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Cuánto cuesta una residencia de ancianos en España
Publicado el 03/10/2024 11:37; Actualizado el 07/11/2024 19:34
Cuando se llega a una edad avanzada o el estado de salud no nos permite vivir cómodamente en casa es el momento de empezar la búsqueda de una residencia de ancianos para vivir. En esta situación, la primera cuestión que nos planteamos es saber cuánto cuesta una residencia para comprobar si podemos afrontar ese gasto con la pensión de jubilación. Conocer el precio de una residencia de ancianos es importante también para poder comparar esta solución con otras alternativas de atención especializada y de cuidados dirigidas a las personas mayores como son los centros de día o la ayuda a domicilio.
Pues bien, debes saber que en la fijación de las tarifas de una residencia de mayores influyen muchas variables. Para empezar el precio de una plaza residencial es diferente en una residencia pública que en un centro privado, pero también influye el lugar de ubicación del centro, los servicios que ofrece y el nivel de atención contratado. Por esta razón la horquilla de precios de las residencias de ancianos es bastante amplia, pueden encontrarse plazas residenciales por menos de 1000 € al mes hasta superar los 3000 € mensuales en las más caras.
La administración autonómica establece un precio de referencia de la plaza residencial y el residente paga un porcentaje que varía según su situación, además, cada comunidad tiene un sistema de cálculo específico. Normalmente este porcentaje está entre el 65% y el 85% de los ingresos anuales del mayor y se calcula dejando siempre una cantidad de dinero al usuario para sus gastos personales.
Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid el importe mínimo que una persona mayor tiene que aportar es de 950 € mensuales, IVA incluido, mientras que el importe mensual máximo es de 1.911 €, IVA incluido. Sin embargo, el precio medio de contratación de las plazas residenciales financiadas parcialmente por la Comunidad de Madrid es, de 2.249,21 € al mes, IVA incluido, durante este año.
En las residencias concertadas, que son gestionadas por empresas privadas pero que tienen plazas públicas, los precios son similares a las residencias públicas. El usuario paga con sus ingresos una parte del coste de la plaza, mientras que la Administración paga el resto. El porcentaje que tiene que abonar el residente se calcula del mismo modo que en las residencias públicas ya que se trata de plazas públicas.
Además, la tarifa varía mucho de unas comunidades autónomas a otras. Según el informe de Inforesidencias correspondiente a 2024 el precio medio de una residencia privada en España es de 2.041 € mensuales, un 2,6% más caro que hace un año. La comunidad autónoma que registra el precio de la residencia más caro es el País Vasco con 2.477 €, mientras que el más bajo corresponde a las residencias de Castilla y León con un precio medio de 1.735 €. Por encima de los 2.000 € es lo que se paga en las residencias privadas en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja. En torno a los 1.900 € es lo que cuesta en Galicia, Cantabria y Andalucía. Por debajo de 1.800 € se encuentra el precio en las residencias de Asturias, Murcia, Castilla y León, Aragón, Castilla La Mancha y Extremadura.
No obstante, la persona mayor que viven en una residencia privada tiene la posibilidad de contar con ayudas públicas para sufragar parte del coste de la residencia. Es lo que se denomina Prestación Económica Vinculada al Servicio (PEVS) que varía entre los 313 €, la cuantía mínima, y los 715 € mensuales, cuantía máxima que corresponde a las personas que tienen reconocido un grado II y III de dependencia. Esta ayuda tiene un carácter periódico (es mensual) y se reconoce cuando el usuario no puede acceder a una residencia pública o concertada, teniendo en cuenta el grado de dependencia que tiene reconocido y su capacidad económica.
Además, cuando el residente se encuentra en una situación de dependencia precisa una mayor atención médica que incluye también a psicólogos y podólogos que contribuyen en el cuidado emocional y físico de los residentes.
Dentro de la dinamización sociocultural, las residencias ofrecen actividades sociales para fomentar la integración y el contacto entre los residentes y evitar la soledad que es uno de los problemas que más afectan a los mayores. También se programan salidas y visitas culturales para que las personas mayores estén conectadas con la actualidad.
Además, las residencias cuentan con otros servicios más personalizados como puede ser peluquería, lavandería, limpieza o mantenimiento. O servicios más especializados cuando se trata de centros especializados en Alzheimer, Parkinson o ictus donde los residentes requieren una atención más personalizada y adaptada a cada patología.
Como puedes ver, el precio de una residencia de ancianos depende mucho de los servicios que ofrece a los residentes, que van desde los más básicos de alimentación, alojamiento, higiene personal, servicio médico… a los más complejos, terapias ocupacionales, rehabilitación, fisioterapia… que forman parte de las residencias más completas. Aunque la primera diferencia se observa entre las residencias públicas y privadas y la posibilidad de contar con ayudas públicas destinadas al pago de la tarifa de la residencia.
Foto por Comstock en freeimages
Pues bien, debes saber que en la fijación de las tarifas de una residencia de mayores influyen muchas variables. Para empezar el precio de una plaza residencial es diferente en una residencia pública que en un centro privado, pero también influye el lugar de ubicación del centro, los servicios que ofrece y el nivel de atención contratado. Por esta razón la horquilla de precios de las residencias de ancianos es bastante amplia, pueden encontrarse plazas residenciales por menos de 1000 € al mes hasta superar los 3000 € mensuales en las más caras.
Precio de una residencia de ancianos pública
La gestión de las residencias públicas corresponde a las comunidades autónomas que son las que fijan el coste que tiene que pagar el residente con relación a su renta. Esto quiere decir que en las residencias públicas existe un sistema de copago por el que la Administración paga una parte de la tarifa y el anciano otra. La cuota que paga el residente se calcula según su capacidad económica. Además, el anciano tiene que cumplir unos requisitos para acceder a una residencia pública.La administración autonómica establece un precio de referencia de la plaza residencial y el residente paga un porcentaje que varía según su situación, además, cada comunidad tiene un sistema de cálculo específico. Normalmente este porcentaje está entre el 65% y el 85% de los ingresos anuales del mayor y se calcula dejando siempre una cantidad de dinero al usuario para sus gastos personales.
Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid el importe mínimo que una persona mayor tiene que aportar es de 950 € mensuales, IVA incluido, mientras que el importe mensual máximo es de 1.911 €, IVA incluido. Sin embargo, el precio medio de contratación de las plazas residenciales financiadas parcialmente por la Comunidad de Madrid es, de 2.249,21 € al mes, IVA incluido, durante este año.
En las residencias concertadas, que son gestionadas por empresas privadas pero que tienen plazas públicas, los precios son similares a las residencias públicas. El usuario paga con sus ingresos una parte del coste de la plaza, mientras que la Administración paga el resto. El porcentaje que tiene que abonar el residente se calcula del mismo modo que en las residencias públicas ya que se trata de plazas públicas.
Precio de una residencia de ancianos privada
El precio de la residencia privada que tiene que abonar el usuario es más elevado que en la residencia pública ya que en estos centros tiene que pagar la cuantía completa. Este importe se actualiza anualmente, aunque también se puede modificar en función del grado de asistencia que requiera el mayor en cada etapa, es decir, que cuantos más servicios precisa por su estado de salud, más se incrementa el precio de la plaza.Además, la tarifa varía mucho de unas comunidades autónomas a otras. Según el informe de Inforesidencias correspondiente a 2024 el precio medio de una residencia privada en España es de 2.041 € mensuales, un 2,6% más caro que hace un año. La comunidad autónoma que registra el precio de la residencia más caro es el País Vasco con 2.477 €, mientras que el más bajo corresponde a las residencias de Castilla y León con un precio medio de 1.735 €. Por encima de los 2.000 € es lo que se paga en las residencias privadas en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Navarra y La Rioja. En torno a los 1.900 € es lo que cuesta en Galicia, Cantabria y Andalucía. Por debajo de 1.800 € se encuentra el precio en las residencias de Asturias, Murcia, Castilla y León, Aragón, Castilla La Mancha y Extremadura.
Imagen de freepik
No obstante, la persona mayor que viven en una residencia privada tiene la posibilidad de contar con ayudas públicas para sufragar parte del coste de la residencia. Es lo que se denomina Prestación Económica Vinculada al Servicio (PEVS) que varía entre los 313 €, la cuantía mínima, y los 715 € mensuales, cuantía máxima que corresponde a las personas que tienen reconocido un grado II y III de dependencia. Esta ayuda tiene un carácter periódico (es mensual) y se reconoce cuando el usuario no puede acceder a una residencia pública o concertada, teniendo en cuenta el grado de dependencia que tiene reconocido y su capacidad económica.
¿Qué factores influyen en el precio de la residencia?
En el cálculo del precio de una plaza en una residencia privada se valoran distintas variables que pueden incrementar el importe final en un alto porcentaje. Entre los factores que influyen en el coste que tiene que pagar el usuario destacan los siguientes:Ubicación
El lugar donde está ubicada la residencia incide directamente en el precio que tiene que abonar el residente. Así, en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, San Sebastián, Bilbao o Valencia se registran los precios más elevados, por encima de los 2.000 €. Por el contrario, en las ciudades pequeñas, en núcleos rurales o en zonas fuera del centro de las grandes ciudades, el precio es más asequible para las personas mayores.Alojamiento
El tipo de habitación es otra variable que afecta al precio final de la plaza residencial. Contratar una habitación individual es más caro, porque el residente tiene más privacidad que si comparte la habitación. Por el contrario, si se elige una habitación compartida, que puede ser doble o triple, la tarifa que se abona es más baja, pero como contrapartida se dispone de menos intimidad, aunque es idóneo para las personas que no quieren estar solas.Servicios incluidos
La atención médica y el servicio de enfermería 24 horas es otro factor que incrementa mucho el precio de la residencia, pero los residentes y sus familiares tienen la tranquilidad de estar atendidos en cualquier momento cuando se produce una urgencia médica. No obstante, todas las residencias tienen que ofrecer unos servicios mínimos sanitarios que garanticen el bienestar de los mayores.Además, cuando el residente se encuentra en una situación de dependencia precisa una mayor atención médica que incluye también a psicólogos y podólogos que contribuyen en el cuidado emocional y físico de los residentes.
Programas de rehabilitación y fisioterapia
Forman parte de la cartera de servicios en cualquier residencia, tanto pública como privada, porque son actividades que ayudan a mantener en activo a los residentes. De esta forma se evita el sedentarismo y se contribuye a mejorar la capacidad de los mayores de moverse de forma autónoma. Imagen de DC Studio en Freepik
Terapias ocupacionales y dinamización sociocultural
En estos servicios se incluyen todas las actividades dirigidas a estimular las capacidades funcionales y cognitivas de los residentes con el fin de garantizarles un óptimo estado de salud para que puedan mantener el mayor grado de independencia el mayor tiempo posible.Dentro de la dinamización sociocultural, las residencias ofrecen actividades sociales para fomentar la integración y el contacto entre los residentes y evitar la soledad que es uno de los problemas que más afectan a los mayores. También se programan salidas y visitas culturales para que las personas mayores estén conectadas con la actualidad.
Es uno de los servicios que más valoran los residentes cuando no tienen familia que se pueda ocupar de realizar sus gestiones. Los trabajadores sociales de la residencia se encargan de hacer todas las gestiones que necesitan los residentes, incluso de pedir las ayudas que pueden solicitar para sufragar los gastos de la residencia, y también los acompañan cuando tienen que hacer trámites que requieren su presencia.
Además, las residencias cuentan con otros servicios más personalizados como puede ser peluquería, lavandería, limpieza o mantenimiento. O servicios más especializados cuando se trata de centros especializados en Alzheimer, Parkinson o ictus donde los residentes requieren una atención más personalizada y adaptada a cada patología.
Como puedes ver, el precio de una residencia de ancianos depende mucho de los servicios que ofrece a los residentes, que van desde los más básicos de alimentación, alojamiento, higiene personal, servicio médico… a los más complejos, terapias ocupacionales, rehabilitación, fisioterapia… que forman parte de las residencias más completas. Aunque la primera diferencia se observa entre las residencias públicas y privadas y la posibilidad de contar con ayudas públicas destinadas al pago de la tarifa de la residencia.
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Autor: Redacción de Housage
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