Afortunadamente, los gastos de notaría en la compra de una vivienda no son especialmente cuantiosos si los comparas con el resto de desembolsos a los que tendrás que hacer frente. Por si no lo sabes, los gastos totales en la compra de una vivienda nueva suelen suponer en torno al 10-15% del precio del inmueble. Entre otros, estos gastos incluyen el pago de impuestos (IVA, etc.), la tasación de la vivienda, la apertura de la hipoteca... También, cómo no, los gastos notariales de los que vamos a hablarte en las siguientes líneas. Lo primero que debes saber sobre los gastos notariales relativos a la compra de una casa es que existen dos tipos: los relacionados directamente con la compra del inmueble en sí y los que son consecuencia de la contratación de una hipoteca (si es el caso). Los primeros corren por tu cuenta. Sin embargo, desde la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria, los segundos deben ser costeados por el banco. La nueva normativa establece que el comprador solo debe abonar la tasación de la vivienda, la comisión por apertura de la hipoteca y las copias de las escrituras del préstamo hipotecario. ¿Cuáles son los gastos de notaría en la compra de una vivienda? Básicamente, los gastos notariales o aranceles notariales son los honorarios que percibe el notario por certificar la validez del contrato y elevar a escritura pública el acuerdo. El comprador es libre de elegir al notario que quiera. Estos gastos de notaría de la compra de una vivienda son fijos, ya que se rigen por unas tasas establecidas por el Gobierno en función del precio declarado de la vivienda. No obstante, puedes conseguir un descuento del 10% en estos servicios. En el caso de que se trate de la adquisición de una vivienda de protección oficial o de una subrogación, estos aranceles son menores. Otro aspecto importante que debes tener en cuenta es que los honorarios notariales son sólo una pequeña parte de lo que se paga en la notaría. Tal y como explica el Consejo General del Notariado, la mayor parte de la factura es una provisión para hacer frente a impuestos, honorarios de registradores y otros gastos que se generan y que el notario abona en nombre del cliente. Haciendo un cálculo general, los gastos de notaría en la compraventa de una vivienda oscilan entre los 500 y 1.000 euros. En ocasiones, estos costes pueden incrementarse algo por aspectos variables como el número de copias de la escritura de la vivienda, su extensión... Asimismo, en ellos hay que incluir, además de las gestiones propias de la compra, aquellas realizadas previamente, como por ejemplo el contrato de arras. Una cosa más: el notario está obligado a entregar una factura detallada con todos los gastos. Finalmente, junto a todos estos gastos de notaría relativos a la compra de la vivienda, el propietario debe abonar los costes por inscribir la escritura firmada en el Registro de la Propiedad. Estos gastos de registro nuevamente están regulados por ley y dependen del valor del inmueble. No obstante, su importe suele rondar los 500 euros aproximadamente.