¿Has oído alguna vez hablar de un swap y sabes qué es? Si no, no te preocupes porque vamos a contártelo en este artículo. El swap es un producto financiero sofisticado y de alto riesgo que nadie debería haber tenido en su hipoteca. De haber sido así, te habrá costado dinero, pero no eres el único. En España hay más de 200.000 afectados por los swaps de hipotecas que se distribuyeron hasta 2009. Y se espera la resolución del Tribunal Supremo que dictamine en contra de ellos y los considere una cláusula abusiva de las hipotecas. Pero, ¿qué es un swap desde un punto de vista técnico? Se trata de un contrato a futuro entre la entidad financiera y el hipotecado. Mediante el swap, el banco vende un ‘seguro de cobertura’ contra las subidas de los tipos de interés que afectan a las hipotecas a tipo variable (en este otro artículo te explicamos las diferencias entre hipoteca variable o fija). Los intereses de las hipotecas venían subiendo desde el año 2005 y se esperaban más alzas. Por ejemplo, el euríbor, la principal referencia de las hipotecas, empezó 2008 en el 4,5%, pero superó ese mismo año el 5%. Se esperaban más alzas y los bancos empezaron a protegerse ellos mismos ofreciendo a los hipotecados los swaps de las hipotecas como cobertura frente a nuevas subidas de los tipos de interés. Si no sabes cómo funciona, en este post puedes conocer cómo afecta el euríbor a la hipoteca de tu casa. Para explicarlo de una forma más sencilla, una hipoteca a tipo variable que contratara un swap venía a comportarse en cierta forma como una hipoteca a tipo fijo, ya que el swap compensaba la subida de los tipos de interés hipotecarios (euríbor). ¿Cómo funciona un swap de hipoteca o hipotecario? Mediante el swap, el hipotecado se asegura pagar un tipo de interés fijo máximo durante un tiempo determinado. Si el interés (euríbor) supera cierto nivel, el banco le abona la diferencia y se mitigan los efectos en las mensualidades de la hipoteca. Sin embargo, si el euríbor se sitúa por debajo del nivel pactado, la diferencia la paga el hipotecado. Vamos, si no suben los tipos de interés, el hipotecado paga el coste del swap y la diferencia entre el nivel del euríbor pactado y el real. El swap, un negocio ruinoso para los hipotecados Ya sabes cómo funciona el swap y qué es exactamente. ¿Te parece complicado? Sí. Pues ese es el problema. Pero es que aún hay más. Si el euríbor baja -como efectivamente hizo-, el swap te impide beneficiarte de ello en tu hipoteca. Si tienes una hipoteca variable es para aprovecharte de las caídas de los tipos de interés. Si piensas que los tipos van a subir, contratas una hipoteca a tipo fijo para no sufrir repuntes... Pues bien, el swap convertía una hipoteca variable en fija. Cuando bajaron los tipos de interés ese mismo 2008 (cerró el año ya cerca del 3,5%), los hipotecados con swaps tuvieron un sobrecoste muy elevado: el coste del propio swap y la gran diferencia entre el nivel pactado del euríbor y el real, que también tuvieron que abonar. El coste mensual del swap en 2008 era del 0,2% del importe financiado. El coste del swap en 2008 rondaba el 0,2% del importe que se financiaba de la hipoteca al mes. Esto es, en una hipoteca de 100.000 euros, unos 200 euros al mes de sobrecoste. Y la duración del contrato de swap de la hipoteca era de entre tres y cinco años. Teniendo en cuenta que desde ese mismo 2008 el swap ya no era rentable por la bajada del euríbor, es fácil calcular el importante quebranto que sufrieron quienes lo contrataron durante los años siguientes. En cambio, las entidades financieras se aseguraban cobrar por el swap, además de no pagar nada por el contrato de cobertura de la hipoteca (ya que al caer los tipos de interés, el swap no se ejecutaba). Todo el riesgo de la operación era para el hipotecado. Hubo mala praxis desde las entidades financieras Que el producto saliera poco o nada rentable es una cosa; que se comercializara sin cumplir las obligaciones de información y de valoración del nivel de cultura financiera del hipotecado, otra. Los hipotecados con swap han reclamado que no se hicieron los pertinentes test de conveniencia y de idoneidad en su momento. Son obligatorios, pero los bancos no entregaron la copia a los hipotecados que demostraba que los habían pasado. Recuerda que los swaps son ajenos a la hipoteca, porque no se encuentran entre las cláusulas hipotecarias y son un producto financiero derivado e independiente que se firma mediante un contrato privado. Los afectados también han reclamado que no se les informara correctamente de las consecuencias de este tipo de producto financiero y que se les vendiera como un seguro de cobertura sin más explicaciones. Tanto es así, que en algunos casos se duda de si no hubo imposición de los swaps a la hora de conceder la hipoteca. Por último, se reclama que estos productos son caros de cancelar y que no consta esa información en ningún sitio, por lo que además se habla de que los swaps de las hipotecas tenían costes ocultos de cancelación. Situación actual de los swaps de hipoteca Ya sabes todo de los swaps: qué son y por qué causaron tanto perjuicio a los perjudicados. Queda por saber en qué situación se encuentran. En estos momentos, hay una sentencia admitida a trámite en el Tribunal Supremo contra una entidad financiera que ya perdió en primera instancia el juicio y en el que se dictaba que los swaps eran nulos. En su sentencia, el tribunal consideró que se ocultaban en el contrato aspectos fundamentales como el coste de cancelación del producto o el coste máximo de los pagos si se producía la contingencia (caída del euríbor). Por otro lado, el Tribunal Supremo ya dictó sentencia en contra de un swap hipotecario en 2017 de esa misma entidad porque consideró que "inducía a error al cliente". Asimismo, en septiembre de 2020 un juzgado de Alicante ha dado la razón a un matrimonio al que vendieron un swap como si fuera un seguro. Otro tribunal de Madrid declaró nulos dos contratos de swaps en un juicio celebrado en julio. Sin embargo, si te has visto afectado por un swap hipotecario conviene que sepas que el plazo máximo para reclamar por este motivo habría terminado en el año 2020. Aunque debes consultar con un abogado para que valore tu caso concreto, como los swaps de las hipotecas dejaron de comercializarse en 2009, en principio el plazo de reclamación ya habría vencido.