España tiene un parque residencial donde la mitad de las viviendas tienen más de 40 años, el 80% supera los 18 años y el ritmo de envejecimiento crece un 3,3 % anual. Además, un 85 % del parque residencial ha sido construido antes de la aprobación del Código Técnico de la Edificación (CTE), por lo que carece de las medidas de eficiencia energética que hoy se exigen en las viviendas de obra nueva. Con este panorama, hacer reformas para que las viviendas de segunda mano sean más eficientes es una prioridad en el mercado. A día de hoy, obtener el certificado de eficiencia energética es obligatorio para vender una vivienda. El certificado energético es un documento que acredita el nivel de consumo y contaminación de una vivienda. Es decir, indica cómo de eficiente es dicha vivienda. Vamos a explicar cuáles son las reformas que se deben realizar para conseguir que la vivienda sea más eficiente energéticamente y así poder lograr una mejor certificación energética. Renovar las ventanas La sustitución de las ventanas es una reforma fundamental cuando se trata de hacer más eficiente la vivienda, porque son responsables de la pérdida de un 30% de la energía del hogar. El cambio de las ventanas de madera o aluminio por otras de doble o triple cristal que tengan rotura de puente térmico limita al máximo el gasto energético. Si, además, se instalan ventanas de PVC con cristales bajo emisivos que no dejan que se pierda el calor de la vivienda, el ahorro de energía será mayor. En cuanto a los tipos de ventana se aconseja instalar modelos batientes mejor que correderas y aislar también la caja de las persianas para que no se filtre el aire. Instalar aislamiento en las paredes A través de las paredes y muros de la casa que no tienen ningún tipo de aislamiento se calcula que se pierde el 25% de la energía. El problema es cómo hacer esta reforma en un piso que está dentro de un edificio. En este caso, la mejor solución es que la comunidad de vecinos acuerde la renovación de la fachada para instalar el aislamiento. Si no es posible aislar la vivienda desde el exterior, se puede hacer desde el interior colocando un sistema de trasdosado para poner un aislamiento en las paredes interiores. El inconveniente es que se come mucho espacio dentro de la vivienda. Aislar suelos y techos Los pisos que están en la última planta del edificio son los que más necesitan aislar los techos, porque sufren más la temperatura exterior. En este caso, la reforma consiste en la instalación de un falso techo con aislamiento térmico de lana de roca, fibra mineral o poliestireno. En el suelo también se puede poner algún tipo de aislamiento o instalar un suelo laminado o vinílico aislante sobre el suelo original. Renovar las tuberías de la casa Cuando la vivienda es antigua precisa también un cambio de las tuberías de baños y cocina, para instalar unas nuevas que permitan un mayor caudal de agua para un mismo consumo energético. También se recomienda colocar material aislante protegiendo las tuberías de agua caliente y fría, para evitar que se produzcan pérdidas de calor y condensaciones en los conductos. Actualizar el sistema eléctrico y la iluminación Un sistema eléctrico antiguo es un peligro en la casa porque puede provocar un incendio. Si el cableado está en mal estado puede calentarse, provocar chispas y comenzar a arder. También es posible que no tenga capacidad para soportar las necesidades de energía de los electrodomésticos actuales por lo que es recomendable en una reforma de la vivienda, cambiar el sistema eléctrico. La iluminación con bombillas incandescentes y halógenos propias de las viviendas antiguas tiene que ser sustituida por bombillas Led para ahorrar en consumo de energía y conseguir un uso eficiente de la energía. Los halógenos llevan transformadores que generan campos electromagnéticos y son poco eficientes. También podemos instalar dispositivos para programar el encendido y apagado de las luces según la luz solar y crear ambientes diferentes de iluminación en cada estancia. Se calcula que una vivienda construida en los años ochenta puede ahorrar entre el 30 y el 80% de la energía, tras la reforma. Mejorar el sistema de calefacción Esta mejora se consigue sustituyendo la vieja caldera por una de gas natural de baja temperatura y de condensación que reduce el consumo de energía un 25% respecto a una caldera tradicional. También se puede optar por instalar suelo radiante, que es un sistema de calefacción muy eficiente o instalar energías renovables como placas solares o calderas de biomasa. La instalación de placas solares es una de las reformas que puedes hacer en tu vivienda aunque vivas en un piso, porque está permitido la instalación de estas placas también individuales. Tips para mejorar la eficiencia energética de la vivienda Además de las reformas para mejorar la eficiencia de la casa, puedes poner en práctica algunos hábitos con el objetivo de que tu casa sea más eficiente. Toma nota: Pon termostatos en los radiadores. Si tienes un sistema de calefacción central en el que no puedes regular la temperatura de la calefacción puedes instalar termostatos en cada radiador para controlar la temperatura. Utiliza grifos monomandos para regular mejor el consumo de agua. Instala sistemas de descarga parcial en la cisterna del inodoro para que no se malgaste tanta agua. Utiliza electrodomésticos con la máxima eficiencia energética, aunque sean más caros compensas el gasto con el ahorro que consigues en el consumo de energía. Con una buena reforma energética de la vivienda, se puede conseguir que mejore dos letras en la calificación energética.