Las caídas son los accidentes más habituales entre las personas mayores y la vivienda es el lugar donde se producen con más frecuencia estos accidentes. Según un informe de Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio (DADO) del Instituto Nacional de Consumo, un 58% de los accidentes tienen lugar en el hogar, principalmente en la cocina, en el dormitorio y en el cuarto de baño. Es fácil entender por qué se producen aquí más caídas, son los espacios donde las personas mayores pasan la mayor parte del tiempo, por lo que es allí donde la probabilidad de sufrir caídas es mayor. Consecuencias de las caídas en el hogar El dato más reciente publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que en 2023 se produjeron 4.018 caídas mortales en España (un 6,1% más que el año anterior), una cifra que sitúa a las caídas como la principal causa de muerte externa. Se estima que más del 80% de las caídas mortales ocurren en personas mayores de 65 años y las mujeres son las principales víctimas de las caídas ocurridas en el hogar. Imagen Freepik La disminución de la vista, el oído y el tacto unido a la pérdida de movilidad en las articulaciones, disminución de la fuerza muscular y problemas de equilibrio son la causa de muchos accidentes domésticos de las personas mayores. El problema de las caídas de las personas mayores no se limita solo a las lesiones que pueden sufrir, sino a los cuidados y atención médica que necesitan para recuperarse. Los daños causados en las caídas, con las habituales lesiones de piernas y brazos, se agravan en el caso de personas mayores. El tiempo de recuperación es mayor y las dificultades para desenvolverse si se tiene que inmovilizar alguno de los miembros superiores o inferiores, se multiplican cuando se trata de ancianos. A esto se une el miedo que las personas tienen a sufrir nuevas caídas lo que hace que reduzcan su actividad para evitar accidentes, con el consiguiente impacto negativo en su calidad de vida. De ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) entiende que las caídas son un riesgo grave para la salud y el bienestar de las personas mayores, y ha hecho especial énfasis en la importancia de prevenir las caídas para favorecer un envejecimiento saludable y satisfactorio. En la prevención de caídas dentro de casa uno de los puntos clave es la adaptación de la vivienda a la situación de los mayores. Consiste en adaptar las distintas estancias de la casa al estado físico y cognitivo de las personas, con el fin de que puedan vivir con seguridad, sin miedo a sufrir accidentes y manteniendo su calidad de vida. ¿Cuándo se deben realizar las reformas para adaptar la vivienda? Aunque generalmente se reforman las casas cuando la persona ha sufrido una caída y está convaleciente con una lesión, que es cuando se detectan las necesidades, no es lo más conveniente. La razón es obvia, con las prisas por realizar las reformas es posible que no se realicen los cambios adecuados y será necesario acometer nuevas reformas en el futuro. Imagen Freepik De hecho, los expertos recomiendan que la vivienda se vaya adaptando poco a poco según la capacidad física y mental de las personas mayores que viven en la casa, convenciéndoles de las comodidades que estos cambios aportarán para mantener su bienestar en el hogar. Esta cuestión es especialmente importante cuando las personas mayores no quieren abandonar su casa para ingresar en una residencia de ancianos, ya que temen que, si dejan su casa, pierden el vínculo con los recuerdos familiares y las vivencias que han tenido lugar en la vivienda a lo largo de los años. Poder pasar la vejez en su casa con comodidad y seguridad, a pesar de las limitaciones físicas que la edad causa en las personas, es posible si se abordan algunos cambios en la vivienda. Cómo decidir las reformas más adecuadas en cada situación Antes de iniciar cualquier reforma conviene consultar con un terapeuta ocupacional para que valore la capacidad funcional de las personas que viven en la vivienda y contribuya a decidir los cambios que hay que realizar en función de las condiciones de la casa. Por ejemplo, si tienen problemas de equilibrio hay que sustituir la bañera por un plato de ducha, instalar asientos y asideros en la ducha, el lavabo y el inodoro. Cuando se trata de problemas de fuerza o dificultad de movimiento lo más conveniente es poner alzadores en los sanitarios o bien sustituirlos por modelos suspendidos y ante problemas de visión, hay que reforzar la iluminación del hogar. Conforme las deficiencias físicas de las personas mayores aumentan es necesario realizar actuaciones de mayor envergadura en las viviendas para hacerlas más accesibles, una tarea todavía pendiente en la mayoría de los hogares. Según el informe Más allá del ascensor. Movilidad accesible y barreras en edificios y viviendas, elaborado por Otis e Ilunion Accesibilidad, solo el 20,8% de las viviendas españolas están preparadas para las condiciones propias del envejecimiento. ¿Qué estancias de la casa deben ser adaptadas para las personas mayores? Sin lugar a duda, las estancias donde más tiempo pasan las personas mayores en casa que son el dormitorio, el salón, la cocina y el baño. Dormitorio Las personas mayores pasan muchas horas en el dormitorio, aunque sea dormidos, pero necesitan que los muebles y su disposición en el cuarto cumplan algunas condiciones para que sean seguros. La cama tiene que adaptarse a la persona que la utiliza y a su estado físico. De entrada, la cama no debe ser demasiado alta porque puede provocar caídas y problemas de accesibilidad. Aunque tampoco conviene que sea baja, porque en ese caso la persona mayor puede tener dificultades para levantarse. También hay que tener en cuenta al colocar la cama dentro del dormitorio que sea accesible desde cualquier lado, porque las personas pueden tener problemas para acostarse. Por esta razón hay que evitar colocar la cama junto a una pared, es mejor que esté en el centro de la habitación. Asimismo, se debe analizar si conviene instalar una cama articulada porque facilitan el cambio de posición de la persona cuando está acostada y evita la inmovilidad total. La iluminación es un factor siempre a estudiar cuando se adapta la casa a las personas mayores. En el caso de los dormitorios es recomendable contar con un interruptor en la entrada y otro cerca de la cama para que puedan encender la luz con facilidad si tienen que levantarse durante la noche. En cuanto a los armarios también deben tener una altura adecuada para que se pueda coger la ropa con facilidad. Otra recomendación es poner topes en los cajones para evitar que se caigan si se abren demasiado. Salón Los sillones, que son la pieza principal de los salones, deben tener una altura y dureza adecuada para que las personas mayores puedan levantarse y sentarse con comodidad, sin tener peligro de perder el equilibrio y caer o necesitar la ayuda de otra persona para levantarse. En las sillas también es importante la altura, sobre todo, cuando las personas mayores han sufrido una fractura de cadera por lo que necesitan que la cadera mantenga una posición recta cuando están sentadas. Imagen Freepik Es fundamental contar con una buena iluminación para que las personas mayores puedan moverse con soltura por la estancia sin que existan zonas oscuras en las que puedan sufrir golpes o caídas. Hay que despejar la estancia de muebles innecesarios para evitar los tropiezos constantes con el mobiliario y también es conveniente que tengan los bordes redondeados para que no se produzcan heridas si se chocan con los muebles. Cocina En la cocina debe primar la seguridad, por eso conviene instalar placas vitrocerámicas eléctricas para cocinar porque son más seguras que las cocinas de gas. Las vitrocerámicas están equipadas con sistemas de desconexión si se quedan encendidas. Imagen Freepik No obstante, si la cocina es de gas se puede reforzar la seguridad con la instalación de sistemas de detección de humos, que evitan incendios cuando las personas mayores se dejan el fuego encendido por despiste. Los detectores de humos son dispositivos económicos que se pueden adquirir en grandes superficies o por internet y su instalación es relativamente sencilla. Funcionan con pilas y ante la presencia de humo en la estancia o un cambio brusco de temperatura emiten una potente señal sonora que advierte del peligro. De este modo, las personas que están dentro de la vivienda pueden actuar con tiempo suficiente sin poner sus vidas en riesgo. En cuanto al mobiliario de cocina es aconsejable evitar los muebles y mesas con ruedas porque pueden producir caídas al moverse cuando se apoyan sobre los mismos. También hay que tener en cuenta la altura de las mesas o encimeras para que sean accesibles desde una silla de ruedas, cuando se trata de viviendas de personas mayores con problemas de movilidad. Asimismo, es aconsejable una redistribución de los muebles de cocina para que estén más a mano los utensilios de uso cotidiano y, sobre todo, evitar la utilización de escaleras para acceder a las zonas más altas de los muebles. Poner puertas correderas en los armarios también evita muchos accidentes porque reducen el riesgo de golpes. Baño La sustitución de la bañera por el plato de ducha es la reforma más habitual en la adaptación del hogar a las personas mayores. Muchas veces se plantea esta reforma cuando es imposible acceder a la bañera, aunque es una reforma que conviene hacer cuando todavía se mantiene agilidad. Imagen Freepik Además del cambio de la bañera, en el cuarto de baño los expertos recomiendan elevar los sanitarios o poner elevadores en el inodoro para facilitar a las personas mayores la forma de sentarse y levantarse y, sobre todo, instalar barras de sujeción dentro de la ducha para agarrarse o al lado del inodoro. Es también básico incorporar un asiento dentro de la ducha para que las personas con problemas de equilibrio o de movilidad puedan lavarse sentadas para que evitar resbalones y caídas. Los materiales empleados en las reformas de los baños y las cocinas también deben cumplir unos requisitos básicos, deben ser antideslizantes para evitar los resbalones. En las cocinas y baños se opta por el porcelánico, gres o piedra de superficie rugosa mientras que el parqué laminado es el material más utilizado en el resto de las dependencias de la casa. Escaleras/Pasillos Los pasillos de la vivienda deben ser adaptados al uso de las personas mayores con problemas de movilidad que se desplazan en sillas de ruedas. Es necesario eliminar cualquier obstáculo en los pasillos que dificulte el movimiento seguro de las personas mayores. De igual modo, habrá que ampliar la anchura de las puertas de la vivienda si la persona mayor se mueve en silla de ruedas para que no tenga problemas para circular por la casa. Si la casa tiene escaleras hay que poner barandillas para que la persona pueda agarrarse y bajar de forma segura. Si la casa tiene más de una planta se recomienda instalar un elevador de escaleras para que puedan acceder con facilidad y sin esfuerzo las personas mayores a ambas plantas. Como consejo se recomienda eliminar las alfombras porque las personas mayores pueden tropezar o resbalarse si no están pegadas al suelo y sufrir caídas. Ayudas públicas para realizar las reformas Antes de iniciar las obras de reforma en la vivienda para adaptarla a las necesidades de las personas mayores es necesario consultar si en la comunidad autónoma donde está el inmueble existen ayudas públicas o subvenciones. Algunas de las modificaciones o cambios en la distribución del hogar o la compra de material de asistencia cuentan con ayudas o subvenciones si se cumplen determinados requisitos. Asesoramiento profesional para adaptar la vivienda Ante la elevada esperanza de vida de la población española, adaptar la vivienda a la evolución de las personas mayores permite realizar los cambios de forma paulatina, evitando cambios bruscos que pueden provocar la inadaptación de las personas mayores. No obstante, conviene contar con asesoramiento profesional cuando se realizan los cambios en la vivienda para conseguir los mejores resultados. No se trata solo de crear comodidades para las personas mayores, sino que se debe fomentar la estimulación cognitiva para conseguir que la persona esté activa y estimulada en su casa. Housage ha puesto en marcha un servicio para facilitar la adaptación de las viviendas a las necesidades de las personas mayores. Realizamos las modificaciones y los servicios ambientales necesarios para mejorar la salud en el hogar. Nos encargamos de todo el proceso, desde la evaluación realizada por terapeutas ocupacionales hasta la instalación de todos los materiales y complementos. Los terapeutas ocupacionales están acreditados para trabajar en estrecha colaboración con cada miembro del hogar para comprender sus necesidades y cómo interactúan con el entorno de su hogar. A partir de esta colaboración, creamos informes y planes de seguridad personalizados que describen los riesgos encontrados, lo que permite a las personas mayores de la casa seleccionar los productos que desean para hacer su hogar más seguro, cómodo y accesible. Las modificaciones en la vivienda son realizadas por equipos profesionales que ofrece soluciones ambientales. Nuestro equipo coordina los pedidos, la entrega y la programación de la instalación. Todos los proyectos son completados por la red más grande de proveedores de servicios para el hogar y verificados.