Las casas hay que ir adaptándolas a la situación física de las personas. Está asumido que es necesario adaptar la vivienda a la tercera edad, principalmente, realizando cambios en el baño y la cocina. Sin embargo, también es conveniente disponer de muebles adaptados para personas mayores en el salón y las habitaciones para hacerles la vida más cómoda. Estos muebles se caracterizan por ser ergonómicos, tener un diseño adaptado a las limitaciones físicas y cognitivas de los mayores, con el objetivo de proporcionar más comodidad y mayor seguridad. Características de los muebles ergonómicos La ergonomía en los muebles diseñados para personas mayores tiene en cuenta los problemas de movilidad reducida, equilibrio o artritis que son comunes en este grupo de personas. Para conseguir que el mobiliario se adapte a estas condiciones debe contar con algunas características: Comodidad. Los muebles para personas mayores deben proporcionar una comodidad óptima teniendo en cuenta los cambios físicos que experimentan las personas, como disminución de la masa muscular o rigidez de las articulaciones. Utilizando diseños ergonómicos en los muebles se alivian las molestias del cuerpo y se consigue mayor confort. Seguridad y estabilidad. La seguridad es fundamental sobre todo cuando las personas mayores tienen problemas de movilidad y equilibrio. Los muebles adaptados a la tercera edad deben tener bordes redondeados para minimizar el riesgo de lesiones. En su fabricación deben utilizarse materiales antideslizantes para evitar resbalones y si tienen ruedas deben estar provistos de mecanismos de bloqueo para impedir que se muevan. También conviene poner barras de apoyo e iluminación integrada para facilitar la movilidad durante la noche y crear un entorno seguro. Funcionalidad. Los muebles deben adaptarse a las condiciones físicas de las personas mayores. Los sillones y sillas deben ser accesibles y, por tanto, tener una altura adecuada que facilite el movimiento de sentarse y levantarse sin provocar tensión en las articulaciones. De igual modo, deben adaptarse al lugar disponible, maximizando el uso del espacio, pero evitando sobrecargar las habitaciones de muebles. Personalización. Los muebles deben ser accesibles y funcionales, pero también deben reflejar los gustos personales de las personas mayores. Es importante elegir los colores, tejidos y materiales que cumplen la función de seguridad y comodidad de los muebles adaptados para la tercera edad. Por ejemplo, el color ayuda a identificarlos con mayor facilidad a las personas mayores que padecen problemas de visión. Además, la personalización de los muebles ayuda a crear un ambiente acogedor y familiar que puede tener un efecto terapéutico en los mayores. Uso de la tecnología. La inclusión de muebles adaptados como camas articuladas, sillones reclinables o sillas regulables en altura con controles electrónicos contribuye a potenciar la autonomía de las personas que pueden hacer uso de todos los muebles de la casa sin ayuda de terceras personas. Bienestar y salud. El uso de materiales hipoalergénicos, fáciles de limpiar es también un requisito de los muebles para la tercera edad porque contribuyen a evitar la acumulación de bacterias, a evitar infecciones y, por tanto, a mejorar su salud. Beneficios que aportan los muebles ergonómicos Los muebles ergonómicos están diseñados para facilitar el descanso del cuerpo, mantener una buena postura y dar comodidad. El uso de muebles ergonómicos tiene beneficios en la salud de las personas: Estimulan la productividad. Reducen la fatiga. Fomentan un estilo de vida saludable. Disminuye la tensión muscular. Mejora la circulación de la sangre. Previene el dolor muscular. Se ajustan a las características físicas de las personas y a su estatura porque son adaptables. Ayudan a prevenir la tensión en la vista. Fomenta el mantenimiento de una postura correcta que evita problemas de espalda. Cómo elegir los muebles adaptados para personas mayores No existe una reglamentación o normativa que deban cumplir los muebles adaptados a las personas mayores, aunque se pueden establecer algunas recomendaciones para que las sillas, mesas, armarios, camas o colchones sean funcionales y accesibles para la tercera edad. Camas Existen diversos tipos de camas recomendadas para personas mayores, que comparten algunas características: Deben ser estables por los cuatro lados. Hechas con materiales resistentes pero ligeros. Con puntos de agarre firmes y acabados antideslizantes. Muebles Estables y seguros, sin aristas o cantos cortantes, ni puntas que puedan provocar lesiones o golpes. Sillones, sillas y butacas Las sillas y butacas deben estar hechas con tejidos ignífugos, que faciliten la limpieza y desinfección y ser firmes para facilitar el movimiento de sentarse y levantarse. El asiento de las butacas o sillas debe tener un borde delantero redondeado, con la altura adecuada para sentarse. El respaldo tiene que proporcionar estabilidad cuando se está sentado durante varias horas, para evitar sobrecargas en la espalda y poder mantener la curvatura fisiológica de la columna vertebral. Conviene que las butacas y sillones tengan apoyabrazos para dar soporte a los brazos y evitar tensión en el cuello y en los hombros. Los sillones deben tener un soporte lumbar ajustable a la curvatura natural de la espalda para aliviar la presión y los dolores. Para ofrecer mayor comodidad los sillones deben tener una reclinación y altura ajustable. Consejos para elegir muebles para la tercera edad Para elegir los muebles adecuados a las personas mayores hay que seguir los siguientes pasos: Analizar las necesidades individuales. Es necesario evaluar la situación de cada persona en particular para elegir los muebles funcionales en su estado. Priorizar la comodidad. Elige los muebles que tengan diseños ergonómicos, materiales que ofrezcan firmeza y soporte pero que garanticen la comodidad. Valorar la accesibilidad. Opta por muebles que sean fáciles de usar para las personas mayores, con mecanismos intuitivos que permitan su funcionamiento sin esfuerzo. Prestar atención al soporte. Es importante fijarse en el nivel de apoyo de los muebles, sobre todo de la espalda, el cuello y los brazos. Conviene que los sillones y sillas tengan apoyo lumbar, reposabrazos y reposacabezas para mantener una postura adecuada y evitar tensiones en el cuerpo. Probar los muebles. Antes de comprar un mueble funcional y accesible para personas mayores hay que probarlo para ver si cumple los requisitos de comodidad y accesibilidad que necesita la persona. Hay que tumbarse en la cama y sentarse en los sillones para comprobar su funcionalidad y comodidad. En resumen, los muebles ergonómicos para las personas mayores deben cumplir unos requisitos de comodidad y funcionalidad adaptada a su situación física y cognitiva.