Los electrodomésticos que se venden en Europa llevan una etiqueta que informa de su eficiencia energética desde los años 90. Sin embargo, esta etiqueta se cambió el 1 de marzo de 2021. Eso sí, hasta 2022 algunos aparatos como aires acondicionados y secadoras mantenían la etiqueta antigua. La idea de esta nueva clasificación energética de los electrodomésticos es la de ayudar al consumidor a valorar la eficiencia del aparato a la hora de comprarlo. Un electrodoméstico puede ser más caro, pero al ser más eficiente permitirá un ahorro de dinero, por lo que los usuarios siempre están interesados en conocer cuáles son los electrodomésticos que menos consumen y los que más. Del mismo modo, se consigue también una mayor concienciación medioambiental entre los consumidores. Qué es la clasificación energética de un electrodoméstico Los electrodomésticos más eficientes son los que consumen menos electricidad (y agua). Europa impulsó una clasificación energética para estimular a compradores y fabricantes a deshacerse de los electrodomésticos menos eficientes. Con la nueva clasificación energética, lo más eficiente que puede comprarse es una categoría B y lo menos eficiente, una G. Se decidió crear una clasificación por letras en una escala de la A, a la G, a la que luego se añadieron signos + (de uno a tres). Las letras que designaban a los electrodomésticos más eficientes eran verdes y las que designaban a los menos eficientes eran rojas para avisar al consumidor. Con el tiempo, desaparecieron los electrodomésticos con etiquetas rojas (categorías D, e inferiores) porque daban mala imagen a los fabricantes y nadie los compraba. Sin embargo, los usuarios entendían que todos los electrodomésticos eficientes (categoría A) eran iguales y que sólo los diferenciaba el precio. Así, compraban un A+ pensando que era igual de eficiente que un A+++. Nuevo etiquetado energético MITECO La nueva clasificación y sus ventajas A raíz de ese equívoco la Unión Europea decidió establecer una nueva clasificación energética más clara y basada en nuevos estándares de eficiencia. En esta nueva clasificación energética no hay cabida aún para electrodomésticos clase A. Lo más eficiente que puede comprarse hoy es una categoría B y lo menos eficiente, una clase G. Según la nueva clasificación, cuando el 30% de los nuevos electrodomésticos obtengan la categoría A, o cuando el 50% se No hay símbolos que puedan llevar a la confusión. Los nuevos pictogramas (dibujos) son más intuitivos y fáciles de leer y se incorpora un código QR que aporta información adicional. Este QR lleva a una web de la Unión Europea, la ERPEL o Base de Datos Europea de Productos para el Etiquetado Energético, donde se pueden ver datos como fabricante, modelo, referencia y clasificación energética del electrodoméstico. A quién beneficia este nuevo etiquetado energético Este nuevo etiquetado energético beneficia a los europeos, que tienen una clasificación actualizada según los baremos de eficiencia energética que establezca la Unión Europea para los electrodomésticos. A partir de ahora, quien quiera valorar un electrodoméstico nuevo podrá hacerlo en función de su eficiencia energética sabiendo que las categorías más altas suponen un ahorro de energía considerable y un apoyo al medio ambiente. Etiqueta de Eficiencia Energética La antigua etiqueta La antigua etiqueta de eficiencia energética irá desapareciendo poco a poco, pero la UE ha anunciado que todavía la clase A+ podrá verse hasta 2023, y en 2022 todavía puede verse en secadoras y aires acondicionados. Para facilitar la transición entre la antigua y la nueva etiqueta de eficiencia energética, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España (MITECO) ofrece una imagen comparativa de las dos donde se perciben fácilmente los cambios. Motivos de la actualización en la clasificación La nueva etiqueta de clasificación energética de los electrodomésticos viene apoyada en el éxito que ha tenido desde su implantación en 1994. Que resulte imposible encontrar electrodomésticos de baja eficiencia energética demuestra la concienciación de los consumidores europeos. La idea desde la UE es mantenerla para que consumidores y fabricantes demanden electrodomésticos más eficientes desde un punto de vista energético. Esto se traducirá en un ahorro para los consumidores y en menos emisiones de CO2 en Europa. La UE tiene un ambicioso objetivo de cero emisiones para 2050. Por otro lado, se estima en un ahorro de 1.000 euros en la vida útil de un electrodoméstico de gran consumo energético como un frigorífico (tiene un motor) a través de su ahorro en electricidad si se adquiere un antiguo A+++ o un actual B. La nueva etiqueta ecológica no supone grandes cambios con la anterior, pero sí es más exigente a la hora de otorgar las categorías de mayor eficiencia. Recuerda que la nueva clase A está todavía sin asignar porque se le concederá a los electrodomésticos del futuro, que se espera que sean mucho más eficientes que los actuales.