Las Islas Baleares son conocidas por sus playas y calas, pero tanto en la costa como en el interior cuentan con numerosos lugares que no debes perderte. Precisamente, debido a esta variedad no resulta sencillo elaborar una lista de los pueblos más bonitos de Baleares: cada una de las islas tiene candidatos suficientes no solo para entrar en este ranking, sino para hacer uno propio. Viviendas en venta en Palma de Mallorca Aún así, hemos rastreado la geografía insular para elegir nuestros favoritos, los que para nosotros son los pueblos con más encanto de las Islas Baleares. Mallorca es la que reúne el mayor número de poblaciones bonitas, pero incluso en la pequeña Formentera hay lugares que merecen una visita. Descubre las promociones de obra nueva en las islas Baleares Este listado de los pueblos más bonitos de Baleares está formado por dos de Mallorca (Valldemossa y Capdepera), otros dos de Menorca (Fornells y Es Castell), uno de Ibiza (Santa Gertrudis de Fruitera) y otro de Formentera (El Pilar de la Mola). No obstante, es solo una muestra representativa de algunos de los lugares de interés que no debes perderte. Como te decíamos unas líneas más arriba, las islas están llenas de poblaciones y rincones de gran belleza. Por citar solo algunos ejemplos más, son visita obligada también Ciudadela, Binibeca Vell (ambas en Menorca) o la propia Palma de Mallorca. Valldemossa Es un encantador pueblo medieval de calles empedradas llenas de flores y ubicado en la parte más baja de la sierra de Tramuntana, a menos de 20 kilómetros de Palma de Mallorca. Fue el destino elegido por la escritora George Sand y el compositor Frederic Chopin para vivir su amor durante unos meses en la Real Cartuja de Valldemossa, del siglo XIV. En una visita a este conjunto monumental se puede ver el museo de Chopin, en la celda donde se alojaba el músico, la iglesia y el Palacio del Rey Sancho, situado en la plaza de la Cartuja. Dentro de la localidad son típicos sus cafés y las pequeñas casas adosadas, que se extienden con jardines y terrazas en el interior. Valldemossa es también conocido por una especialidad gastronómica, la coca de patata, que elaboran en la pastelería Ca’n Molinas, la más antigua del pueblo. Para contemplar las vistas de todo el paisaje que rodea Valldemossa están los miradores de Miranda des Lledoners y de s’Escaleta. En la sierra de Tramuntana también se encuentran otros de los pueblos más bonitos de Baleares, como Deia, Fornalutx, Banyalbufar o Sóller. Capdepera Es un pueblo medieval rodeado por una gran muralla, donde destaca el castillo situado en un montículo desde el que se divisa la costa y el interior. Su recinto fortificado se inició en el siglo XIV por el rey Jaume II para el refugio de los habitantes ante el ataque de los piratas. En el siglo XVIII se convirtió en una plaza militar, hasta su abandono en 1854. Posteriormente, a finales del siglo pasado, pasó a manos del ayuntamiento. En este recinto destacan la torre defensiva de Canyamel, la iglesia de la Virgen de la Esperanza y la Casa del Gobernador. El casco histórico, formado por callejuelas pobladas de casas señoriales como Can Piricus, fue distinguido como conjunto histórico artístico en 1993. En mayo se celebra el mercado medieval, con puestos de productos típicos y todas las casas engalanadas con banderolas. Capdepera casi está más cerca de Menorca, que se puede ver desde el castillo, que de Palma de Mallorca, distante a 80 kilómetros. Fornells El tercero de los pueblos más bonitos de Baleares nos traslada a la isla de Menorca, concretamente a su zona norte. Fornells es una villa de pescadores que pertenece al municipio de Es Mercadal. Se distingue porque tiene algunas de las calas más bonitas de la isla (Rotja, S’Arenalite y Cabra, a las que se accede desde el mar) y es donde se puede degustar la caldereta de langosta típica de la gastronomía isleña. Dentro de su patrimonio histórico destaca la torre de Fornells, construida por los ingleses para proteger el puerto a principios del siglo XIX, junto con los restos del castillo de San Antonio, la iglesia de San Antonio Abad y la plaza de S’Algeret. Monumentos que contrastan con las casas encaladas características de esta localidad. En la zona de la playa de Fornells destaca el paseo marítimo, lleno de bares y restaurantes, y el Faro de Cabo de Cavallería, desde donde se disfruta de las mejores vistas panorámicas de la costa y de la playa del mismo nombre. Es Castell Es Castell se encuentra en el extremo este de la isla de Menorca, cerca del puerto de Mahón. Es uno de los pueblos con más encanto de Baleares. Tiene su origen en el castillo de San Felipe, una fortificación construida por los reyes españoles en el siglo XVI para proteger la entrada del puerto de Mahón. Su núcleo urbano tiene una clara influencia británica, con calles rectas y casas de aspecto militar. La plaza Mayor está rodeada de antiguos cuarteles ingleses y edificios con balcones cubiertos de vidrieras. Desde el centro se llega hasta el antiguo muelle de pescadores, conocido como Cales Fonts, donde hoy se encuentran los bares y restaurantes más turísticos. En Es Castell hay que visitar el castillo de San Felipe, situado a la entrada del puerto; el fuerte Marlborough, levantado por los ingleses en la cala de Sant Esteve; y la Torre d’en Penjat, que forma parte del sistema de fortificaciones de la zona. Es Castell está situado en el punto más oriental de toda España, lo que permite disfrutar de un espectacular amanecer junto al mar. Santa Gertrudis de Fruitera El siguiente de los pueblos más bonitos de las Islas Baleares nos transporta a Ibiza, aunque lejos de los focos más turísticos. Situado en el centro de la isla, Santa Gertrudis de Fruitera es una localidad pequeña y tranquila de casas blancas y calles peatonales donde hace unas décadas se instalaron artistas, convirtiéndolo en un lugar cosmopolita. Imagen: Depositphotos/ salvacubells De su patrimonio histórico, lo más reseñable es la iglesia de Santa Gertrudis de finales del siglo XVIII, con el campanario más alto de la isla. Las nuevas construcciones, que mantienen el estilo rural que caracteriza las casas de esta villa, albergan las tiendas, restaurantes y bares destinados al turismo, como el mítico Bar Costa, cuyo interior está decorado con decenas de cuadros pintados por artistas hippies que recalaron en Ibiza en los años sesenta y setenta. El Pilar de la Mola Formentera, con sus espectaculares playas, también alberga uno de los pueblos más bonitos de Baleares. El Pilar de la Mola es una localidad tranquila situada en la altiplanicie de la Mola, casi al final de la carretera que conduce al faro, desde el que se avistan unos maravillosos atardeceres. Sus mayores atractivos son el mercadillo hippie que se celebra todos los miércoles y domingos, y que cuenta con una gran afluencia de público; la iglesia de la Virgen del Pilar, el Camí de Sa Pujada y el Molí Vell. El Pilar de la Mola está a 12 kilómetros de La Savina, donde llegan los barcos que conectan Formentera con el resto de las islas del archipiélago. Este pueblo es conocido mundialmente por sus espectaculares acantilados.