La cláusula suelo es una condición recogida en la escritura de la hipoteca que fija un interés mínimo en una hipoteca variable, es decir, establece que el interés variable no puede ser inferior de un determinado porcentaje. Esto significa que aunque el interés del euríbor más el diferencial esté por debajo de este porcentaje, el consumidor no se beneficia de la bajada, sino que tiene que pagar el interés fijado en la cláusula suelo.
Estas cláusulas se consideran abusivas y nulas cuando han sido incorporadas en la hipoteca de forma poco transparente por las entidades financieras y han causado un daño económico al consumidor.
En 2016, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró que las entidades financieras tenían que devolver a todos los clientes las cantidades cobradas de más, como consecuencia de la aplicación de las cláusulas suelo. Los consumidores tienen derecho a reclamar los gastos de estas cláusulas y la eliminación de las mismas de la hipoteca.
La sentencia del Tribunal Supremo establecía que los bancos tenían que devolver a los clientes los intereses pagados de más a partir de mayo de 2013. El Tribunal de Justicia de la UE amplió el periodo desde la fecha de formalización de la hipoteca.
A esta situación se llegó por las demandas presentadas por los consumidores ante los tribunales de justicia porque el interés de su hipoteca variable no bajaba a pesar de la bajada del euríbor desde el año 2009. El euríbor pasó de estar por encima del 5% en 2008 a estar en torno al 1% en 2009.
Sin embargo, las hipotecas que contenían una cláusula suelo establecían un interés mínimo entre el 2,5% y el 3,5%, por lo que aunque el euribor estaba tan bajo el interés que se aplicaba era el que aparecía recogido en la hipoteca.
Estas cláusulas se consideran abusivas y nulas cuando han sido incorporadas en la hipoteca de forma poco transparente por las entidades financieras y han causado un daño económico al consumidor.
¿Por qué se considera abusiva la cláusula suelo?
La cláusula suelo se considera abusiva y nula cuando el cliente no ha sido informado de su inclusión o no tiene la suficiente transparencia. Así lo estableció el Tribunal Supremo en 2013 cuando declaró nulas las cláusulas suelo por falta de transparencia.En 2016, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró que las entidades financieras tenían que devolver a todos los clientes las cantidades cobradas de más, como consecuencia de la aplicación de las cláusulas suelo. Los consumidores tienen derecho a reclamar los gastos de estas cláusulas y la eliminación de las mismas de la hipoteca.
La sentencia del Tribunal Supremo establecía que los bancos tenían que devolver a los clientes los intereses pagados de más a partir de mayo de 2013. El Tribunal de Justicia de la UE amplió el periodo desde la fecha de formalización de la hipoteca.
A esta situación se llegó por las demandas presentadas por los consumidores ante los tribunales de justicia porque el interés de su hipoteca variable no bajaba a pesar de la bajada del euríbor desde el año 2009. El euríbor pasó de estar por encima del 5% en 2008 a estar en torno al 1% en 2009.
Sin embargo, las hipotecas que contenían una cláusula suelo establecían un interés mínimo entre el 2,5% y el 3,5%, por lo que aunque el euribor estaba tan bajo el interés que se aplicaba era el que aparecía recogido en la hipoteca.
¿Cómo se puede reclamar la nulidad de la cláusula suelo?
Para reclamar la nulidad hay dos vías:- Vía extrajudicial. Está recogido en el RD 1/2017 de medidas urgentes de protección de consumidores en materia de cláusulas suelo. Consiste en pedir al banco que devuelva el importe cobrado por la aplicación de esta cláusula y la eliminación del suelo en la hipoteca. El banco tiene un plazo de 3 meses para hacer la devolución.
- Vía judicial. Si el banco no responde hay que presentar una demanda ante el juzgado mediante abogado y procurador. Es un proceso más largo en el que si ganas, el banco te devolverá el dinero y eliminará la cláusula del contrato hipotecario además de pagar los honorarios del abogado.