El Código Técnico de la Edificación (CTE) es, según apunta el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, "el marco normativo que establece las exigencias que deben cumplir los edificios en relación con los requisitos básicos de seguridad y habitabilidad establecidos en la Ley 38/1999 de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación (LOE)". El CET también establece los requisitos que debe cumplir un edificio para ser considerado de energía casi nulo, como marca la normativa europea. Según apunta el Ministerio en su web, la existencia de esté código se debe a lo siguiente: “Ante la creciente demanda de calidad por parte de la sociedad, la Ley establece los requisitos básicos que deben satisfacer los edificios de tal forma que la garantía para proteger a los usuarios se asiente no sólo en los requisitos técnicos de lo construido sino también en el establecimiento de un seguro de daños o de caución. Estos requisitos abarcan tanto los aspectos de funcionalidad y de seguridad de los edificios como aquellos referentes a la habitabilidad.” Las exigencias básicas de calidad que deben cumplir los edificios se refieren a materias de seguridad (seguridad estructural, seguridad contra incendios, seguridad de utilización) y habitabilidad (salubridad, protección frente al ruido y ahorro de energía). El CTE también se ocupa de la accesibilidad como consecuencia de la Ley 51/2003 de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad, LIONDAU. De este modo, el Código Técnico de la Edificación pretende dar respuesta a la demanda de la sociedad en cuanto a la mejora de la calidad de la edificación a la vez que persigue mejorar la protección del usuario y fomentar el desarrollo sostenible. Se aplica a edificios de nueva construcción, así como a intervenciones en edificación existente, como pueden ser obras de ampliación, modificación, reforma o cambio de uso, teniendo siempre en cuenta la excepcionalidad de determinadas construcciones protegidas desde el punto de vista ambiental, histórico o artístico. El Código Técnico de la Edificación ha sido una herramienta fundamental que ha permitido que la normativa técnica de la edificación pase de ser de uso exclusivo de técnicos y profesionales a ser de uso común para todos los agentes implicados en el mundo de la construcción. Una de las principales novedades que introduce CTE respecto a la legislación anterior de la edificación en España es el enfoque por objetivos o prestaciones, que son el conjunto de características objetivas de un edificio que contribuyen a determinar su aptitud para responder a las diferentes funciones para las que fue diseñado. En otro orden de cosas, la Unión Europea aprobó una Directiva en 2010 para establecer los objetivos de optimización de la eficiencia energética de los edificios a partir de 2020. Esta norma establecía como meta conseguir una reducción del 20% de las emisiones de efecto invernadero, un ahorro del consumo energético, una mejora de la eficiencia energética del 20% y un consumo del 20% de energías renovables. El objetivo de estas medidas es reducir el consumo energético de los edificios, ya que el sector de la construcción consume el 40% de la energía producida a nivel mundial y produce un 35% de las emisiones de efecto invernadero. Para lograr estas metas, desde el 30 de diciembre de 2020 todos los edificios de viviendas tienen que tener un consumo de energía casi nulo. Los edificios públicos ya tenían que cumplir esta exigencia desde el año 2018. De este modo, y como ya hemos comentado, el Código Técnico de la Edificación establece cómo deben ser los edificios para ser considerados de consumo de energía casi nulo. A modo de resumen puede decirse que el CTE se encarga de enunciar los criterios que deben cumplir los edificios pero deja abierta la forma en que deben cumplirse estas reglas. Esta particularidad, que está presente en las regulaciones de la mayor parte de los países de nuestro entorno, permite la configuración de un entorno normativo más flexible. ¿Cuándo y cómo surge el Código Técnico de la Edificación? Ahora que ya sabemos qué es el Código Técnico de la Edificación, vamos a ver cómo surgió. El CTE tiene su origen en la ley de Ordenación de la Edificación (LOE) de 1999, donde se establecía la obligación de crear un código técnico que recogiese las normas básicas que debían cumplir los edificios. Con anterioridad, la edificación se regía por las Normas Básicas de la Edificación de 1977, que unificaban toda la regulación del sector. Estas normas, a su vez, sustituían a las normas técnicas que regulaban el sector desde 1957. Con la aprobación de la Ley de Ordenación de la Edificación se actualizó la normativa y se autorizó al Gobierno para que aprobase un Código Técnico de la Edificación que recogiera las exigencias que los edificios debían cumplir en cuanto a seguridad y habitabilidad. El CTE fue aprobado en 2006 y desde su aprobación ha tenido varias actualizaciones como consecuencia de la transposición de las directivas europeas relacionadas con la eficiencia energética de los edificios que han sido aprobadas durante estos años. Hasta la aprobación del nuevo código en 2006, la regulación de la edificación había sido de carácter prescriptivo: establecía los procedimientos aceptados o las guías técnicas que debían seguirse a la hora de construir un edificio. Este tipo de códigos suponen en la práctica una barrera técnica que obstaculiza la aplicación de innovaciones tecnológicas al proceso de edificación. Últimas modificaciones en el Código Técnico de la Edificación Con el fin de cumplir el objetivo de que todos los edificios residenciales tengan de consumo de energía casi nulo este año, en diciembre de 2019 se aprobó la última modificación del CTE que transpone la directiva europea de eficiencia energética de 2010. Los cambios se han centrado en el documento básico de ahorro de energía, revisando los requisitos exigidos a los edificios nuevos y existentes para que reduzcan el consumo energético, incorporen energías renovables y aumente la calidad de la edificación. España cuenta con un parque inmobiliario ineficiente desde el punto de vista energético, ya que el 90% de las viviendas están construidas antes de la aplicación del CTE y el 60% no cumple ninguna normativa de eficiencia energética. Con esta modificación del Código Técnico de Edificación se quiere mejorar la eficiencia energética de los edificios. El objetivo es que los edificios nuevos sean más eficientes pero también que garanticen la salud, el confort y la seguridad de los usuarios. Así, los nuevos edificios deberán consumir un 40% menos de energía que hasta ahora, gracias a la limitación del consumo de energía primaria total y a un mayor uso de las energías renovables. También se obligará a incrementar la calidad de la envolvente térmica de las construcciones y al uso de tecnologías eficientes y sostenibles en el acondicionamiento de los espacios interiores para conseguir el máximo confort térmico con el mínimo consumo de energía. Estas modificaciones incorporadas en el CTE son de aplicación obligatoria en las obras de nueva construcción y en las intervenciones de edificios ya existentes nueves meses después de su entrada en vigor, tomando como referencia la fecha de solicitud de la licencia de obras.