El certificado de eficiencia energética de una vivienda es fundamental para conocer su consumo energético y lo que contamina. A pesar de que se comenzó a realizar hace más de una década, todavía existe un desconocimiento de su importancia entre los compradores de inmuebles. Qué es el certificado de eficiencia energética Esta certificación evalúa el gasto energético de una vivienda y las emisiones de CO2 que produce. Se creó con la intención de mejorar la eficiencia energética del parque residencial y conseguir el objetivo impuesto por la UE de que todos los edificios tengan un consumo de energía casi nulo. ¿Es obligatorio? La respuesta varía según se trate de una vivienda de obra nueva o de segunda mano. En el caso de las viviendas nuevas, el certificado energético es obligatorio para las edificaciones posteriores a 2007. Por otro lado, y según se estableció en junio de 2013, todas las viviendas construidas antes de 2007 que se pongan a la venta o en alquiler también deben contar obligatoriamente con el certificado de eficiencia energética junto con el resto de los documentos necesarios para comprar una vivienda. El certificado energético caduca a los diez años El certificado de eficiencia energética tiene una validez de diez años, pero los edificios con una calificación energética C tienen que renovarlo cada cinco años. También se debe renovar si se han realizado reformas en las viviendas que afecten a su eficiencia energética. Quién puede hacer el certificado De acuerdo con la Ley de Ordenación de la Edificación, los profesionales que pueden emitir el certificado energético deben ser técnicos con titulación académica capacitados para redactar proyectos y dirigir obras: arquitectos, arquitectos técnicos o aparejadores, ingenieros superiores y técnicos. Cómo conseguir el certificado energético Para conseguir la certificación energética, el técnico certificador debe realizar una visita al inmueble con el fin de analizar todos los elementos de la vivienda relacionados con la energía: fachadas, suelos, cubiertas, ventanas, instalaciones de calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria e iluminación. De los análisis realizados se obtienen datos que quedan registrados en un documento. Posteriormente, a través de una herramienta informática oficial, se realiza un cálculo de la calificación energética de la vivienda. El procedimiento varía si se trata de un piso nuevo porque no es necesaria la visita del técnico para obtener la calificación energética. El certificado está incluido en el proyecto de ejecución de la construcción, diferenciando entre certificado de proyecto y certificado de edificio terminado, que es el que se necesita para la venta o alquiler del piso. Cómo registrar el certificado energético Una vez realizado el certificado tiene que quedar registrado en el órgano competente de cada comunidad autónoma. Este registro puede hacerse de forma presencial u online, una vez que el técnico ha emitido el informe del certificado. Si se registra de forma presencial hay que rellenar la solicitud de registro y presentar la documentación que cada organismo exija. La tramitación online exige disponer de certificado digital. El registro del certificado energético puede hacerlo el propietario de la vivienda o el técnico que ha realizado la inspección para obtener el certificado. En algunas comunidades autónomas se cobra una tasa por el registro del certificado. Para qué sirve la etiqueta energética Cuando está registrado el certificado energético se puede obtener la etiqueta energética de forma automática. Esta etiqueta establece la calificación energética de una vivienda a partir del análisis de los materiales de construcción de la fachada y cubierta del inmueble, la orientación, las ventanas y las instalaciones de calefacción, aire acondicionado y agua caliente. De esta forma, este certificado clasifica el inmueble según el consumo anual de energía que necesita para reunir unas condiciones normales de ocupación. La etiqueta energética incluye una clasificación de colores y letras que empieza por la A (verde), la máxima categoría que identifica a los edificios más eficientes, que se caracterizan por tener un buen diseño y orientación, instalaciones de alto rendimiento, aislamientos adecuados en la fachada y cubierta del edificio, y energías renovables. La última categoría, la G (roja), incluye a las viviendas menos eficientes y sin aislamiento (la mayoría de ellas han sido construidas antes de la aprobación del Código Técnico de la Edificación -CTE- en 2006). El primer número o indicador principal es el que determina la letra de calificación energética de la vivienda. Indica las emisiones de CO2 por metro cuadrado de superficie. La segunda cifra o indicador secundario anuncia el consumo de energía primaria (suma de la energía consumida en el edificio/vivienda más las pérdidas por transformación y transporte) por metro cuadrado de superficie. Cómo mejorar la calificación energética de una vivienda Existen diferentes opciones para mejorar la calificación energética de una vivienda. De hecho, el técnico cuando elabora el informe sugiere las mejoras que se deben realizar para elevar su calificación energética, el coste que suponen y el ahorro que se puede conseguir si se aplican. A continuación presentamos una tabla que relaciona el nivel de calificación con el consumo medio de energía y el ahorro con respecto al nivel más bajo: Calificación energética Emisiones CO2 Consumo medio energía final (KWh/m2 año) Ahorro energético respecto a 'G' A 10,26 95% B 20,71 90% C 35,60 84% D 57,64 73% E 117,31 46% F 172,42 21% G 217,28 0% Cuánto cuesta hacer el certificado de eficiencia energética No existe una tarifa oficial, el precio del certificado energético depende del tamaño y de dónde esté ubicada la vivienda. No obstante, se estima que de media cuesta 1,5 €/m2, que sería entre 60 y 130 € para un piso y entre 200 y 300 € para una casa unifamiliar. A este precio hay que sumarle las tasas que cobran algunas comunidades autónomas al registrar el certificado. Quién pide el certificado: el comprador, el vendedor o el inquilino El propietario de la vivienda debe entregar el original del certificado al comprador para que la compraventa pueda realizarse. Si se alquila la vivienda, el propietario debe incluir una copia del certificado energético junto con el contrato de alquiler. La obligatoriedad de disponer del certificado para vender la vivienda incluye también su presencia en el anuncio de venta de la vivienda. Solo es obligatorio para la venta de viviendas pero no para las plazas de garajes y trasteros, que se consideran espacios no habitables. ¿Me pueden poner una multa si no tengo el certificado de eficiencia energética? Sí, te pueden imponer una multa según la infracción cometida. Si anuncias la vivienda sin la etiqueta energética es una infracción leve, de 300 a 600 €; si no se entrega el certificado al comprador o inquilino, no se registra o se muestra una etiqueta que no es real, es grave: de 601 a 1000 €. Y puede llegar a 6.000 si se anuncia la vivienda sin tener el certificado. Inspección del certificado energético El órgano competente del registro de los certificados de eficiencia energética de cada comunidad autónoma es también el encargado de realizar las inspecciones para comprobar que se cumple la normativa de la certificación energética. En las inspecciones se revisa la documentación técnica para ver si hay errores y los inspectores visitan los inmuebles para verificar que la calificación de la etiqueta energética de la vivienda es correcta. El inspector verifica los datos de las instalaciones de calefacción, climatización, iluminación y envolvente de la vivienda. Si existen diferencias con los datos recogidos por el certificador se inicia un expediente sancionador que puede derivar en multas si no se justifican las irregularidades.