¿Cuándo es el momento de vender un piso?

En la compraventa de viviendas hay épocas del año en las que aumenta la búsqueda por parte de los compradores, y por tanto es más fácil vender un piso, y otras en las que las transacciones están casi paralizadas. No obstante, esta estacionalidad en la compraventa también puede verse afectada por la situación económica del país: durante la crisis se reducen las operaciones, mientras que en momentos de expansión aumentan las compras de inmuebles. Partiendo de estas premisas, vamos a ver cuándo es el mejor momento de vender un piso.

Primavera y otoño es el momento de vender un piso

La estacionalidad en la compra de una vivienda no es tan marcada como ocurre en el caso de los automóviles, que registra los picos de ventas en los meses de diciembre y enero, cuando los concesionarios ofrecen los mayores descuentos. En el caso del mercado inmobiliario, los agentes reconocen que con la llegada del buen tiempo los compradores se lanzan a buscar casa, algo que aumenta la búsqueda de inmuebles tanto online como física. Por otro lado, el regreso de las vacaciones de verano también supone un incremento de las operaciones de compraventa.

Teniendo en cuenta todo esto, podemos decir que la primavera y el otoño, épocas en las que se concentra sobre todo esta búsqueda, es el momento de vender un piso, ya que los compradores están más deseosos de comprarlos.

Venta de viviendas en España 2017-2019 (Fuente: INE)

Como puedes ver en el gráfico superior, mayo es tradicionalmente el mes en el que se registran los mayores picos de ventas. Así pues, este mes se consolida como el mejor momento para vender un piso. Julio, antesala de las vacaciones de la mayoría de los compradores, es otro de los meses en los que se cierran muchas operaciones. Tras el parón de agosto, las compras vuelven a reactivarse en septiembre y octubre para caer nuevamente con la llegada de las vacaciones de Navidad.

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La razón de que los periodos entre mayo y julio o después de agosto sean propicios para vender una vivienda es que las personas prefieren comprar su nueva casa antes de irse de vacaciones o bien a la vuelta. Por el contrario, durante las vacaciones de verano y Navidad la actividad se paraliza. De hecho, tradicionalmente es en el mes de agosto cuando se registran menos firmas de contratos de venta.

La excepción a esta tendencia se produce con la vivienda vacacional, que se vende mejor en los meses de verano. El motivo es que los compradores aprovechan la llegada de las vacaciones para buscar casa en los destinos de playa, que es donde se concentra la vivienda vacacional (si ya tienes casa y quieres sacarla un beneficio extra, en este otro artículo te contamos 'cómo alquilar mi casa para vacaciones').

Cómo vender un piso en primavera-verano

Si quieres aprovechar el tirón del buen tiempo para vender tu casa debes tener en cuenta que los compradores tienen más tiempo en verano para buscar la vivienda y organizar la mudanza antes de que se inicie de nuevo la actividad habitual en septiembre, por lo que esta situación puede jugar a tu favor y ayudarte a cerrar la operación más rápidamente. 

Además, aunque conforme avanza el verano y se inician las vacaciones de agosto muchos compradores dejan de buscar vivienda para irse de veraneo, también hay otros que aprovechan el mayor tiempo libre que tienen en julio o incluso en agosto para la búsqueda de su nueva casa. Otro aspecto destacado es que las personas que buscan un nuevo hogar en ese momento tienen un verdadero interés por comprarlo lo antes posible. Por este motivo, y según el caso, el verano puede convertirse en un buen momento de vender un piso (sobre todo si, como te hemos comentado antes, se trata de una vivienda vacacional). 

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Eso sí, ten en cuenta que algo que puede frenar la venta en verano es que la tramitación de los papeles necesarios para cerrar la operación puede retrasarse, ya que la actividad de notarias y registro se ralentiza por las vacaciones. Para evitar estos retrasos, debes tener preparada y actualizada toda la documentación de la casa que necesitas entregar al comprador, como por ejemplo el certificado de eficiencia energética, obligatorio para vender o alquilar una vivienda. 

Cómo vender un piso en otoño

Como te comentábamos antes, otoño es otro buen momento de vender un piso, ya que el mercado se reactiva tras el parón de agosto. No obstante, para garantizar el éxito de la operación es importante que prestes atención a la época del año en la que te encuentras: vigila que la calefacción funciona correctamente y que la casa tiene una temperatura agradable cuando los compradores realicen la visita.

Al contrario de lo que ocurre en los meses de primavera y verano, cuando los días son más largos, en otoño debes organizar las visitas de los compradores en las horas centrales del día si quieres sacar partido a la luz natural. Cuando esto no sea posible, potencia el uso de la iluminación artificial en aquellos espacios de la casa que sean más atractivos y ofrezcan una mejor imagen. 

También conviene supervisar que no haya goteras ni humedades en los techos y las paredes, ya que con las lluvias de otoño si la casa tienen algún problema de impermeabilización quedará expuesto a la vista de los compradores.  

Independientemente del momento que elijas para vender el piso, es fundamental que salga a la venta con un precio de mercado justo y, si puede ser, atractivo. Uno de los errores habituales de los vendedores es sobrevalorar su vivienda e ignorar el precio que marca el mercado en su zona.

¿Cuál es entonces el momento de vender un piso más apropiado? En términos generales, es muy importante que tengas en cuenta que en las vacaciones (agosto, Navidad y Semana Santa) se produce un parón del mercado, por lo que debes huir de esas fechas para poner tu casa en venta.

Como ya te hemos comentado en este reportaje, el periodo en el que se cierran más compraventas es el comprendido entre los meses de mayo y julio, antesala de las vacaciones. Las operaciones también se reactivan en septiembre y octubre, e incluso en algunos años enero también es un mes que registra un importante crecimiento de las compraventas de vivienda.