Tradicionalmente, el mercado de la vivienda ha sido una de las inversiones más seguras. De hecho, invertir en vivienda ofrece una rentabilidad muy superior a la de muchos productos financieros, tanto si el inmueble se adquiere para venderlo en unos años como si es para su alquiler. Por este motivo, el ladrillo continúa siendo un valor refugio para muchos inversores y SOCIMIs. La vivienda se ha revalorizado un 148% en los 25 años que van desde 1995 a 2019, según Sociedad de Tasación (6% anual a pesar de la recesión entre 2008 y 2013). Esta rentabilidad ha de compararse con la de los Bonos del Estado a 10 años (3,4%) o la de los depósitos bancarios (0,3%). Sin embargo, hay dos claves a favor de comprar vivienda de obra nueva como inversión. Por un lado, las viviendas de obra nueva son activos seguros y rentables que suelen revalorizarse con el tiempo (en Stoneweg Living estiman que se revalorizan un 20% más que las de segunda mano). Una vivienda de obra nueva se revaloriza un 20% más que una de segunda mano. Por otro lado, comprar vivienda como inversión es menos arriesgado que hacerse con activos financieros rentables, como la bolsa. Eso es así porque no se necesitan conocimientos financieros tan elevados para invertir en el mercado residencial. Cinco ventajas de invertir en vivienda Estas son las principales ventajas de invertir en vivienda: Rentabilidad. Como ya te hemos comentado unas líneas más arriba, si adquieres un inmueble podrás obtener ingresos recurrentes mediante el alquiler (de temporada o vacacional) o puntuales mediante la venta. En cualquier caso, desde el momento de la adquisición elevas tu patrimonio personal. La menor oferta disponible de obra nueva hace que su revalorización sea aún mayor. Seguridad. La seguridad de invertir en vivienda viene asociada a su escasa volatilidad. Este concepto indica que el precio del activo sube y baja mucho, como ocurre con la Bolsa. Pero no ocurre con la vivienda. Puede subir más o menos, pero los precios son estables. Si la tienes alquilada, recibirás tus ingresos de forma regular y sin alteraciones. Y si la vendes más adelante, podrás beneficiarte de la revaloración que haya sufrido con el paso de los años. Demanda de vivienda en alquiler. Si te decantas por alquilar la vivienda para sacarle partido, podrás beneficiarte de la gran demanda que hay de viviendas en alquiler. Muchas personas carecen de ahorros suficientes para comprar y se ven en la obligación de alquilar. Esto eleva la demanda y los precios, lo que beneficia a quienes disponen de inmuebles para su arrendamiento. Liquidez. En un momento de necesidad puedes vender la vivienda y disponer de mucha liquidez. Beneficios fiscales. Por último, aunque no por ello menos importante, si inviertes en vivienda puedes beneficiarte en algunos casos de beneficios fiscales. Por ejemplo, si el arrendamiento es como vivienda habitual, se puede lograr una deducción del 60% sobre el total de las rentas obtenidas por el arrendamiento. ¿Por qué es mejor comprar obra nueva como inversión? A grandes rasgos, es mejor comprar una vivienda nueva que usada como inversión porque se alquilan con más facilidad (rapidez) y a mayor precio debido a su valor añadido: son a estrenar, más modernas, ofrecen una mejor distribución, mejores materiales y, sobre todo, mayor eficiencia energética. Otras razones a favor de la obra nueva es que la vivienda está más y mejor equipada (electrodomésticos, etc.). Además, suelen contar con mejores zonas comunes: jardines, piscinas, salas de juego, etc. Muchas viviendas de segunda mano, por muy reformadas que estén, no pueden ofrecer estas comodidades o no forman parte de una urbanización. Finalmente, una vivienda de obra nueva se puede alquilar desde el primer día sin tener que hacer reformas y no va a requerir tantas reparaciones, además de estar en garantía. Recuerda que la ley obliga a las promotoras a ofrecer tres garantías distintas: un año para cubrir los daños materiales de construcción; tres años para cubrir daños que se hayan dado en el edificio o en las instalaciones; y diez años para posibles daños estructurales. Ventajas de comprar obra nueva como inversión Estas son las principales ventajas de comprar una vivienda de obra nueva que vas a destinar a la inversión, bien mediante el alquiler o mediante su posterior venta: La vivienda está para entrar a vivir, no es necesario realizar reformas y dispones de una triple garantía que te asegura que no vas a tener que poner dinero para reformas, reparaciones o derramas. La vivienda consumirá menos gracias a unos materiales más modernos, resistentes, duraderos y eficientes. Esto redunda en unos menores costes de mantenimiento y conservación. Puedes personalizar la vivienda durante su construcción, de tal modo que su distribución, acabados o calidades supongan un valor añadido sobre otros inmuebles (y así alquilarla o venderla antes que la competencia). Dispones de soluciones de aparcamiento, ya que con la vivienda suele incluirse la opción de comprar una, dos o incluso más plazas de garaje (encima a un precio algo más reducido que el de mercado). Estas plazas puedes alquilarlas o venderlas posteriormente. Al tratarse de viviendas más modernas y que se suelen localizar en urbanizaciones dan respuesta a las nuevas necesidades de los compradores, como pueden ser las zonas comunes y privadas del tipo trastero, jardín, piscina, área infantil, pistas deportivas, etc. Ventajas financieras de comprar vivienda de obra nueva como inversión Hemos dejado para el final algunas de las ventajas más importantes cuando hablamos de comprar vivienda nueva como inversión, las financieras: Inversión de futuro. El precio de una vivienda de obra nueva crece desde que la compras sobre plano y mientras se construye. A ese beneficio inicial (en torno a un 20%) debes añadir el que obtengas con el arrendamiento y la revalorización del inmueble con el paso de los años. Flexibilidad en los pagos. La compra sobre plano hace más flexibles los pagos, ya que solo hay que abonar el 10% del precio de la vivienda a la firma del contrato y otro 10% en diferentes cuotas durante su construcción. Requiere, por lo tanto, un menor esfuerzo económico inicial (en las compras de un piso de segunda mano con hipoteca necesitas tener ahorrado de inicio el 20% que no cubrirá el banco). Mejor financiación. En obra nueva, la hipoteca no debe firmarse en el momento de la compra, sino cuando está lista la vivienda. Este plazo de tiempo adicional con respecto a una vivienda usada (en muchos casos casi dos años), te permitirá ahorrar más, por lo que es posible que necesites pedir menos dinero prestado al banco. Por otro lado, te permitirá rastrear más tranquilamente el mercado hipotecario para obtener el mejor préstamo. Como ves, existen muchas razones para elegir una vivienda de obra nueva como inversión en lugar de una de segunda mano: rentabilidad, mejores condiciones financieras, facilidad de alquiler o de venta, menores costes de mantenimiento y consumos, más y mejores servicios y un largo etcétera.