La adaptación del baño es una de las primeras reformas que se realizan en los hogares habitados por personas mayores. Las dificultades de movimiento que tienen las personas mayores unido a la falta de estabilidad obligan a hacer cambios en los diferentes aparatos que conforman el cuarto de baño. Sin duda alguna, el primer elemento que se cambia cuando se plantean las reformas de una vivienda para la tercera edad es la bañera por la ducha, aunque existen bañeras adecuadas para personas mayores. Imagen de mrsiraphol en Freepik Sin embargo, el inodoro es una pieza que no se debe olvidar al adaptar el baño a las personas mayores. Las caídas en el baño al sentarse o levantarse del váter están por detrás de las caídas al entrar o salir de la bañera, por lo que es fundamental disponer de un inodoro ergonómico para personas mayores para evitar accidentes. Cómo adecuar el inodoro para las personas mayores Los principales problemas que tienen las personas mayores con el inodoro se centran en la dificultad para agacharse y levantarse debido a problemas en las articulaciones de tobillos y rodillas, problemas de equilibrio y falta de fuerza muscular para realizar el movimiento. Para solucionar estos problemas a continuación te contamos las mejoras que se pueden realizar en un inodoro adaptado a personas mayores: Elevadores de inodoro La manera más fácil de solucionar el esfuerzo que requiere sentarse y levantarse del inodoro a las personas mayores es incorporar elevadores del asiento en el inodoro para elevar la altura y no tener que agacharse tanto al sentarse. Estos complementos se colocan sobre el váter, que generalmente tienen una altura baja, para evitar que la persona mayor tenga que realizar un sobreesfuerzo para utilizar el inodoro que puede dar lugar a caídas. Los elevadores pueden ser fijos, que ofrecen más estabilidad, o móviles que se pueden cambiar según quien use el inodoro. Existen elevadores de 5 a 15 cm de altura, para que se pueda elegir el más adecuado según la altura de la persona. Hay que tener en cuenta que a mayor altura del inodoro el esfuerzo que tiene que realizar la persona para sentarse y levantarse es menor. Estos elevadores del inodoro también pueden llevar brazos incorporados, fijos o ajustables, que cumplen la función de asegurar el movimiento de las personas mayores al usar el inodoro. Barras y asas Es aconsejable colocar barras y asas laterales en un baño adaptado a personas mayores, para que puedan sujetarse al realizar el movimiento de levantarse y sentarse del inodoro de forma más segura. Estas barras también pueden ser móviles que se sujetan a la pared a través de ventosas, lo que facilita que se puedan cambiar a otros lugares, o fijas que están atornilladas a la pared. En el caso de fijarlas a la pared deben estar a una altura entre 70 y 75 cm. Inodoros elevados, ergonómicos e inteligentes El primer factor que hay que tener en cuenta a la hora de seleccionar el tipo de váter adecuado para personas mayores es la altura. Los váteres elevados para personas mayores contribuyen a mantener su autonomía porque pueden utilizarlos sin ayuda de terceras personas pero con seguridad. Generalmente la altura del inodoro es baja, en torno a los 40 cm, pero en el caso de personas con problemas de movilidad y estabilidad como los ancianos debe estar entre 43 y 47 cm o hasta los 50 cm si van en silla de ruedas porque se facilita el traspaso desde ésta hasta el inodoro. Cuando la persona mayor se desplaza en silla de ruedas hay que tener también en cuenta la distancia del inodoro a la pared, porque debe sobresalir lo suficiente para que se pueda acercar la silla. La opción más práctica de inodoro para personas mayores es el inodoro suspendido porque se puede instalar a la altura adecuada. Asimismo, los inodoros para personas mayores pueden ser ergonómicos, que incorporan asientos blandos que se adaptan a la forma del cuerpo y proporcionan mayor comodidad. Los últimos avances en váteres se centran en los inodoros inteligentes que están equipados con más funciones como la incorporación de chorros de agua para realizar la limpieza sin tener que usar el bidé, con secado por aire e incluso calefacción en el asiento. Los países asiáticos son pioneros en la fabricación de este tipo de inodoros que incorporan funciones como chorros de agua regulables, asientos calefactados, secado con aire o sensores de proximidad para facilitar su uso a personas mayores o con problemas de movilidad. El hándicap de estos inodoros inteligentes es su elevado precio, que se mueve entre los 1.000 € en los modelos básicos a más de 6.000 € en la gama premium, por lo que su uso no está todavía muy extendido en los hogares de las personas mayores. Sin embargo, como hemos explicado en este artículo existen soluciones más asequibles para reformar el baño para adaptarlo a las personas mayores y poner un inodoro adecuado, sin necesidad de hacer grandes desembolsos, pero asegurando la comodidad y, sobre todo, evitando el sobresfuerzo que supone el uso del inodoro normal a las personas mayores.