Los datos confirman la tendencia que los expertos adelantaron tras la primera oleada del coronavirus y que recogimos en nuestro artículo '¿Cómo afectará el coronavirus al alquiler de vivienda?'. Según un estudio de Fotocasa a partir de 5.000 encuestas realizadas durante el mes de septiembre, el 64% de los pisos turísticos se han pasado al alquiler residencial durante la pandemia generada por la COVID-19. No obstante, en este trabajo, titulado ‘Impacto de la pandemia en el alquiler vacacional’, se apunta que este colectivo de propietarios es relativamente pequeño, pues realmente supone el 6% de los particulares. Resulta curioso también que más de un tercio de ellos todavía mantiene su vivienda en alquiler vacacional, mientras que un 15% afirma que su decisión de cambiar el tipo de alquiler es algo temporal, pues pretende regresar al arrendamiento turístico en cuanto la situación lo permita. Un 15% de estos cambios es temporal y volverá al alquiler turístico en cuanto sea posible. Por lo tanto, prácticamente la mitad de los arrendadores que antes tenían su negocio en el alquiler vacacional se ha pasado al arriendo residencial de forma indefinida. Esto debería elevar la oferta de pisos en alquiler en esos mercados, aunque como dice Anaïs López, directora de Comunicación de Fotocasa, “habrá que ver si estas viviendas encajan con las necesidades de la demanda de vivienda en alquiler”. Según algunas fuentes, el precio medio del alquiler residencial bajó un 4,9% en España durante las semanas de confinamiento, siendo las grandes ciudades, sobre todo Madrid y Barcelona, las más afectadas con descensos de hasta el 10%. Fuente: Fotocasa En estos resultados hay que tener también en cuenta el hecho de que las vacaciones estivales de 2020 se han caracterizado por menos viajes, estancias más cortas y mucho más turismo nacional, según confirma el estudio de Fotocasa, lo que explica el trasvase de pisos de alquiler turístico, con mucho peso del turista internacional, al alquiler tradicional, donde el peso de la oferta es nacional. ¿Qué ha pasado con la demanda? El estudio revisa también la demanda de alojamiento y expone que la tipología más afectada por la pandemia han sido los establecimientos hoteleros. Si en el verano de 2019 fueron la opción de un 42% de los particulares, su demanda en 2020 ha bajado hasta el 23%. Por el lado de las viviendas vacacionales, el descenso ha sido mucho menor: su demanda ha pasado del 17% en 2019 al 13% en 2020. Estos números pueden explicarse a partir del dato de los particulares que se quedaron en casa en 2019 (25%) frente a los que lo hicieron este año (42%). Los más jóvenes viajaron más a pesar de la situación de incertidumbre que generó la pandemia. Otro dato que revela el estudio y que no debe pasarse por alto es el de la demanda en función de la edad, pues los más jóvenes viajaron más a pesar de la pandemia. Los menores de 44 años han realizado más reservas vacacionales, hoteles y visitas a familiares y amigos, en tanto que los mayores de 44 años se han decantado por segundas residencias o por la permanencia en su vivienda habitual (no salir de vacaciones). Esta tendencia es más marcada entre los encuestados de 55 a 75 años, que se quedaron en casa en un 49% de los casos. Comportamiento dispar por comunidades autónomas Si bien la tendencia a no salir de vacaciones durante el verano de 2020 ha sido muy similar en todas las comunidades autónomas, en Andalucía se ha producido un descenso muy significativo. El año pasado alquilaron una vivienda vacacional el 19% de los andaluces, frente al 12% del verano de 2020. Fuente: Fotocasa. Como nota curiosa, en Madrid y Cataluña cayeron más las reservas hoteleras. En la capital de España se pasó del 47% al 29%, mientras que en catalana se bajó del 47% al 26%. Auge de la segunda residencia y caída de los hoteles como solución vacacional La encuesta confirma también la tendencia a pasar más tiempo en verano en la segunda residencia. Según los encuestados, durante el año 2019 pasaron 48 días en su segunda residencia frente a los 54 días que la han utilizado durante lo que llevamos de 2020. Los españoles pasaron más días en su segunda residencia este verano que en el de 2019. Lógicamente, si se ha pasado más tiempo en una segunda residencia es porque los establecimientos hoteleros han recibido menos visitas. Pero esta tendencia no se ha notado tanto en el número de reservas, sino en su duración. Los particulares que se han decantado por los establecimientos hoteleros han recortado su estancia de 10 a 7 días de media. El turista nacional viajó poco y no salió de España Un último aspecto que recoge la encuesta es que los españoles no hemos salido de nuestro país en el verano de 2020. Dicho de otro modo, un 28% de los españoles salió en 2019 frente al 7% que lo ha hecho en 2020. Aunque esta menor movilidad también se notó en el turismo nacional, pues del 55% de los turistas nacionales de 2019 se ha pasado al 45% en 2020. De hecho, la situación financiera y sanitaria dejó en casa este verano al 51% de la población frente al 28% que tomó esta decisión en 2019. La crisis que siguió a la pandemia dejó en casa este verano al 51% de la población española. Este cambio en el perfil del turista hacia un viajero más nacional se dejó notar sobre todo en Madrid y Cataluña, los dos territorios donde el turismo internacional tuvo más peso en 2019, a pesar de que se mantuvieron los niveles en el turismo nacional. ¿Y qué va a pasar ahora? De momento, sabemos que el precio de los alquileres bajó en el 69% de las 48 provincias en el tercer trimestre de 2020 frente a un descenso del 71% en el mismo periodo de 2019. Asimismo, algunas previsiones apuntan que los precios de alquiler caerán un 18% hasta finales de 2021. No obstante, todo dependerá de la evolución de la pandemia.