¿Cuánto tarda en ejecutarse un embargo? Esta es la pregunta que se hacen tanto las personas responsables de la deuda, como las que están esperando su cobro. Sin embargo, no hay un plazo exacto, ya que depende de factores diversos como el juzgado, la entidad que solicite la deuda, etc. Eso sí, el procedimiento para la ejecución de un embargo sí establece unos pasos con unos tiempos determinados que veremos un poco más abajo. Otra cosa más: como regla general, debes saber que el proceso es lento. Antes de continuar es importante concretar bien qué es un embargo. Se trata de un procedimiento legal destinado a asegurar el cobro de una deuda a través de la retención de unos activos o bienes determinados (físicos o financieros) por un importe similar -siempre que sea posible- al de la deuda contraída. Estos activos se venden posteriormente con el objetivo de saldar esa deuda. La elección de estos activos se puede pactar entre las dos partes o, si no hay acuerdo, se pasa a la vía judicial y es un juez el que puede solicitar que se investigue el patrimonio del deudor y se establezcan los bienes a embargar. Este sería un embargo judicial, pues las órdenes las daría un juez y no una autoridad administrativa. Un embargo puede ser preventivo o ejecutivo. En el primero se embargan los bienes para garantizar el cumplimiento de una sentencia que aún no se ha dictado, mientras que en el ejecutivo se embargan cuando ya se ha establecido una sentencia. Plazos de un embargo ¿Cómo funciona el proceso de un embargo? Si pese a existir una sentencia condenatoria el deudor decide no pagar, el acreedor puede instar la ejecución judicial de esa sentencia. En este caso, será un juez el encargado de decretar el embargo para el abono de la deuda. No obstante, y aunque llegar a ese punto (el juicio) ya ha llevado algún tiempo, los plazos de ejecución de un embargo empiezan a contar desde el momento en el que el juez decreta la ejecución de la sentencia y no antes. Así, para saber cuánto tarda en ejecutarse un embargo hay que ir sumando días a partir del momento en el que el juez fija un día y una hora para llevar a cabo el embargo de los bienes del moroso. En esa fecha se reúnen las tres partes implicadas para identificar y determinar el valor de los bienes a embargar. El proceso a seguir es el siguiente: una vez declarada la sentencia hay que esperar a que sea firme. Es decir, deben pasar los plazos procesales sin que el condenado la recurra. Normalmente, este proceso dura 20 días hábiles (sin incluir sábados ni festivos). Una vez declarada firme la setencia hay que esperar otros 20 días hábiles para poder ejecutarla, ya que es el plazo establecido por la ley procesal civil para que el deudor pueda cumplir la sentencia de forma voluntaria y no sea necesario iniciar el proceso de ejecución de la misma o, lo que es lo mismo, el embargo de los bienes. Si el moroso decide no cumplir la sentencia, el acreedor puede solicitar la ejecución de la misma mediante una demanda ejecutiva que se presenta en el mismo juzgado. La ejecución de un embargo tarda aproximadamente 40 días hábiles desde que el juez dicta la sentencia. Como ves, la respuesta a cuánto tarda en ejecutarse un embargo es 40 días hábiles desde que se dicta la sentencia: 20 para que esa sentencia sea firme y otros 20 para que pueda ejecutarse. No obstante, existen algunos embargos (como por ejemplo el de cuentas bancarias) que a veces incluso se hacen antes de que al deudor le llegue la demanda como medida preventiva para que éste no deje la cuenta a cero y evite así la ejecución. Si el deudor paga todo lo que debe, no hay embargo No tendrá lugar el embargo si el moroso salda la deuda en la cuenta del juzgado en el plazo de 10 días desde que reciba la demanda en su domicilio o por medio de su procurador (su representante legal en el juzgado). Eso sí, el importe que debe satisfacer en ese momento ya no es solo la deuda inicial, sino ese importe más los intereses generados (normalmente desde la fecha de la demanda) y hasta un 30% adicional en concepto de costas y gastos de la ejecución. Para frenar el embargo, el deudor ha de abonar toda la deuda más las costas de la ejecución. El acreedor debe incurrir en gastos para llevar a juicio al deudor (abogado, procurador, registro, impuestos, etc.), por lo que está en su derecho de aumentar el importe a ejecutar en el embargo para que estos desembolsos le sean devueltos también. Dicho de otra manera, se embarga por el importe de la deuda y por los gastos generados en el proceso. Eso sí, este 30% adicional en concepto de gastos y costas se revisa posteriormente para ver si necesario ampliarlo o reducirlo (en cuyo caso se devolverá la diferencia al deudor). ¿Qué puede retrasar la ejecución de un embargo? Como hemos visto, el deudor dispone de la posibilidad de recurrir la sentencia, lo que podría retrasar la ejecución del embargo de sus bienes. También puede retrasar la sentencia del juez la imposibilidad de identificar los bienes a embargar que son propiedad del deudor. Desconocer los bienes embargables del deudor puede retrasar la ejecución de un embargo. Para acelerar este proceso se puede solicitar una investigación patrimonial del deudor o, una vez se tiene la demanda ejecutiva, pedir al juzgado que acceda al Punto Neutro de Información Patrimonial y se investiguen los bienes embargables, lo que permitirá establecer la orden de embargo. En la orden de embargo se buscarán los bienes con mayor facilidad de venta y menor perjuicio para el ejecutado. Así, dependiendo de los bienes que se identifiquen y de la facilidad de venderlos, el proceso de embargo tardará más o menos. Por lo tanto, el tiempo que tarda en ejecutarse un embargo no es fijo, pues depende de varios factores. No obstante, desde que el juez dicta sentencia hasta que se puede iniciar el embargo ejecutivo suelen pasar 40 días hábiles. El tiempo que duren el juicio y la ejecución de los bienes del deudor es variable.