La arquitectura modular plantea un cambio importante en la edificación, al sustituir el sistema tradicional de construcción de viviendas al aire libre con los materiales de toda la vida (ladrillos, cemento…) por un sistema de fabricación industrial. Este sistema surgió a mediados del siglo XIX y ha evolucionado rápidamente hasta convertirse en una alternativa viable a la construcción tradicional. El auge de la arquitectura modular que se vive en la actualidad, tanto en la construcción de casas modulares como en la de bloques de viviendas, está justificado por las ventajas que aporta en cuanto a ahorro de costes y sostenibilidad, principalmente. A continuación te contamos los aspectos más destacados de la arquitectura modular. Características de la arquitectura modular La arquitectura modular se caracteriza porque no toda la casa se construye en su ubicación (como ocurre en la arquitectura tradicional). Algunas partes de la vivienda se realizan fuera de su emplazamiento, en una fábrica, lo que asegura un mejor control de la calidad de la construcción y la posibilidad de hacer una producción estandarizada. No te pierdas ¿Cuánto tiempo duran las casas prefabricadas? Además, la fabricación se ejecuta por módulos prefabricados o partes independientes que se tienen que unir bien en la fábrica o bien en el sitio donde se instala la vivienda. Este sistema permite diseñar proyectos escalables en los que se pueden añadir o reemplazar los módulos con gran facilidad, en función de las necesidades de los ocupantes de la vivienda. Cada vez es mayor el número de promotoras inmobiliarias que apuestan por esta construcción industrializada. Por ejemplo, Aedas Homes ya utiliza fachadas industrializadas en algunas de sus promociones. Ventajas de la arquitectura modular Partiendo de esta característica principal de la construcción modular es fácil deducir las principales ventajas que tiene: Rapidez de ejecución. Gracias a la arquitectura modular, los plazos se reducen hasta un 60% en relación con la construcción tradicional porque está todo planificado en la fábrica, de manera que la producción de los paneles se hace en paralelo al ensamblaje. En este otro post puedes ver cuánto se tarda en construir una casa prefabricada. Ahorro de costes. La reducción del tiempo en la fabricación de los módulos (por la estandarización del proceso) y la producción a gran escala supone una reducción paralela de los costes de fabricación. Así, el precio medio de una construcción modular está entre 800 y 1.000 euros/metro cuadrado, mientras que el de construcción tradicional sube hasta los 1.300-1.600 euros. Mayor eficiencia energética. Conseguida tanto por el uso en muchas ocasiones de materiales ecológicos como por adaptarse a las exigencias del certificado de eficiencia energética. Además, las viviendas modulares utilizan energías renovables, lo que hace que sean más más eficientes energéticamente. Por otro lado, al ser módulos prefabricados, son geométricamente perfectos y encajan entre ellos a la perfección, por lo que no hay pérdidas de calor o refrigeración. Por otro lado, ¿son ecológicas las casas prefabricadas? Lo cierto es que tienen una mayor capacidad de reciclaje, tanto por los materiales empleados como por la propia construcción, ya que las casas pueden ser reutilizadas y reubicadas. Menor impacto ambiental. Al construirse en fábricas, los módulos generan menos residuos, ya que existe un control absoluto de los componentes del proceso de fabricación. Es un cambio radical de la arquitectura modular frente a la tradicional realizada al aire libre, que genera gran cantidad de residuos y cuya eliminación genera importantes gastos. Permite la personalización. Aunque se habla de construcción estandarizada en relación con la arquitectura modular, lo cierto es que la facilidad de añadir o eliminar módulos prefabricados a la vivienda permite una mayor personalización de los proyectos (sobre todo en las casas prefabricadas). Así, es posible diseñar y modificar las viviendas modulares según el presupuesto, las necesidades y el gusto de los compradores. Es flexible. El diseño personalizado que ofrece la arquitectura modular hace que sea muy flexible a la hora de adaptarse a diferentes usos, como puede ser crear un espacio adicional en el jardín que puede montarse y desmontarse en función de las necesidades de los dueños de la vivienda. Mayor movilidad. Es otro rasgo distintivo de este tipo de construcción, ya que algunas viviendas modulares pueden moverse con facilidad hasta su ubicación o incluso ser trasladadas a otros lugares sin sufrir un deterioro. Construcción con módulos prefabricados El proceso de fabricación de una construcción modular es muy diferente al de una construcción tradicional, en la medida de que se puede comprobar el resultado final antes de su instalación y hacer los cambios pertinentes. A grandes rasgos, la arquitectura modular se realiza en tres fases: Fase de desarrollo del proyecto. En esta primera fase se establecen todas las especificaciones técnicas que deben seguirse a lo largo del proceso de fabricación. Gracias a esta planificación previa se consigue un gran ahorro de costes y una optimización de los recursos disponibles. Fase de producción. Esta etapa se produce en la fábrica y engloba todo el trabajo de construcción de los módulos prefabricados de acuerdo con el diseño del proyecto. El beneficio que se consigue en esta fase del proceso es un mayor control de los residuos generados tanto en fábrica como luego sobre el terreno, además de un ahorro de tiempo y dinero por la producción estandarizada de las piezas. Fase de montaje. Es la parte final, en la que se produce el ensamblaje de los diferentes módulos que componen la vivienda y su instalación en el terreno. En esta fase se consiguen minimizar los daños físicos en la parcela donde se instala la vivienda, porque el tiempo de montaje es muy reducido al estar completamente planificado. Gracias a los beneficios que aporta la arquitectura modular se ha ampliado su uso no solo a la fabricación de casas prefabricadas, sino también a la de edificios residenciales, edificios de oficinas, colegios, hospitales… con las ventajas de hacerlo más rápido, a menor coste y generando menos residuos.
