¿Cuánto cuestan las escrituras de un piso nuevo? Lo primero que debes saber es que, de todos los gastos que conlleva la compra de una vivienda nueva, probablemente los de la escritura de compraventa sean los más bajos. Sin embargo, no por ello debemos pasarlos por alto. Aproximadamente, su coste ronda los 500 euros. ¿Es un gasto obligatorio? Si hay préstamo hipotecario de por medio, sí, aunque es recomendable en todos los casos. En las próximas líneas vamos a contarte no solo cuánto cuestan las escrituras sino por qué es un gasto que debes incluir en tu presupuesto para comprarte una vivienda. Para ello, primero vamos a explicarte en qué consiste escriturar un piso y por qué se hace. ¿Cuánto cuestan las escrituras de una vivienda? En realidad, generalmente no se habla de una escritura, sino de dos: una cuando compras la vivienda y otra cuando terminas de pagar el préstamo hipotecario ¿Por qué son dos? Porque cuando terminas de pagar la hipoteca debes volver al notario con un representante del banco para que se pueda elevar a pública una segunda escritura que garantice que tu vivienda ya no tiene cargas. La primera recoge principalmente que la propiedad de la vivienda es tuya, pero que tiene cargas; esto es, que es tuya, pero que debes dinero por ella. La segunda recoge que la propiedad es tuya y que ya no soporta cargas. O, lo que es lo mismo, que podrías venderla o hipotecarla de nuevo. Las escrituras cuestan del orden de 500 euros, lo que las convierte en uno de los menores gastos asociados a la compraventa de una vivienda. Sin embargo, si la vivienda nunca estuvo registrada (puede suceder en viviendas de segunda mano) el inscribir la propiedad en el registro puede suponer más de 600 euros. De ser así, habría que recoger este sobrecoste en el contrato porque deberían pagarlo comprador y vendedor. Las dos escrituras de un piso nuevo cuestan alrededor de 500 euros cada una. No es un coste elevado, más si tienes en cuenta que escriturar el contrato de compraventa siempre es recomendable, sea obligatorio o no. ¿En qué consiste la escritura de un piso nuevo? La compra de una vivienda supone un gasto demasiado elevado como para dejar cabos sin atar. Y uno de los más importantes en toda transacción es el de tener un recibo de la misma. Pues bien, la escritura pública de compraventa de una vivienda es una especia de recibo legal de la operación que justifica el desembolso realizado y que ofrece absoluta seguridad jurídica a las dos partes implicadas: comprador y vendedor. No te pierdas: ¿Por qué necesitas a un notario para comprar tu vivienda? Para darle a la firma aun más relevancia el acuerdo se eleva a público ante notario. Él es la persona jurídica que da fe de que se ha llegado a un acuerdo en la compraventa y en las condiciones pactadas. Ese acuerdo -convertido ya en un documento legal- se presenta en el Registro de la Propiedad correspondiente para que así conste legal y públicamente. Los gastos de elevar a público la escritura de compraventa de un inmueble no son para el notario ni incluyen los gastos de notaría, que son los que se abonan al notario por su trabajo. Es el importe que cobra el Registro por guardar la documentación. No es obligatorio, pero sí recomendable En la web del Colegio de Registradores de España explican en relación a la escritura de una vivienda que si no se realiza la inscripción del contrato en el Registro de la Propiedad no hay constancia de que se ha producido un cambio de titularidad (compraventa), por lo que desde un punto de vista legal el propietario no ha cambiado. Si compras una vivienda pero no inscribes en el registro la escritura de la operación, el propietario sigue siendo quien te la vendió, por lo que podría venderla de nuevo o, si él tiene deudas, podrían embargarte a ti la vivienda, porque no consta como tuya. Así, en el despacho Matritense de Asesoría, la abogada Carmen Martín nos recuerda que es un trámite obligatorio si hay préstamo hipotecario. La entidad financiera no deja margen para el error y obliga a realizar la escritura antes de conceder el préstamo. Dicho de otro modo, para la entidad financiera, si la vivienda no está escriturada a nuestro nombre, no es viable pedir dinero prestado para ella. O más claro aún, como explica Martín: “No podemos hipotecar algo que no consta legalmente como de nuestra propiedad”. Por eso, en la notaría, cuando se firma el contrato de compraventa -y no antes-, el representante de la entidad financiera firma la concesión del préstamo hipotecario al nuevo propietario de la vivienda. ¿Cuál es la función del notario? La función del notario en el proceso de compraventa es la de elevar a público el documento. Esto es, crear un documento legal que recoja la voluntad de vendedor y comprador de llegar a ese acuerdo por el que la vivienda cambia de manos y que pueda ser registrado posteriormente para mayor tranquilidad de ambas partes. El notario es la figura imparcial que garantiza los términos del acuerdo a las dos partes. Básicamente, el notario es una figura imparcial que garantiza los términos del acuerdo de compraventa a las dos partes. Estos términos son, por ejemplo, que la vivienda no tiene cargas, que la documentación exigida consta en el acuerdo (certificado de eficiencia energética o cédula de habitabilidad) o que los pagos y gastos están acordados y distribuidos. ¿Qué datos constan en la escritura? Lo más importante que consta en una escritura de compraventa es la voluntad de las dos partes de realizar la operación y en qué condiciones han pactado hacerlo. Esto incluye quién se hace cargo de todos y cada uno de los gastos que genera la operación, tales como el pago al notario, el registro o los impuestos que correspondan. Más en concreto, en una escritura de compraventa aparecen el precio de la adquisición, la forma en que se abona (cheques, transferencia, etc.) pero también la situación de los pagos obligatorios previos para poder vender la vivienda, del tipo IBI o las cuotas de la comunidad de vecinos. Lógicamente, si la compraventa se realiza a través de una hipoteca, en la escritura constará que la vivienda tiene una carga, que es el préstamo hipotecario que el nuevo propietario acaba de solicitar al banco. Con la nueva Ley Hipotecaria, el notario tiene mayor presencia en la operación y debe comprobar que la propuesta del banco no incluye cláusulas ilegales. Además, debe explicar bien al comprador los términos del préstamo y asegurarse de que los entiende perfectamente.