Hipotecar la vivienda ya pagada es la solución a la que recurren muchos propietarios cuando necesitan dinero extra. Efectivamente, al tener una casa en propiedad es más fácil obtener financiación para realizar otros proyectos. Se puede pedir un préstamo sobre la vivienda en propiedad cuando se ha terminado de pagar la hipoteca. No obstante, hay que calcular bien el riesgo de la operación para saber si conviene o no hipotecar la casa ya pagada. A continuación te damos las claves de cuándo se puede hipotecar la vivienda propia y cómo debe hacerse. Pedir un préstamo con garantía hipotecaria Cuando se hipoteca la casa en propiedad es para obtener liquidez, bien para invertir en otros bienes, montar un negocio y, en muchas ocasiones, para saldar deudas. En realidad, si tienes en tu mente lo de "hipotecar mi casa" debes saber que no es más que pedir un préstamo al banco con garantía hipotecaria, es decir la garantía del préstamo será tu vivienda. No te pierdas: ¿Cuánto tarda el banco en conceder una hipoteca? A la hora de analizar el riesgo de la operación y conceder el préstamo, el banco toma en cuenta el valor de la vivienda. Como la casa es la garantía, el importe que concede el banco en el préstamo es mayor que en uno personal. Por tanto, lo primero que debes tener en cuenta es que se pide un préstamo con garantía hipotecaria cuando se necesita una elevada cantidad de dinero que es difícil conseguir mediante un préstamo normal. ¿Qué requisitos tienen estos préstamos con garantía hipotecaria? Hay que realizar la tasación de la vivienda para saber cuál es su valor actual (en este otro post te contamos todo lo que debes saber sobre la tasación de una vivienda). Se concede un préstamo de entre el 30% y el 40% del valor de tasación. Es necesario solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad para demostrar que el inmueble no tiene cargas y que la persona que quiere hipotecar la casa es el propietario. El plazo de amortización es mayor que en un préstamo personal, pero menor que en una hipoteca. Puede oscilar entre 12 y 15 años, con un límite máximo de 20 años. El tipo de interés es más elevado que en un préstamo hipotecario. Con un perfil muy bueno, en estos momentos se puede conseguir un tipo de interés de entre el 3% y el 4%. Siempre fijo. El problema de hipotecar la casa a través de un préstamo con garantía hipotecaria es que si no se devuelve el dinero, la casa puede ser embargada por el banco para saldar la deuda. Hipotecar para comprar una segunda vivienda Si estás pensando en una hipoteca sobre tu casa actual para comprar una segunda vivienda", existen dos posibilidades que debes conocer: Pedir una ampliación de la hipoteca si todavía no has terminado de pagar la de tu vivienda. Esta operación se hace mediante una novación hipotecaria, que permite pedir más dinero al banco pero manteniendo las condiciones de la hipoteca inicial. Para realizar esta operación es necesario estar al día con los pagos de la hipoteca y que la cuota hipotecaria mensual no supere el 35% de tus ingresos con la ampliación de hipoteca (para evitar el peligro de impagos). Solicitar una nueva hipoteca para la segunda vivienda. En este caso, puedes poner la vivienda en propiedad como garantía adicional del nuevo préstamo. En este otro post puedes ver cuáles son actualmente los mejores bancos para pedir hipotecas. Estas hipotecas para segunda vivienda tienen unas condiciones un poco distintas a las que se ofrecen en los préstamos para comprar una vivienda habitual (aquí puedes ver los requisitos y documentos necesarios para obtener una hipoteca). La ventaja es que al actuar la casa habitual como garantía, es más fácil conseguir el préstamo para la segunda y obtener mejores condiciones. Entre los rasgos característicos de las hipotecas para segunda vivienda están los siguientes: Menos financiación. El máximo que conceden los bancos en una hipoteca para segunda residencia está entre el 60% y el 75% del valor de tasación de la casa. El plazo de amortización es más corto. La duración máxima es de 25 años. El tipo de interés es más alto que en una hipoteca para vivienda habitual. Hipotecar una vivienda para montar un negocio Utilizar la vivienda en propiedad para financiar un negocio es la forma más sencilla de conseguir liquidez a través de un préstamo con garantía hipotecaria. De hecho, muchos emprendedores montan su negocio hipotecando su propia casa. Pero hay que tener en cuenta que esta operación tiene riesgos: si no se devuelve el préstamo, se puede perder la vivienda. Las condiciones de un préstamo hipotecario destinado a financiar un negocio son más duras que en una hipoteca para compra de vivienda. Solo coincide en la garantía, que es la casa: el porcentaje de capital que se concede es menor (no supera el 60%) y el plazo de devolución es más corto (como máximo se puede alargar hasta 20 años). El préstamo que se consigue al hipotecar la casa propia se puede emplear para adquirir un local comercial o nave o para poner en marcha la empresa, entre otras cosas. Como ves, la respuesta a si es posible hipotecar una vivienda para conseguir financiación extra es afirmativa. Hay diferentes formas de hacerlo, bien a través de un préstamo con garantía hipotecaria, bien ampliando la hipoteca de la vivienda habitual o solicitando una segunda hipoteca poniendo como garantía la vivienda en propiedad. La elección depende de cuánto dinero se necesita y para qué, porque si no se devuelve el préstamo terminarías perdiendo la vivienda.