La principal referencia para establecer los intereses que se cobran en un préstamo hipotecario, el euríbor, ha cerrado el mes de octubre en el -0,46%, lo que supone su tercer mínimo histórico tras los dos de agosto (-0,359%) y septiembre (-0,415%). Como ya te contábamos hace unos días, esta bajada continua ha hecho que las hipotecas fijas resulten hasta 2.000 euros más caras al año. El euríbor frenó sus descensos durante los meses de abril, mayo y junio (-0,108%, -0,081% y -0,147%, respectivamente), hasta que las medidas implantadas por el Banco Central Europeo para mitigar los efectos negativos de la pandemia le devolvieron a su tendencia bajista. Fuente: iahorro. Como en julio y agosto ya marcó una tendencia a la baja, en estos momentos el indicador acumula cinco meses de recortes. Si se toma como referencia su evolución en los últimos dos años, el euríbor ha retrocedido 0,162 puntos porcentuales con respecto a octubre de 2019 (-0,304%) y un 0,30% con respecto a octubre de 2018 (-0,154%). Previsiones del euríbor para los próximos años Esta tendencia negativa en la evolución del euríbor en 2020 continuará en los próximos años. En concreto, los expertos en finanzas afirman que el mercado prevé que los tipos de interés no volverán a positivo al menos hasta 2031, según los tipos implícitos que se manejan ahora en el mercado interbancario donde se crea el euríbor. De cumplirse estas previsiones, el indicador podría sumar 15 años en terreno negativo, desde febrero de 2016 hasta algún momento de 2031. Y casi en el olvido quedan ya las tasas del 2% registradas a lo largo de 2011, por lo que "es difícil pensar que se puedan repetir de aquí a medio plazo", apuntan en iahorro. Si se cumplen las previsiones de los analistas financieros, el euríbor podría sumar 15 años en terreno negativo. Así, las hipotecas a tipo variable que se firmaron antes de la entrada en vigor de la ley hipotecaria de 2019 pueden salir muy rentables para los ahorradores. Sin embargo, las estimaciones sobre la evolución del euríbor son sólo eso, estimaciones, y nadie sabe exactamente hasta dónde puede llegar. Lo que sí saben todos los expertos en finanzas es que el euríbor en negativo es una anomalía y que el mercado se ajustará tarde o temprano. Las últimas decisiones del BCE han acentuado los recortes en este indicador, pero tampoco se pueden esperar caídas muy pronunciadas a estos niveles. Sin embargo, lo que todos los expertos dan por seguro es que, en algún momento, los tipos de interés, y por tanto el euríbor, se girarán al alza. No obstante, y hasta que eso ocurra, los niveles negativos del indicador están teniendo una importante repercusión en las hipotecas. Impacto de la caída del euríbor en las hipotecas a corto plazo Dado que el euríbor se actualiza cada mes, la diferencia entre el actual y el nivel oficial de hace doce meses es del 0,162% (-0,304% en octubre de 2019). Esta diferencia supone que los hipotecados paguen menos dinero en las próximas cuotas. El cálculo del ahorro sobre una hipoteca tipo de 100.000 euros a 25 años y un tipo de interés del 1% más euríbor reducirá sus cuotas mensuales en siete euros, lo que sumará unos 85 euros anuales. No te pierdas: Cómo afecta el euríbor a la hipoteca de tu casa. Este nuevo descenso no implica un gran ahorro por sí mismo, pero supone que nos acerquemos a un nivel en el que puede desaparecer el diferencial que suman las entidades financieras al euríbor para determinar los intereses de sus hipotecas. Por ejemplo, si el interés aplicado en una hipoteca es de euríbor más 0,5%, el hecho de que el euríbor alcance ya el -0,46% supone que los hipotecados prácticamente no paguen intereses en su préstamos y que sus letras sean sólo para amortizar capital. Dicho de otro modo, y como apunta Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro, “es posible que entremos en una estabilidad negativa que prácticamente haga que las hipotecas les salgan gratis a los clientes”. Impacto de la caída del euríbor en las hipotecas a medio plazo Si la tendencia del euríbor se mantiene a la baja, es muy posible que su caída anule del todo el diferencial que aplican los bancos. Por este motivo, todos los ojos están puestos en el nivel del -0,5%. Si el euríbor baja de ahí, muchas hipotecas tendrán intereses negativos y la banca tendrá que pagar por ellas. Puede ser una situación anómala, pero real. La nueva ley hipotecaria de junio de 2019 establece que los tipos de interés no podrán ser negativos, por lo que fija un mínimo del 0%. Lo que ocurre es que las hipotecas firmadas antes de la entrada en vigor de la normativa no tienen esta limitación y pueden ver sus intereses por debajo del 0%. Así, si el euríbor es mayor -en cifra negativa- que el diferencial que se aplica, el banco tendría que pagar intereses al hipotecado. Desde el punto de vista del cliente, lo que va a percibir es una letra mensual menor y que se reduce el capital prestado a un ritmo mayor.