Durante la pandemia del covid y en los años posteriores, el régimen de visitas en las residencias de ancianos ha sido muy restrictivo. Aunque se permitían las visitas de los familiares a los ancianos, se limitaba el número de visitantes y también los espacios, normalmente las visitas se realizaban solo en zonas comunes y en exteriores. Estas restricciones se justifican porque los ancianos son un grupo de riesgo a la hora de contagiarse de la enfermedad y con mayores complicaciones debido a las patologías habituales en los ancianos. Poco a poco, se han ido suavizando las restricciones cuando han ido reduciéndose los brotes de la enfermedad. Imagen Freepik Ahora, cuatro años después se ha vuelto a la situación que había antes de la pandemia. Se pueden realizar visitas en las residencias de ancianos sin limitaciones del número de visitantes, ni de los espacios, se puede entrar de nuevo en las habitaciones y en las salas habilitadas para las visitas. El régimen de visitas en las residencias de ancianos es flexible para garantizar el bienestar de los ancianos. Cómo y cuándo son las visitas en las residencias de ancianos El régimen de visitas en las residencias de ancianos es establecido por cada centro, no existe una normativa que se deba cumplir, salvo cuando se producen emergencias sanitarias, como brotes de covid, que obligan a tener más control para evitar contagios entre los residentes. Existe una gran flexibilidad en cuanto a los horarios de visitas de los familiares. Las residencias pueden establecer horarios de visita o bien dejarlo libre, aunque siempre se intenta evitar que las visitas sean en las horas de las comidas y de actividades para no interferir en la rutina de los ancianos. En cualquier caso, las residencias intentan facilitar las visitas, permitiendo horarios amplios o adaptados a las necesidades de los residentes y sus familias, dando prioridad al bienestar emocional y social de los mayores. Normalmente, tampoco existe un límite en cuanto al número de visitas o visitantes que pueden acudir al centro. Es la propia familia la que debe tener en cuenta la situación del anciano para no molestar al resto de los residentes. Es recomendable visitar al mayor de forma habitual. Generalmente son los fines de semana cuando más visitas se realizan porque es cuando se dispone de más tiempo libre, pero es bueno hacer visitas durante la semana y, sobre todo, en días especiales como cumpleaños, día del padre o la madre o en las navidades. ¿Existen diferencias entre las residencias públicas y privadas? La única diferencia entre las residencias públicas y privadas a la hora de establecer el régimen de visitas es que en las residencias públicas las normas son establecidas por las comunidades autónomas. Las residencias públicas tienden a seguir de forma estricta las regulaciones establecidas por las autoridades sanitarias de la comunidad autónoma. Dan una gran importancia a la seguridad sanitaria por eso son más conservadoras cuando tienen que aplicar normas como medida de prevención, como puede ser la limitación de horarios y del número de visitantes. Su objetivo al establecer estas limitaciones es garantizar la seguridad de los residentes. Las residencias privadas, por el contrario, suelen tener mayor autonomía para ajustar los horarios y las políticas de visita según las necesidades de los residentes y de sus familias. Además, como su fin es satisfacer a los clientes, las residencias privadas pueden ser más flexibles y permitir visitas más frecuentes o en horarios menos restrictivos, para que los familiares puedan compatibilizar sus ocupaciones con las visitas a los ancianos. En todo caso, tanto las residencias públicas como las privadas intentan ser flexibles en el régimen de visitas para conseguir el bienestar emocional de los residentes y fortalecer los lazos afectivos del anciano con sus familiares. ¿Se pueden prohibir las visitas en las residencias de ancianos? Sí, es posible que, ante una situación de emergencia sanitaria como ocurrió durante la pandemia del covid, se prohíban las visitas en las residencias de ancianos. También se pueden prohibir las visitas cuando se producen situaciones que amenazan la seguridad de los ancianos u otras emergencias que pueden afectar al bienestar de los residentes. Imagen freepik El objetivo de las residencias es mantener la seguridad de los residentes, por esa razón si existe algún visitante que puede amenazar a su seguridad, le pueden prohibir que visite a su familiar en el centro. Cuando se dan estas circunstancias es necesario que la dirección de la residencia explique claramente la razón de la prohibición de las visitas a los ancianos y a los familiares. Así, los mayores no se sentirán abandonados y los familiares entenderán el motivo para no visitar a los residentes. De este modo, es más fácil aceptar la prohibición y poner en marcha alternativas a las visitas para mantener el contacto con los residentes como puede ser a través de videollamadas. ¿Qué beneficios aportan las visitas de los familiares a los ancianos? Las visitas a los ancianos en las residencias son importantes desde que se produce el ingreso por varias razones: Fortalecen el vínculo familiar. Los mayores conocen de primera mano los cambios que se producen en las familias, como la llegada de nuevos miembros, bodas, bautizos… De esta forma, el mayor a pesar de estar ingresado en la residencia siente que sigue formando parte del círculo familiar. Mejora su salud mental. Mantener el vínculo con el resto de los integrantes de la familia a través de las visitas ayuda al anciano a no sentirse excluido o abandonado. Es una forma de evitar la depresión que puede sufrir el anciano si siente que está solo en la residencia. Fomenta las relaciones sociales. La visita de los familiares puede contribuir a que el anciano se integre de manera más rápida en la residencia. Presentar a sus familiares al resto de compañeros puede ayudar a su integración con el resto de los residentes. Recuerda que las visitas a los ancianos son especialmente importantes cuando se produce el ingreso del mayor en la residencia para que no sienta que se ha dejado abandonado. Aunque siempre hay que mantener el contacto con la asiduidad que pueda hacerlo cada familiar, dada la flexibilidad de horarios que hay en las residencias. No obstante, es recomendable verificar con cada residencia cómo se gestionan las visitas.