Cuando llega el momento de comprar una vivienda tienes que valorar las ventajas y desventajas de vivir en un piso o en una casa independiente. Esta disyuntiva adquiere una importancia innegable que merece ser sopesada antes de tomar decisiones precipitadas. Habitar en la tercera planta de un edificio guarda diferencias abismales con ser dueño de un chalet. Ambas propiedades constituyen modelos de vivienda prácticamente antagónicos; son dos tipologías que no tienen nada que ver la una con la otra. De ahí que valga la pena valorar todos los pros y los contras si estás rastreando entre la oferta que presenta el mercado. Lectura recomendada: Ventajas de vivir en un ático Ventajas de vivir en una casa independiente Los compradores que deseen adquirir una vivienda independiente podrán disfrutar de las siguientes ventajas. Este es un listado de los factores que harán incrementar tu calidad de vida. Mayor intimidad y tranquilidad Se trata de una de las principales virtudes que proporciona la vivienda independiente. La ausencia de vecinos tanto en las plantas superiores como inferiores contribuye a gozar de mayor intimidad. También te librarás de escuchar los ruidos o conversaciones de aquellos que viven al otro lado de la pared de tu salón. En una casa independiente, se ganan dosis de calma y privacidad. Dos bienes intangibles que para algunos tienen un valor incalculable. Más espacio y confort Las viviendas independientes acostumbran a acumular más metros cuadrados que un piso. Albergan más espacio, su amplitud es de grandes proporciones y sus interiores son diáfanos. Toda esta superficie de la que podrás gozar si te mudas a una vivienda independiente se traduce en confort. Notarás que tu comodidad gana enteros en una vivienda con estancias anchas. Facilidad de reformas Uno de los aspectos más engorrosos de vivir en una propiedad vertical es la dificultad de realizar obras o reformas. Debes recordar que este tipo de iniciativas, si acaban afectando al resto de la comunidad, tienen que consultarse con el resto del conjunto vecinal. En cambio, en una casa independiente podrás tomar decisiones unilaterales, de manera libre, sin tener que depender del resto. Podrás llevar a cabo las ampliaciones o modificaciones estructurales que desees. Ahorro en gastos comunitarios Otra de las ventajas que incluyen las viviendas independientes es la inexistencia de los gastos de comunidad inherentes en un bloque de propiedades. Los habitantes de un edificio tienen que hacer frente a ciertas cuotas mensuales que, en una casa independiente, no vas a tener que afrontar. Espacios al aire libre Las viviendas independientes suelen incorporar en sus metros cuadrados extensiones de terreno, espacios al aire libre que pueden convertirse en porches delanteros o en jardines traseros donde plantar un huerto, construir una piscina o montar barbacoas. Cuando se trata de convivir en familia, estas partes de la casa añaden un plus que un piso no puede otorgar a sus habitantes. Adecuadas para niños y mascotas Hace un momento hablábamos sobre el espacio extra que atesoran las viviendas independientes. Estos jardines que rodean la casa y que podrás personalizar tanto como prefieras son perfectos para mascotas y niños. Por otro lado, ya hemos dicho antes que el interior de un inmueble de estas características es de mayores dimensiones, una amplitud que permite vivir en familia con mayor comodidad. Contacto con la naturaleza Ya lo dijimos en nuestro artículo sobre comprar un piso de obra nueva en la periferia; muchas de las propiedades independientes que están en oferta se encuentran en ubicaciones alejadas del centro de la ciudad, donde hay mayor proliferación de edificios. En estas zonas del extrarradio hay menor contaminación, resulta más fácil salir a hacer ejercicio físico y se está más cerca de zonas verdes. Todo un lujo. Desventajas de vivir en una casa independiente Pero no todo serán bondades en una casa independiente, puesto que habitar en esta modalidad de vivienda conlleva más de un contratiempo. Mayor aislamiento La falta de vecinos que hemos mencionado con anterioridad, en caso de no desearse, puede resultar una adversidad. Las casas independientes llevan en su naturaleza un aislamiento que forma parte de sus rasgos más intrínsecos. No estarás tan en contacto con el resto de la comunidad si adquieres este tipo de propiedad. Menos servicios básicos Habitar en una vivienda independiente acarrea una desconexión importante respecto a los servicios básicos que facilitan la vida de sus habitantes. Las zonas alejadas de los centros urbanos no están tan abastecidas de colegios, de supermercados y restaurantes. Estarás más alejado de la vida en sociedad. Más caros y aumento de las facturas Los precios de las casas independientes son más elevados que el importe que debes pagar por un piso. Su superficie, la inclusión de jardín y otro tipo de comodidades hacen que su valor económico se dispare en el mercado. Por otro lado, las facturas de climatización tengas que abonar de forma periódica también serán más caras, pues las estancias que componen una vivienda independiente son de mayores proporciones y, por lo tanto, resultará más complicado enfriarlas o calentarlas. Más expuesto Una vivienda independiente no está unida a ninguna propiedad, no está integrada a un conjunto residencial o a un bloque de pisos que complique el acceso o la aproximación de ladrones. Está más expuesta, y ese nivel de exposición puede atraer presencias no deseadas que entrañen peligro. Ventajas de vivir en un piso Ahora que ya hemos nombrado las ventajas y desventajas de vivir en una casa independiente, tomad nota si es que estáis más interesados en comprarte un piso. Precios más económicos A pesar de que los pisos en el centro de algunas ciudades presenten unos precios desorbitados, por regla general, el valor de una propiedad ubicada en un bloque de viviendas es más rentable que el de una casa independiente. Los pisos ubicados en las plantas intermedias de un edificio no reúnen la misma superficie que un chalet. Por otro lado, tampoco permiten algunas comodidades que encarecen los precios de una propiedad independiente. De ahí que su rentabilidad esté fuera de toda duda. Si quieres saber cuánto cuesta un piso en función de su ubicación, lee este artículo sobre cuál es la mejor planta para vivir en un edificio de obra nueva. Más conectado con tus vecinos Un piso forma parte de un conjunto residencial ubicado en el interior de un edificio. Esa proximidad con vecinos y habitantes de otras viviendas hará que estés en contacto con otras personas, que siempre podrán brindarte su ayuda en cualquier momento en que la precises. No estarás aislado. Estarás integrado en un grupo vecinal. Rapidez y sencillez en las tareas domésticas Los espacios que completan un piso son de tamaño más reducido que aquellos que conforman una casa independiente. Un atributo de estas características se erige como una verdadera ventaja en el ámbito de las tareas domésticas, puesto que limpiar, ordenar y mantener la casa presentable no será una labor tan fatigosa. No tardarás tantas horas. Ahorrarás tiempo. Más seguridad Acceder a un edificio siempre será más complejo que intentar entrar en una vivienda independiente. Un bloque de viviendas depara protección, la conexión y proximidad con el resto de la comunidad concede una seguridad que una propiedad aislada es incapaz de otorgar. De ahí que este factor se antoje como un valor añadido. Ahorro en climatización En contraposición con las viviendas independientes, las estancias más pequeñas de los pisos acarrean menor tiempo a la hora de enfriarse o calentarse. Eso quiere decir que provocan una reducción sustancial en las facturas que vas a recibir de los servicios que vayas a contratar. Desventajas de vivir en un piso Tal y como hemos hecho con las viviendas independientes, estas son las complicaciones que puedes encontrarte a la hora de irte a vivir a un piso. Menores dimensiones Así como las estancias reducidas suponen una ventaja en el momento de ahorrar en facturas, el espacio limitado de un piso también significa que no podrás disfrutar de tanta comodidad. No será tan apto para crear una familia ni tan beneficioso si tu intención es la de tener una mascota. Por lo tanto, un espacio pequeño puede jugar en tu contra. Pierdes intimidad La proximidad de tus vecinos es también un factor que puede perjudicarte en materia de privacidad. Su cercanía puede provocar dificultades cuando busques calma y tranquilidad. Todos los ruidos y conversaciones pueden filtrarse a través de las paredes que separan las viviendas. Gastos en comunidad En el momento en que adquieras un piso tendrás que hacer frente a una serie de desembolsos obligatorios que no podrás obviar, tales como los gastos de comunidad que sufragan el mantenimiento del edificio o las derramas en las que tendrás que participar económicamente. Imposibilidad de ampliación Si al final te decantas por la compra de un piso, debes tener en cuenta que la aceptación de ese inmueble conlleva que asumes sus proporciones. Es decir: no podrás ampliarlo porque tu casa no goza de terreno o jardín que permita un ensanche de sus metros cuadrados. Vivir en un piso o en una casa independiente supone un conjunto de ventajas y desventajas en distintas áreas. La balanza podría decantarse de uno u otro lado en función de los gustos y apetencias de sus compradores, pues ambas opciones presentan pros y contras que deben estudiarse con detenimiento.