Las Passivhaus o casas pasivas, también conocidas como Passive Houses, ofrecen un ahorro energético de entre el 60% y el 90% gracias a las numerosas mejoras que incorporan. Se trata de viviendas que logran alcanzar la máxima eficiencia energética sin descuidar el confort, la salud y la seguridad de sus ocupantes. Junto a este importante ahorro energético y económico, las casas Passivhaus ofrecen espacios interiores mucho más saludables y confortables en cuanto a temperatura, humedad y concentraciones de CO2 y otros patógenos y contaminantes. Todo ello, gracias a un sistema de aislamiento térmico que evita la formación de puentes térmicos, a una cubierta completamente estanca al paso de infiltraciones de aire, a unas carpinterías de altas prestaciones (triple acristalamiento, baja transmitancia y correcta instalación), a un sistema de ventilación mecánica con recuperador de calor o a un diseño bioclimático. Todos estos beneficios, unidos a la cada vez mayor apuesta por la sostenibilidad en el mundo de la construcción, han hecho que estándares como el Passivhaus estén más en auge que nunca. A favor de la apuesta por estas casas pasivas también juega un papel importante el aumento de la preocupación por disfrutar de viviendas saludables que se ha generado como consecuencia de la pandemia del coronavirus. No obstante, todas estas ventajas energéticas y constructivas no son los únicos motivos que justifican el desarrollo actual de las Passivhaus en España. De acuerdo con Sto, compañía alemana especializada en la elaboración de materiales y soluciones constructivas para Passive Houses, estas son otras razones que justifican este aumento de su popularidad: Actualización del Código Técnico de la Edificación Desde el mes de julio se han actualizado las exigencias recogidas en el Documento Básico de Ahorro de Energía DBHE que está dentro del Código Técnico de la Edificación (CTE) para adaptarse a las exigencias de la normativa europea en relación con la eficiencia energética de las viviendas, la salud, el confort y la seguridad de los usuarios. Estas exigencias tienen como finalidad la creación de edificios de alta eficiencia energética con la mejora de las envolventes térmicas y el fomento del uso de tecnologías eficientes y sostenibles. Estos nuevos requisitos se asemejan a las condiciones que exige el certificado Passivhaus, aunque desde Sto reconocen que este último sigue siendo más exigente y que continúan "existiendo grandes diferencias. Entre ellas, las exigencias en cuanto al confort térmico en verano, hermeticidad, ventilación mecánica o puentes térmicos". Utilización de un sistema de renovación constante del aire Según la Plataforma de Edificación Passivhaus, la ventilación mecánica de doble flujo que incluye un inmueble con este estándar puede ayudar a reducir el riesgo de contagio en espacios cerrados. La razón está en su capacidad para extraer el aire viciado del interior y, a la vez, filtrar el aire de impulsión que proviene del exterior, eliminando también los elementos contaminantes. Además de limitar la demanda de calefacción y refrigeración hasta 15kWh, este sistema también puede ayudar a reducir el riesgo de contagios en espacios cerrados. De este modo, se garantiza una calidad ambiental interior óptima a lo largo de todo el año. Mayor ahorro energético al pasar más tiempo en casa Con el auge del teletrabajo y las clases semipresenciales de los estudiantes desde que comenzó la pandemia ha aumentado el tiempo que estamos en casa. En esta situación es importante controlar el gasto energético, por lo que es conveniente contar con sistemas que reduzcan el consumo y favorezcan el ahorro en la factura de la luz. En este sentido, las Passive Houses generan la décima parte del gasto de un inmueble convencional. Por ejemplo, en un piso estándar de 120 metros cuadrados, el gasto de calefacción puede ascender a 1.500 euros al año, mientras que en una vivienda pasiva puede llegar a reducirse hasta 150 euros al año. La vivienda se revaloriza hasta un 20% En el auge de las casas pasivas existen también razones de carácter económico. Se calcula que una vivienda certificada por el estándar Passivhaus alcanza una revalorización de un 20%, según la Federación Internacional de Profesionales Inmobiliarios (FIABCI). En un momento en el que el precio de la vivienda está experimentando una caída adquiere mayor importancia contar con un inmueble que puede alcanzar una mayor rentabilidad en el futuro. Importante crecimiento de las Passivhaus De acuerdo con los datos de la Plataforma de Edificación Passivhaus, en los últimos dos años se han duplicado en España los proyectos de este tipo de viviendas: de los 80 que había en 2018 en España se ha pasado a los 162 actuales. A pesar de que este estándar surgió a finales de los años noventa en Alemania y los países escandinavos, donde existen miles de Passivhaus, en España se certificó la primera casa con este sello en 2010. No obstante, ante las circunstancias actuales se prevé que el incremento de estas viviendas será mucho mayor en los próximos años. Como puedes ver, las Passivhaus ofrecen ventajas que van más allá del ahorro energético y la eficiencia constructiva. También ofrecen mayor seguridad ante posibles contagios y una mayor revalorización.