Cuando la familia crece las viviendas suelen quedarse pequeñas y no son capaces muchas veces de responder a las nuevas necesidades de los inquilinos. Si en una primera vivienda de soltero prima el precio y la ubicación céntrica en la ciudad, generalmente en la segunda vivienda prima la cercanía a unos buenos servicios (sanidad y educación), transportes públicos y espacios verdes, deportivos y de ocio. Así, a grandes rasgos, las parejas que amplían familia planifican su vida para los próximos años, por lo que cambian sus prioridades. Los mejores pisos para familias con niños deben ser espaciosos, estar bien ubicados con respecto a servicios públicos y comercios, con zonas comunes y seguras para el esparcimiento de los niños y, si es posible, a buen precio. La ubicación manda Uno de los primeros aspectos que debes valorar es la zona o la ubicación de la vivienda. Siempre es importante que se trate de una zona residencial segura y tranquila para poder descansar y pasear sin miedo. Pero hay más: Cercanía de parques y jardines con zonas de ocio adaptadas para los más pequeños, o con zonas de ocio dentro de la comunidad. El objetivo es tener cubiertas las necesidades para que los pequeños puedan realizar actividades al aire libre sin riesgos en un entorno controlado y en el que coincidan con otros menores. Colegios e institutos donde elegir. Lo ideal es que la oferta cubra centros de educación pública y privada, y que estén en los alrededores de la nueva casa. Mejor si es factible acercarlos andando que en transporte privado o dependiendo de la ruta escolar. Si puedes pensar a más largo plazo, la posibilidad de que la zona disponga también de institutos debería ser otro aspecto positivo. Aquí puedes incluir también opciones deportivas para las actividades extraescolares (desde gimnasios a polideportivos) o educativas adicionales como las academias de idiomas o musicales. Hospitales, ambulatorios o centros médicos privados. La cobertura de sanidad es muy importante. Debes conocer bien dónde está el centro de salud más cercano (el ambulatorio que te correspondería, el hospital de zona y la oferta de centros médicos privados, si dispones de ellos). Sobre todo, en lo que respecta a servicios de atención infantil. Comercios. Aunque te pueden traer la compra a casa, no está de más valorar la cercanía de grandes supermercados o si el barrio dispone de oferta de pequeños comercios o tiendas de conveniencia donde poder recurrir sin necesidad de conducir. No olvides valorar las farmacias, que son en parte sanidad y en parte comercios. Transporte público. Un aspecto que hace subir mucho el valor de una vivienda es la cercanía a paradas de metro, tranvía, tren o autobús. Hoy por hoy es impensable comprar una vivienda familiar sin aparcamiento. De hecho, en viviendas de obra nueva, lo recomendable es que tenga dos plazas por piso. Pero también es vital que la zona esté bien comunicada a través del transporte público, sobre todo para cuando tus hijos sean más mayores. El tamaño sí importa ¿Cuántos m2 necesito en mi piso de obra nueva?, te estarás preguntando. El tamaño de una vivienda para una familia con niños depende del número de miembros que tenga. Siempre es mejor que sobren metros que falten, pero el precio te puede obligar a reducir el tamaño de la vivienda deseada. No mires tanto el número de habitaciones porque puede llevarte a equívoco (puesto que cada usuario puede haber reformado la vivienda a su gusto), como el espacio total. Para una familia de tres personas una vivienda de entre 60 y 80 metros cuadrados puede ser suficiente, pero para una de cuatro es mejor buscar inmuebles de entre 80 y 100 metros cuadrados. Si la ratio metros/precio se sale del presupuesto, lo más sensato es buscar zonas residenciales más lejos del centro o barrios más baratos. Cómo debe ser la distribución de un piso para familias con hijos Si tu familia ya está completa es más fácil valorar la distribución de la vivienda. Una familia de tres miembros necesitará dos habitaciones, pero una con cuatro puede necesitar una más, sobre todo si los pequeños son de distinto sexo. También intenta diferenciar claramente la zona de día (comedor, cocina, etc.) de la de noche (habitaciones). No te pierdas: ¿Cómo debe ser la distribución de una casa moderna? Si la familia no está completa habrás de prever las posibles alternativas, desde las literas o camas dobles en una misma habitación a la opción posterior de convertir en dos habitaciones lo que al principio era sólo una. Las habitaciones de los pequeños tienen que disponer de espacio para que jueguen ahora, pero también para que estudien después, por lo que habrán de tener capacidad para incluir camas y mesas de trabajo, además de un poco de espacio libre para jugar. Otro aspecto a valorar en la distribución son los baños. Para tres personas puede ser suficiente con un solo baño, pero la vida puede ser complicada si hay uno solo para cuatro personas. Lo ideal es que haya un cuarto de baño incorporado en el dormitorio de matrimonio y otro para los niños que también pueden usar las visitas. El tercer punto a valorar es el tamaño de la cocina y el comedor y cómo estén ubicados. Siempre puedes integrarlos para ganar espacio, pero eso dependerá también de la vida que se haga en casa. Colocar una gran cristalera es una forma de mantener independiente la cocina pero a la vez integrada en el salón. En general, es importante que la distribución sea diáfana para que pueda haber un cierto control visual o auditivo de los más pequeños y se pueda saber con cierto margen dónde están y qué hacen en cada momento. En este caso, las viviendas unifamiliares ofrecen mucho más espacio, pero no siempre es posible conseguir este control de los menores en ellas, por lo que en ciertos aspectos pueden resultar viviendas menos seguras. Recuerda: ¿Comprar un piso o una casa independiente? Ventajas y desventajas. Como apunte final, las terrazas abiertas son un gran pulmón para las viviendas, pero resultan peligrosas cuando tienes hijos pequeños y se comen parte de los metros disponibles, por lo que muchas veces terminan cerradas y añadidas a una estancia más. Piensa bien si necesitas un espacio abierto o prefieres más metros de vivienda. Por otro lado, toma las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los más pequeños de la casa. ¿Cuánto me gasto en un piso para mi familia? No te olvides de lo más importante, el precio. Una vivienda unifamiliar en el centro es complicada de encontrar y resultará más cara. Una vivienda plurifamiliar tiene más sentido en el centro de la ciudad y será la opción más factible por oferta y por precio. Si tienes niños menores es mejor una vivienda de obra nueva porque podrás entrar a vivir en cuanto la compres y además te evitarás hacer reformas durante los primeros años. Los cambios y reparaciones serán imprescindibles con el tiempo, pero es mejor que los vayas realizando cuando la familia crezca o cuando los menores sean un poco más grandes. Compra lo que tu presupuesto te permita sin tensar demasiado la cuerda y no intentes abarcarlo todo. Las viviendas se pueden reformar poco a poco para que se adapten a las nuevas necesidades. Con el tiempo, si tu vivienda se queda pequeña y ya no hay más posibilidades de ganar espacio con reformas, tendrás que plantearte cambiar de vivienda. Como eso puede ocurrir, lo mejor es que cuando llegue ese momento, ya tengas pagada la vivienda. Es mejor comprar algo más pequeño y poder ir al más en el futuro, que al contrario. Como conclusión, los mejores pisos para familias con niños tendrán que darte la posibilidad de adaptarse a vosotros hoy y mañana. Tendrás que acometer reformas tarde o temprano, pero siempre es mejor que sea tarde, porque significará que tomaste las decisiones correctas en cuanto a valorar las necesidades futuras de la familia. Esa es la principal clave cuando compras un piso para una familia: pensar a medio y largo plazo, nunca a corto.