Los aerogeneradores son los aparatos que convierten la fuerza del viento en energía eléctrica. Se reconocen fácilmente cuando están instalados en parques eólicos por sus grandes palas. Estos aerogeneradores que se instalan en las llanuras y las montañas tienen un tamaño impresionante con torres de 100 metros de altura y palas de 20 metros de largo. El aerogenerador doméstico no necesita mucho espacio para su instalación Sin embargo, existen unos aerogeneradores domésticos que sirven para producir energía de autoconsumo en casa. Estos aerogeneradores pueden instalarse en viviendas individuales o en comunidades y producen una energía renovable y sostenible. ¿Para qué sirve un aerogenerador doméstico? El aerogenerador doméstico sirve para producir la energía eléctrica de la casa gracias al viento, con lo que se reduce el coste de la factura eléctrica. Funcionan igual que un aerogenerador o molino de viento grande con unas palas, un rotor y una torre. Sin embargo, su diseño es más sencillo, lo que facilita que pueden ser manejados por los propios usuarios. Al instalar un aerogenerador hay que calcular la velocidad del viento teniendo en cuenta que se incrementa con la altura, por eso es importante colocarlo a la altura óptima. La mejor ubicación para un aerogenerador doméstico es en el tejado de la casa porque es la zona más alta o en una torreta especializada de al menos 10 metros. ¿Cómo funciona un aerogenerador? El funcionamiento de un aerogenerador es sencillo. El viento mueve las aspas que rotan de un eje que está ubicado en lo que se denomina góndola. Este eje está comunicado con una caja de cambios que aumenta la rapidez de rotación del eje dando energía al generador. Esta energía multiplicada llega al generador que transforma la energía mecánica en eléctrica para ser utilizada en la vivienda. Además, en la góndola hay unos aparatos que miden la velocidad y dirección del viento y mueven las palas para obtener la mayor cantidad de energía eólica. Los aerogeneradores captan la fuerza del viento cuando sopla más de 3 o 4 m/segundo y producen una potencia máxima de 15 m/s. Cuando el viento es muy fuerte, 25 m/s, las palas se colocan en bandera y el aerogenerador se frena de forma automática. Ventajas de un aerogenerador doméstico Los aerogeneradores domésticos tienen una serie de ventajas respecto a otras fuentes de energía renovable: La energía producida se aprovecha al máximo porque hay muy poca distancia entre el aerogenerador y la vivienda por lo que no se pierde en el transporte. No es necesario tener un gran espacio de terreno para instalarlos, se pueden instalar en el techo de la casa o en una torreta especial para alcanzar la altura necesaria. Tienen un mantenimiento sencillo y económico. Funcionan incluso cuando no hay rachas fuertes de viento, es decir, con vientos débiles. Tienen un reducido impacto ambiental porque tienen un tamaño menor y se integran bien en el entorno. Pueden ir asociados a instalaciones fotovoltaicas formando sistemas híbridos que combinan la energía del sol y del viento para generar la energía eléctrica y utilizar baterías para acumular la energía sobrante. Tipos de aerogeneradores domésticos Básicamente los aerogeneradores pueden ser de dos tipos: Aerogeneradores verticales. Son similares a los molinos de viento y son los más comunes. Las palas captan el viento en todas las direcciones y son silenciosas porque son más pequeñas. Tienen que estar colocados en zonas altas y alejados de objetos grandes que pueden provocar turbulencias. Funcionan bien con vientos débiles. Aerogeneradores horizontales. El eje de rotación está en paralelo al suelo por lo que las palas giran en forma perpendicular al viento. La altura de la torre permite a las turbinas acceder a fuertes rachas de viento, pero son menos eficaces con vientos débiles. También pueden clasificarse según la potencia que puede ser de 12 V, 24 V y 48 V. Cómo instalar un aerogenerador doméstico Las ordenanzas municipales establecen los requisitos para instalar los aerogeneradores El primer requisito para instalar un aerogenerador en casa es comprobar si tienes espacio y no hay obstáculos alrededor que impidan la circulación fluida del viento. En segundo lugar, debes valorar cuál es la velocidad media que tiene el viento para calcular cuánta energía puedes producir con un aerogenerador. Existen herramientas online como el Atlas Eólico Europeo que pueden ayudarte a conocer esta información. Ten en cuenta que debes hacer los cálculos con una media anual, no solo con la medición de un día concreto. Para que la instalación eólica doméstica sea rentable tiene que haber como mínimo viento con una velocidad de 4 a 5 m/s. Debes consultar las ordenanzas municipales para saber cuáles son los requisitos que exige el ayuntamiento para una instalación minieólica y conseguir una autorización legal para instalarlo de acuerdo con la normativa actual. Un aerogenerador doméstico puede generar entre 400 y 100 W o más, aunque está potencia está condicionada a la intensidad y regularidad del viento. En cualquier caso, se calcula que es suficiente para cubrir el consumo energético de una vivienda. ¿Cuánto cuesta un aerogenerador doméstico? La inversión en una instalación eólica doméstica puede estar entre los 1.300 € y los 8.000 €, mientras que en las instalaciones residenciales se incrementa hasta los 12.000 € y más de 40.000 €. El presupuesto depende del modelo de turbina y de la potencia nominal del aerogenerador. No obstante, una ventaja de estos aerogeneradores es que no necesitan un mantenimiento exigente. Es suficiente con una revisión anual del sistema y del estado de las aspas y el rotor. Con estos cuidados, se calcula que la vida útil de un aerogenerador doméstico está entre 20 y 25 años.
