mientras que el importe de las transacciones descendió un 28%. Barcelona, Madrid, Toledo, Murcia, Málaga, Valencia, Alicante, Girona, Castellón y Sevilla registraron el 60% de las transacciones de suelo. “La evolución de la demanda y el precio en el mercado de suelo continuará siendo heterogénea. Los suelos ubicados en zonas costeras e islas, que fueron penalizados por el impacto de la Covid en la demanda extranjera y de segunda residencia, recobrarán su interés”, señala Población. A modo de resumen, Samuel Población concluye que “el sector mantiene unos fundamentales sólidos, muy capitalizado, cada vez más concentrado y con una demanda creciente de vivienda en compra y en alquiler, lo que pronostica unas previsiones positivas para el corto/medio plazo”.