Razones para comprar una casa de lujo en las afueras de la ciudad hay muchas, no obstante, existen también algunos inconvenientes que queremos explicaros a continuación, aunque en comparación con las ventajas, son menores. Si entendemos el lujo como calidad de vida, habrá quienes se decanten por la tranquilidad, la seguridad, el silencio, las zonas verdes o las áreas para la práctica deportiva, y quienes prefieran poder moverse sin coche, tener muchas zonas de ocio o de servicios alrededor. Ventajas Lo cierto es que una de las demandas más repetidas tras los confinamientos por la pandemia son las viviendas amplias, con grandes terrazas y zonas verdes. Y eso es muy complicado de encontrar en el centro de las ciudades. Así, una de las principales ventajas de comprar una casa de lujo en las afueras de la ciudad es la mayor oferta disponible de este tipo de inmuebles. La lista de ventajas es amplia, pero cada comprador tiene las suyas. Entre las que más se repiten podemos citar las vistas privilegiadas, calles más tranquilas, un vecindario reducido, una mayor privacidad o la flexibilidad de poder tener una vivienda personalizada. Vistas privilegiadas El tema de las vistas privilegiadas podría pensarse que se consigue igual con un ático en la ciudad, pero todo depende de su orientación, pues puede tener las vistas al campo o la montaña muy lejos, en otra dirección u ocultadas por otros edificios. Vivienda con maravillosas vistas Por eso, una de las principales ventajas de comprar una casa de lujo en las afueras es la cercanía con la naturaleza y las zonas verdes. No tanto que se vean a lo lejos como que se perciban. Los compradores buscan en el exterior de las ciudades la cercanía de un pulmón verde que aporte calidad de vida. Y no tanto un parque, como la naturaleza misma que puede estar fuera de la ciudad, a unos kilómetros del centro. La idea es, muchas veces, tener cerca la posibilidad de realizar acciones saludables, sobre todo si en la familia hay niños o mascotas. Ausencia de tráfico y ajetreo Pasamos suficiente tiempo cada día en atascos, rodeados de multitud de personas como para no entender que la intimidad o el silencio son un lujo. Demasiado tiempo bajo los efectos de situaciones que generan ansiedad y nerviosismo por la falta de espacio propio, el ruido del tráfico o la contaminación se convierten en un problema que se soluciona con una vivienda de lujo en las afueras. Vecindario reducido En línea con los factores anteriores está también el lujo de la intimidad. Vivir en un bloque supone compartir espacios comunes con muchas otras personas. Vivir en una propiedad de lujo en las afueras permite disponer de un espacio en el que se reduce la posibilidad de encontrarte con los vecinos o sus visitas. Por ese motivo, muchos compradores prefieren vivir en una urbanización reducida a las afueras donde pueden controlar la intimidad y todos esos factores que les pueden impedir tenerla. Mayor privacidad La intimidad viene de la mano de otro lujo, la privacidad. Si se enfoca la intimidad hacia la tranquilidad, la privacidad se enfoca hacia la seguridad. Y a veces la seguridad es que tus vecinos no sepan que vives allí o que haya pocas personas con acceso a tu urbanización o finca. Exteriores de casa de lujo Una vivienda de lujo en las afueras permite disfrutar de servicios y espacios de acceso restringido solo a residentes. Y contar incluso con servicios de seguridad privada. Más flexibilidad para una vivienda personalizada Uno de los grandes objetivos que tienen los compradores de viviendas tras la pandemia es el espacio. Y ese es un punto a favor de las viviendas de lujo en las afueras porque allí es más fácil conseguir ese tamaño, esa distribución o esos elementos individuales como pueden ser el garaje, el trastero, los jardines, las terrazas y todo un largo abanico de posibilidades. Desventajas En algunas urbanizaciones de lujo hay que pasar ciertos controles para poder comprar una vivienda. No basta con tener el dinero, algunos vecinos pueden tener derecho a vetar a los nuevos residentes para evitar que se conviertan en vecinos personas que por distintos motivos no son de su agrado. Una casa de lujo en las afueras tiene el inconveniente de que los accesos vía transporte público son peores y están más limitados. Puede no ser un problema para los residentes sin no les importa depender de servicios de transporte privados, pero si necesitan contratar personas de servicio, puede que les resulte más complicado encontrarlas. Por supuesto, comprar una vivienda en las afueras supone estar lejos de las zonas de ocio y de algunos servicios como pueden ser los hospitales, los colegios o las universidades. Incluso de tu lugar de trabajo. Por lo tanto, hay que acostumbrarse a realizar la compra por teléfono o Internet, o a bajar muy a menudo y para muchas cosas al centro de la ciudad, si bien la tecnología cada vez lo hace menos necesario. Conexiones a internet menos estables Vivir en las afueras supone depender de unas buenas comunicaciones para poder realizar muchas tareas sin tener que desplazarse. Por eso es imprescindible que la cobertura de las comunicaciones en la zona sea de la máxima calidad. Las operadoras suelen centrarse en las áreas urbanas primero para llegar a más clientes y suelen dejar la periferia para más tarde. Por ello es imprescindible conocer la calidad y variedad de las operadoras que den servicio en la zona. Dependencia de un vehículo para desplazarse El inconveniente de vivir en las afueras es que los residentes dependen de vehículos privados para desplazarse. Y eso supone la obligatoriedad de tener no uno, sino dos vehículos o más disponibles, dependiendo del número de adultos que residen en la vivienda.