¿Es obligatorio contratar un seguro de vida con la hipoteca? Contrariamente a lo que piensan muchos compradores, el banco no puede exigirte contratar un seguro de vida para concederte una hipoteca. Tal y como establece la última ley hipotecaria, el único seguro que debes contratar sí o sí junto con tu préstamo hipotecario es uno de daños en caso de incendio que asegure el valor íntegro de la casa que estás comprando. No obstante, esto no quiere decir que en algunos casos no sea recomendable contratar un seguro de vida con tu hipoteca. Fundamentalmente por dos razones: por un lado, porque en el caso de tu fallecimiento será el seguro el que se encargue de pagar el resto de la casa. Por otro, y aquí está la clave de que muchos compradores sí suscriban un seguro de vida con su hipoteca -aunque repetimos que no es obligatorio-, porque el banco te ofrecerá mejores condiciones en tu préstamo (intereses más bajos) si también contratas una de estas pólizas. ¿Puede el banco mejorar el tipo de interés si aceptas su seguro de vida? Sí. Durante muchos años, la contratación de un préstamo hipotecario tenía adosado un seguro de vida para sus titulares. Ahora, aunque la nueva ley hipotecaria ha acabado con esa práctica de exigir productos vinculados para conceder una hipoteca, todavía está permitido que las entidades financieras bonifiquen la contratación de productos adicionales (los citados seguros de vida, tarjetas de crédito, planes de pensiones, etc.) con préstamos hipotecarios con tipos de interés más bajos. No obstante, la nueva normativa es clara al respecto: el cliente es libre de contratar cualquier tipo de seguro (incluido el obligatorio de daños en caso de incendio) con la empresa que desee: “La aceptación por el prestamista de una póliza alternativa, distinta de la propuesta por su parte, no podrá suponer empeoramiento en las condiciones de cualquier naturaleza del préstamo”. El banco también está obligado a detallar claramente cuáles son las condiciones de la hipoteca con y sin bonificaciones, de forma que será el cliente el que decida en última instancia si le resulta rentable o no contratar esos productos extras (incluido el seguro de vida suscrito con la hipoteca) a cambio de la mejora de las condiciones del préstamo. Según apuntan los expertos financieros, la mejor forma de decidir si contratar un seguro de vida junto con la hipoteca (es decir, en el mismo banco) es comparar cuánto cuesta el préstamo con y sin esa póliza. En el caso de que estés interesado en contratar sí o sí un seguro de vida también es recomendable pedir ofertas a otras aseguradoras, ya que puede darse el caso de que al ahorro que consigas compense el préstamo más elevado que finalmente te ofrezca el banco (al haber rechazado su seguro de vida). Asimismo, desde Helpmycash.com recomiendan analizar las condiciones del seguro y valorar si son las que más te convienen. En líneas generales, hay que revisar las coberturas, los limites de protección y las exclusiones, así como la fecha en que empiezan a aplicarse. No obstante, y a modo de resumen, volvemos a repetírtelo: ningún banco puede supeditar la contratación de una hipoteca a la firma de un seguro con ellos: ni el que sí es obligatorio (daños en caso de incendio), ni cualquier otro (entre los que se encuentran los citados seguros de vida). ¿Merece la pena el seguro de vida de una hipoteca? La respuesta a esta pregunta depende mucho de tus circunstancias personales y de tus preferencias. Aunque no es obligatorio, el seguro de vida de una hipoteca cumple un triple objetivo: Abarata los intereses de la hipoteca. Te protege a ti y a tu familia en caso de fallecimiento e incluso invalidez (según la póliza). Asegura que el banco cobrará el resto de la hipoteca si a ti te ocurre algo. Como ves, los seguros de vida 'vinculados' a las hipotecas ofrecen numerosos beneficios tanto para los compradores como para los bancos, por lo que es razonable que los segundos las ofrezcan junto con sus préstamos. Aunque depende de cada persona, los expertos de Kelisto señalan que para saber si es rentable o no contratar un seguro de vida con la hipoteca hay que tener en cuenta dos aspectos: el sistema de amortización de las hipotecas que se usa en España (normalmente es el denominado francés) y la edad del titular. De acuerdo con estos dos criterios, las personas jóvenes son las más indicadas para contratar un seguro de vida junto con la hipoteca de su banco. Principalmente durante los primeros años del préstamo, ya que la prima del seguro no será muy alta y podrán beneficiarse de una rebaja en los intereses en el momento en el que estos son muy elevados (al principio de la hipoteca). No obstante, es muy probable que años después sea más rentable cancelar la póliza con el banco y contratarla con otra aseguradora, ya que en ese momento los intereses del préstamo que quedarán por pagar serán muchos menores, y el efecto de una subida de estos (por cancelar el seguro con el banco) será mucho menos apreciable en la cuota mensual. ¿Qué cubre el seguro de vida de una hipoteca? Como su propio nombre indica, esta póliza cubre el fallecimiento del titular o titulares de la hipoteca. Muchos de estos seguros van más allá y también ofrecen cobertura contra la incapacidad permanente e incluso contra los accidentes y la enfermedad (para evitar problemas es recomendable que la póliza de vida la firmen todos los tomadores del préstamo). La principal diferencia de los seguros de vida hipotecarios es su beneficiario: a diferencia de otras pólizas de vida, en este caso en principio es el banco el que cobrará la indemnización para saldar la deuda pendiente. Existen tres variantes diferentes de seguros de vida de una hipoteca. Varían el cálculo de la indemnización y la prima a pagar, algo que también se debe tener en cuenta si el beneficiario de la póliza es exclusivamente la entidad financiera. Seguro de vida asociado al capital pendiente de la hipoteca. En este caso, el capital asegurado será siempre el del préstamo hipotecario (es decir, lo que falta por pagar en ese momento). Es una póliza decreciente, puesto que su prima se va reduciendo con el paso del tiempo (al ser menor también el dinero que resta por pagar de la hipoteca). Seguro de vida asociado al capital inicial de la hipoteca. Durante todo el periodo se mantiene invariable el capital contratado (el coste inicial de la hipoteca), aunque se vaya reduciendo el dinero que se debe a la entidad financiera. En este caso, hay que asegurarse de que no figura como único beneficiario el banco, para que tus familiares, amigos, etc. sean los que cobren la cantidad que exceda la deuda contraída. Seguro de vida asociado al capital pendiente de la hipoteca más otro adicional. Además de la deuda pendiente, el beneficiario recibirá un importe adicional fijado. ¿Se puede cancelar el seguro de vida de una hipoteca? Claro, que se puede cancelar el seguro de vida de una hipoteca. La ley permite rescindir todo seguro de vida de duración superior a seis meses. De hecho, puede hacerse en dos momentos diferentes. Por un lado, se puede "resolver el contrato sin indicación de los motivos y sin penalización alguna dentro del plazo de 30 días siguientes a la fecha en la que el asegurador le entregue la póliza o documento de cobertura provisional”. En este caso, el tomador recibirá la prima que ha pagado, con excepción de la parte proporcional correspondiente a los días en los que haya disfrutado ese seguro. Por otro lado, también puedes optar por cancelar la renovación anual de este tipo de seguros. Para ello, deberás avisar con suficiente antelación al banco o aseguradora con la que firmaste el seguro. Eso sí, ten en cuenta que si anulas la póliza con la entidad financiera en la que contrataste tu hipoteca, posiblemente perderás parte de las bonificaciones que conseguiste en el momento de la firma. En conclusión, los seguros de vida ligados a una hipoteca no son obligatorios. Pueden suscribirse o no, y hacerlo con el banco en el que solicitas el préstamo o con una compañía independiente. Entre sus beneficios están asegurar el pago de la vivienda a la entidad financiera en caso de fallecimiento (a veces también incluyen una indemnización extra). Depende de cada caso personal y de las condiciones ofrecidas, pero generalmente merece la pena contratarlos con el misma entidad que la hipoteca si eres joven y solo durante los primeros años del préstamo (cuando los intereses son elevados y una rebaja en estos es más efectiva).