España siempre ha sido un país de propietarios, y no solo de vivienda habitual, también de segunda residencia. Según los últimos datos del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana se calcula que una cuarta parte del parque residencial a nivel nacional corresponde a segundas residencias. Sin embargo, se ha producido un cambio importante durante el último año. La segunda residencia, que antes se compraba para pasar las vacaciones y los fines de semana, con la pandemia se ha convertido en una vivienda en la que pasar largas temporadas y si se puede incluso teletrabajar durante una buena parte del año. Por este motivo, cada vez es mayor el número de personas que se plantean la posibilidad de comprar una segunda vivienda. Sin embargo, a la hora de ponerse a buscar ese inmueble, a muchos compradores les surge la duda de si es mejor comprar vivienda nueva o usada. Aunque ambas opciones tienen pros y contras, las viviendas de obra nueva tienen una serie de ventajas que inclinan la balanza de su lado. Razones para comprar una segunda residencia Antes de abordar qué tipo de vivienda, hay que analizar las causas por las que se compra una segunda residencia. Estas razones varían en función del uso que va a tener la residencia, la ubicación y la situación del mercado: Destino de vacaciones seguro. Tener una segunda residencia en la playa, la montaña o el pueblo te asegura disfrutar de las vacaciones sin problemas de alojamiento. No tienes que preocuparte de reservas, ni de si el alojamiento te gustará o no. Es tu casa, puedes ir a ella cuando quieras y decorarla a tu gusto y de acuerdo con tus necesidades. Inversión rentable. Un 35% de las familias que compran una segunda residencia lo hacen con intención de obtener una rentabilidad a través del alquiler, según un estudio de Casaktua. La rentabilidad en el alquiler vacacional, sobre todo en los destinos de playa, es mayor que en el alquiler a largo plazo. Eso sí, ten en cuenta que para que sea rentable con el alquiler turístico tiene que estar ocupada entre un 50% y un 60% cada mes. Otra opción es que la uses para tu disfrute y solo la alquiles cuando no la necesites (así puedes obtener unos ingresos extra para costear parte de su pago, su mantenimiento, etc.). Alternativa para desconectar. Contar con una vivienda que permita la desconexión del trabajo, el estrés, la contaminación y los ruidos de la ciudad es una de las principales razones que motiva la compra de una segunda residencia. Sobre todo en zonas poco pobladas y próximas a espacios verdes o la playa, el sitio perfecto para descansar, disfrutar del ocio y hacer deporte. Ventajas de comprar obra nueva como segunda residencia Las principales ventajas de comprar obra nueva como segunda residencia en vez de usada son las siguientes: Mayor flexibilidad en los pagos. Si la compra del piso es sobre plano tendrás más facilidades de pago, ya que solo tendrás que dar una entrada del 10% del valor del inmueble y luego pagar otro 10% en cuotas mensuales hasta la entrega de llaves (algo que puede demorarse hasta dos años). El resto se abona normalmente a través de una hipoteca. Eso sí, debes tener en cuenta que las condiciones de las hipotecas para segunda residencia son diferentes: no suelen sobrepasar el 70% del valor de tasación de la vivienda y los requisitos son más duros. Listas para entrar a vivir. Las viviendas de obra nueva no necesitan reformas, como sí suele ocurrir con las de segunda mano. Además, es posible personalizarlas durante el proceso de construcción. Tienen garantía de hasta 10 años. La ley de la Ordenación de la Edificación establece que las casas nuevas tienen tres tipos de garantía: un año para los defectos de acabados; tres años si son defectos en instalaciones y elementos constructivos; y diez para defectos estructurales que afectan a la estabilidad del edificio. Mayor eficiencia energética. Las viviendas nuevas tienen una mejor eficiencia que las de segunda mano, por lo que son más confortables para sus ocupantes (mejor insonorizadas, más aisladas térmicamente, etc.) y además favorecen un menor consumo de energía (con el consiguiente ahorro cada mes). Más modernas y actuales. Una vivienda nueva está construida con mejores materiales, tiene una distribución más moderna y se adapta mejor a las necesidades actuales de los clientes: pisos más diáfanos y luminosos, mayor número de espacios exteriores (terrazas, balcones, jardín…), etc. Además, generalmente se encuentran integradas en urbanizaciones equipadas con zonas comunes para el disfrute de los vecinos: piscinas, jardines, pistas de pádel... Gastos y mantenimiento. En principio, los gastos habituales de una segunda residencia (comunidad, tasas, etc.) son muy parecidos tanto si es de obra nueva como de segunda mano. Sin embargo, los costes de mantenimiento de las viviendas nuevas son menores, ya que al ser de reciente construcción y además contar con garantía es más difícil que aparezcan averías imprevistas. Como has podido ver, comprar una segunda residencia de obra nueva tiene muchas más ventajas que una de segunda mano. Además de ofrecerte más confort y comodidades, también puedes ahorrar dinero todos los meses (gracias a su mayor eficiencia energética y a la falta de necesidad de hacer reformas o reparar averías).