El tiempo que se tarda en conceder una plaza en una residencia depende de varios factores como el tipo de plaza o el grado de dependencia de la persona mayor. No obstante, cuando se trata de una residencia pública el plazo es más largo porque existe lista de espera mientras que en una residencia privada se tarda menos tiempo. Una encuesta de la OCU señalaba que el tiempo de espera medio para acceder a una plaza en una residencia era de 120 días en 2020. Según los resultados de esta encuesta existían grandes diferencias entre los distintos tipos de residencia. Así, en una residencia privada el plazo para acceder a una plaza era más corto tan solo 57 días. Sin embargo, en una residencia concertada este plazo se extendía hasta 163 días, mientras que el plazo más largo de espera correspondía a las residencias públicas con más de 200 días. Imagen Freepik La situación no ha cambiado en estos años porque sigue existiendo un déficit de plazas en las residencias, aunque la situación no es igual en todas las comunidades autónomas. En Madrid y Cataluña, por ejemplo, los tiempos de espera son más largos que en comunidades pequeñas donde la oferta y demanda de plaza en las residencias está más equilibrada. Tiempo de espera según el tipo de plaza En las plazas públicas que son gestionadas por las comunidades autónomas el tiempo de espera para acceder a una residencia es mayor. Puede extenderse hasta más de dos años, según la comunidad autónoma y el grado de dependencia del mayor. Para acceder a las residencias públicas, además de cumplir unos requisitos, es necesario tener reconocido el grado de dependencia II (dependencia severa) o III (gran dependencia). El proceso de reconocimiento del grado de dependencia es también largo, aunque la ley establece que el plazo máximo para dar respuesta es de 6 meses. Pero una vez reconocido el grado, se entra en una lista de espera hasta que se adjudica la plaza en el centro adecuado. El grado de dependencia es importante porque los mayores con un grado III tienen prioridad a la hora de acceder a una plaza pública. En las plazas concertadas que están en residencias privadas, pero están financiadas total o parcialmente por la Administración pública, que es la que se encarga de asignar la plaza a los mayores que las solicitan, el tiempo de espera puede ser algo menor que en las totalmente públicas, pero es también amplio. Las plazas privadas son las que tienen la disponibilidad más inmediata ya que el anciano solo necesita cumplir los requisitos que pida el centro. No es necesario tener reconocido ningún grado de dependencia porque los mayores que solicitan estas plazas no piden ayudas públicas para sufragar el gasto. Tiempo de espera según la comunidad autónoma En las comunidades autónomas, el tiempo de espera para conceder una plaza en una residencia está relacionado con el volumen de población mayor y el número de plazas existentes en las residencias. Generalmente, existe un desfase, es decir, es mayor el número de ancianos que el número de plazas, lo que hace que el tiempo de espera se prolongue durante años. En comunidades como Castilla y León y Castilla-La Mancha tienen una cobertura relativamente alta, superando el 5% de las personas mayores de 65 años. Por el contrario, la Comunidad Valenciana y otras como Canarias, Madrid, Baleares y Andalucía están por debajo de la media nacional del 2,69%. Imagen de rawpixel.com en Freepik En las comunidades autónomas donde existe poca oferta de residencias, como en la Comunidad Valenciana que no llega a las 14.000 plazas para una población que supera el millón de personas, la lista de espera para conseguir una plaza en las residencias puede superar los 2 años. Por el contrario, en comunidades más pequeñas como Aragón o La Rioja, se ha reducido mucho la lista de espera. Tiempo de espera según la situación del anciano El estado del anciano también es importante a la hora de acceder a una plaza en una residencia. Existen varias situaciones por las que se puede acceder de forma urgente a la residencia: Urgencia médica. Cuando un anciano sale del hospital, pero necesita cuidados médicos que no puede recibir en su propio domicilio se prioriza su ingreso en la residencia. Allí dispone de servicio médico y enfermería que pueden atender sus necesidades médicas hasta alcanzar su recuperación. Personas con Alzheimer o deterioro cognitivo grave que pueden sufrir problemas de agresividad, delirios y pérdida de memoria también tienen prioridad para ingresar en las residencias especializadas. Grado de dependencia. Las personas con grado de dependencia III que necesitan ayuda continua para realizar las actividades básicas de la vida diaria también acceden con más rapidez a la residencia que las que tienen reconocido un grado II. También existen otras circunstancias que dan prioridad a los candidatos a la hora de conseguir la plaza en las residencias públicas: Enfermedad, accidente o intervención quirúrgica de la persona cuidadora del mayor. Obras o traslados de domicilio del familiar cuidador. Atención del mayor durante la convalecencia que no requiere hospital. Descanso de los familiares o cuidadores. ¿Se puede acelerar el proceso para acceder a la residencia? Una forma de acelerar el proceso es contactando con los servicios sociales con antelación, para que se inicie el proceso. Conviene tener preparada toda la documentación en regla, incluyendo los informes médicos del anciano actualizados y la documentación económica: Hay que tener en cuenta que el tiempo medio de tramitación de un expediente, desde que se solicita la prestación hasta que se resuelve, suele ser de 344 días, por lo que iniciar el proceso con tiempo ayuda a reducir los plazos. No obstante, la adjudicación de la plaza dependerá según la demanda de plazas en la zona, el tipo de residencia o las necesidades específicas del anciano.