Sin duda alguna, invertir en vivienda es una de las ideas que, tarde o temprano, ronda la mente de muchas personas que tienen algunos ahorros en el banco y quieren sacar una mayor rentabilidad. Más, en un momento en el que se juntan varios factores que incrementan las ventajas de comprar una casa nueva para invertir. Por un lado, los productos financieros no ofrecen una gran rentabilidad, lo que hace que algunos inversores prefieran destinar su dinero a la compra de inmuebles. Por otro lado, la financiación ofrece ahora mismo unos tipo de interés atractivo debido al Euribor en negativo desde febrero, lo que abarata las hipotecas. Hace ya algún tiempo te dábamos algunos consejos para invertir en una vivienda. Hoy queremos contarte cuáles son las ventajas de invertir en una vivienda de obra nueva. Aumentas tu patrimonio e ingresos con una inversión no muy arriesgada El primer beneficio de comprar un piso nuevo (aquí tienes algunos consejos para hacerlo con éxito) es que incrementarás tu patrimonio con un activo que, normalmente, se revalorizará con el paso del tiempo. Es verdad que no debes caer en el error de pensar que la vivienda nunca baja su precio, porque la pasada crisis demostró que puede ocurrir. Pero igual de cierto es que lo habitual es que, en mayor o menor medida, el inmueble aumente su valor con los años. Por otro lado, y desde el punto de vista de la inversión, el mercado inmobiliario se considera menos arriesgado que otros, como por ejemplo la bolsa. Además, y siempre que esté a precio de mercado, contar con un piso nuevo en alquiler te garantizará un ingreso fijo todos los meses que puede servirte para pagar parte de la hipoteca de ese inmueble (si lo has comprado con un préstamo). Mayor rentabilidad Si ya has tomado la decisión de invertir en vivienda tienes dos opciones: comprar un inmueble con la idea de venderlo más adelante cuando se haya revalorizado lo suficiente o comprar la vivienda y alquilarla; esta última es la más empleada por la mayoría de los inversores, ya que desde el primer momento te permitirá recuperar parte del dinero invertido en la nueva propiedad. Sin duda alguna, una de las principales ventajas de comprar una vivienda para invertir es que la rentabilidad que ofrece el mercado inmobilario está muy por encima de otros productos financieros. El último informe del Banco de España cifraba en un 0,1% la rentabilidad de los depósitos y un 0,2 la de los Bonos del Estado a 10 años (fue de 1,4% en 2018). Frente a estos intereses, la rentabilidad bruta por el alquiler se sitúa en el 3,8 durante el tercer trimestre de 2019. Por otro lado, la rentabilidad total de la vivienda (alquiler más variación de precios) se situó en un 9,2% según los últimos datos correspondientes al segundo trimestre del año. Si analizamos la evolución de la rentabilidad de la vivienda en los últimos tres años, tanto bruta como en su conjunto (alquiler más variación de precios), vemos que se ha estancado un poco: 4,3%, 4,2% y 4,0% (2016, 2017 y 2018) en el primer caso; y 8,9%, 11,4% y 10,6% en el segundo. No obstante, y en comparación con otras opciones de inversión, el mercado inmobiliario continúa siendo uno de los más rentables. Además, no es necesario tener conocimientos económicos tan profundos como en otras materias de inversión. Por otro lado, revisando el Índice de Precios de la Vivienda (INE) en tasa interanual vemos que su valor también se ha incrementado durante los tres últimos años (4,7%, 6,2% y 6,7% en 2016, 2017 y 2018, respectivamente). Es verdad que a lo largo de 2019, los precios de la vivienda sí han sufrido una desaceleración, pero continúan al alza con respecto al año pasado (en concreto, durante el segundo trimestre de 2019, los precios de la vivienda se situaron en el 5,3%). Ventajas fiscales Si compras una vivienda nueva para ponerla en alquiler también tienes ventajas fiscales: al declarar los ingresos obtenidos por el alquiler en la declaración de Hacienda puedes restar unos gastos y aplicar una reducción del 60 % si la casa está alquilada como vivienda habitual. Así obtendrás los ingresos netos que tienes que declarar en el IRPF. ¿Qué gastos puedes desgravar? Básicamente todos aquellos que tienes que soportar por tener la vivienda en alquiler. Toma nota: Los intereses y comisiones de préstamos vinculados con la compra o mejora de la vivienda. Los impuestos como el IBI, la tasa de basura, el alumbrado o el vado. Los gastos de comunidad. Los gastos de conservación y reparación de la vivienda, exceptuando los de mejora o ampliación del inmueble. La prima del seguro de hogar. La amortización de la vivienda, que es un 3% del valor catastral de construcción (ese dato aparece en el recibo del IBI). Los gastos de suministros como luz, agua, gas y teléfono (si no los paga el inquilino). Los gastos de formalización del contrato de alquiler. A los ingresos brutos obtenidos por el alquiler se resta el total de gastos deducibles y sobre la cantidad resultante se aplica una reducción del 60% para obtener la cantidad que se tiene que declarar como rendimiento del capital inmobiliario en la declaración de Hacienda. Traducido a cifras significa que si los ingresos netos obtenidos por el alquiler suman 12.000 €, solo se incluye en la declaración el 40% (en este caso, 4.800 €). Mucha demanda de pisos de alquiler Actualmente, en el mercado existe una gran demanda de viviendas de alquiler. Según datos del Ministerio de Fomento, la tasa de personas que viven de alquiler roza el 23,9%, un 3,5% más que en 2011. Traduciendo en viviendas, estos números significan que se han creado más de 700.000 nuevos hogares en alquiler desde 2011. Sin embargo, la oferta de vivienda en alquiler es insuficiente para la actual demanda. La consecuencia es un aumento creciente del precio de los alquileres en las zonas con más demanda de este tipo de inmuebles (sobre todo las grandes ciudades como Madrid y Barcelona). Ante esta situación, invertir en una vivienda nueva en una de estas zonas con mayor demanda de alquiler es una excelente opción, ya que rápidamente podrás alquilarla. Más si es un inmueble nuevo, ya que el alquiler de viviendas se concentra sobre todo en los edificios más antiguos. Los pisos nuevos se alquilan más rápido Otra de las grandes ventajas de comprar una casa de obra nueva como inversión es que podrás alquilarla más rápidamente que una usada por dos razones. La primera porque, como ya te hemos comentado, que sea nueva supone un valor añadido ante los posibles inquilinos. El segundo motivo es las viviendas nuevas son aptas para alquilar desde el primer momento. Es decir, a diferencia de lo que suele ocurrir con las de segunda mano, no necesitan de una reforma o lavado de cara antes de ponerse en alquiler. Con un piso a estrenar te ahorrarás esta puesta a punto de la vivienda y además podrás captar a inquilinos dispuestos a pagar un precio superior por disfrutar de un inmueble nuevo. Casas más equipadas y con más servicios Las viviendas de obra nueva tienen la ventaja de que se entregan con las cocinas equipadas, con vitrocerámica, horno, microondas e incluso, a veces con lavadora, por lo que está lista para entrar a vivir el inquilino, sin necesidad de invertir en electrodomésticos. Además, las viviendas nuevas suelen emplazarse en modernas urbanizaciones dotadas con servicios y zonas comunes (piscina, gimnasio, área de juegos infantiles, espaciosos garajes, etc.) que la mayoría de viviendas de segunda mano no ofrecen. Es, sin duda, otro atractivo interesante de cara a captar inquilinos o futuros compradores. Evitarás reparaciones imprevistas Como ya te contamos en nuestro reportaje sobre qué cubre la garantía de una casa nueva, todas las promociones de obra nueva están obligadas por ley a tener tres tipos de garantías: de un año para daños materiales por vicios o defectos de ejecución; de tres para los daños materiales causados en el edificio por vicios o defectos de los elementos constructivos o de las instalaciones que ocasionen el incumplimiento de los requisitos de habitabilidad; y de diez para los vicios o defectos que afecten a los elementos estructurales. Gracias a estas garantías te evitarás sustos y gastos extraordinarios en caso de averías imprevistas, ya que su coste deberá ser cubierto por ellas (salvo que el inquilino sea responsable directo de la avería). Ahora que ya conoces las principales ventajas que tiene comprar una vivienda nueva como inversión, ten en cuenta que antes de hacerlo es importante que analices bien numerosos aspectos: las características del inmueble, la demanda y precios de diferentes zonas, la rentabilidad del alquiler, los gastos asociados a la compra, etc.