Las zonas comunes de las promociones siempre han sido un elemento diferenciador para atraer a los compradores. Ahora, tras la crisis sanitaria y el confinamiento, se han convertido en un elemento fundamental en la elección de una vivienda. Los compradores quieren disfrutar de espacios al aire libre como jardines, piscinas y pistas deportivas, pero también de áreas destinadas al ocio y el trabajo sin salir de su urbanización. Tal y como ya te contamos en nuestro artículo sobre las zonas comunes premium, lo que está claro es que estos espacios, además de hacer más fácil la vida de los vecinos, revalorizan las viviendas. ¿Cuánto? Vamos a verlo. La evolución de las zonas comunes Una característica que diferencia las zonas comunes de los complejos residenciales actuales es que han ampliado considerablemente tanto su espacio como sus usos. Al principio, cuando se hablaba de espacios comunes en las promociones se hacía referencia a la existencia de zonas ajardinadas y piscina comunitaria. Posteriormente se ampliaron las instalaciones con piscinas de interior, pistas de pádel o tenis, gimnasio y zonas de juego para los niños. En los últimos años, se incluyen las salas de estudio, donde pueden estudiar los niños; las salas gourmet, donde hacer reuniones y celebraciones familiares; e incluso salas de cine para proyectar películas y disfrutar del ocio o salas de coworking para teletrabajar desde casa. En definitiva, espacios pensados para que los vecinos pueden desarrollar su vida sin salir de la promoción. Un estudio realizado por Vía Célere destaca que el 57% de la población dispone de zonas comunes en su urbanización, principalmente zonas verdes (34%), aunque un 21% tiene también áreas infantiles. De hecho, para las familias con hijos pequeños disfrutar de estas zonas de juego dentro de la promoción es un elemento muy valorado a la hora de comprar una vivienda. Sin embargo, los cambios de hábitos han dado lugar a la creación de nuevas áreas que comenzaron siendo zonas comunes premium solo presentes en urbanizaciones de lujo, pero que ahora se van incorporando cada vez a más promociones (siempre que se disponga de suficiente espacio para su instalación). Dentro de este grupo destacan la piscina en la azotea del edificio, la sauna o jacuzzi, la sala de proyecciones o la guest house o apartamento donde pueden alojarse los invitados cuando vienen de visita en lugar de ir a un hotel. ¿Cuáles son las zonas comunes más valoradas? La preferencia por las zonas comunes varía según la zona, el tipo de comprador y los cambios sociales. En principio, las familias con hijos pequeños buscan viviendas con zona de juegos. Mientras, los jóvenes, según un estudio de Aedas tras el impacto de la Covid-19, muestran un mayor interés por adquirir casas que disponen de piscina o jardín exterior. Este grupo también prefiere casas con despacho para poder trabajar desde el propio domicilio. Las salas de estudio y salas gourmet son valoradas por las familias, porque pueden dejar libres sus pisos de ciertas actividades que se pueden desarrollar en estas salas comunitarias. Otro factor que influye en los servicios que se incluyen en estas zonas es dónde está ubicada la vivienda. Por ejemplo, si se trata de una ciudad de interior se valora más la piscina o las zonas ajardinadas, pero en una zona de playa no tienen tanto valor porque se puede disfrutar del mar. Tras la experiencia del confinamiento y según el barómetro de Vía Célere, las zonas comunes más valoradas por los compradores de vivienda son los jardines, que suelen estar en casi un 34% de las promociones. En segundo lugar se sitúan los cuartos para bicicletas (24,7%), seguidos de los parques infantiles (21%), las piscinas comunitarias (15,6%) y las salas de estudio (11,2%). Cuánto revalorizan una vivienda las zonas comunes Las zonas comunes (piscina, zonas deportivas y jardín) aumentan el precio de una casa entre un 10% y un 30%, aunque este incremento varía según dónde se ubique la promoción. En las zonas de segunda residencia, los precios son diferentes a las ciudades, donde la oferta es de primera vivienda. Así, en el interior las zonas comunes pueden revalorizar el precio de una vivienda entre un 20% y un 30%, mientras que en las localizaciones costeras este incremento es menor, entre un 10% y un 15%. No te pierdas: Las viviendas que pueden revalorizarse tras la Covid-19 En el caso de las promociones que tienen piscina comunitaria, el precio de la vivienda es un 46,2% más caro, según un estudio de Idealista, porque solo el 20% de las viviendas en venta tienen piscina. No obstante, esta diferencia de precios es mucho mayor en unas comunidades autónomas que en otras; por ejemplo, en Andalucía supera el 80%, a pesar de ser la comunidad con mayor porcentaje de viviendas con piscina (32%). Mientras, en Madrid el precio aumenta un 13% (el 27% de sus viviendas tienen piscina). Por otro lado, la cuota de la comunidad es mayor en las promociones con zonas comunes por el gasto que supone su mantenimiento, pero su incremento no es tan relevante. Generalmente las promociones son grandes. y el gasto se reparte entre un mayor número de vecinos. Además, hay que tener en cuenta que cuanto mayor es la promoción hay más espacios comunitarios.