Comprar un piso barato es el objetivo de toda persona que está buscando una nueva vivienda. Sin embargo, no siempre resulta fácil encontrar una casa económica que además satisfaga tus necesidades y las de tu familia. Para ayudarte, en este artículo te ofrecemos algunos consejos para que te cueste menos esfuerzo encontrar un piso barato. Un inmueble puede ser económico por dos aspectos: por sus propias características y por factores concretos. Dentro de las primeras se incluyen aspectos como su situación (mejor o peor barrio), tamaño, acabados, planta en la que se encuentra (no es lo mismo un ático que un semisotano), extras (garaje, trastero, piscina…), etc. Al margen de estas, también existen causas que pueden hacer que cualquier inmueble, al margen de su precio, sea más barato de lo normal: por ejemplo, que el vendedor tenga especial interés en deshacerse de él (como ocurre con algunos pisos de bancos, por ejemplo); que se encuentre en una zona con poca demanda; que haya una bajada de precios puntual, etc. Cómo es vivir en un piso barato Independientemente de que una casa tenga un mejor o peor precio con respecto al de mercado, tu situación económica será la que determine en última instancia si un inmueble es barato o no. Por ello, si quieres vivir en un piso barato, lo primero que debes hacer es precisar qué significa 'barato' para ti. Calcula en función de tus ingresos y ahorros cuánto puedes pagar por tu nueva casa sin pasar aprietos económicos (en este otro post te explicamos detalladamente qué piso te puedes comprar con tu sueldo). Como orientación, los expertos financieros recomiendan que la letra mensual de la vivienda no supere el 30% de tus ingresos. De este modo, una vez que hayas determinado tu capacidad de endeudamiento te resultará más sencillo comenzar la búsqueda de un piso barato en tu ciudad o sus alrededores. Lógicamente, cuanto mejores sean la ubicación del inmueble y sus características (tamaño, acabados, zonas comunes, etc.), más elevado será el precio. Por lo tanto, si quieres encontrar una vivienda económica que no se salga de tu presupuesto, dependerás ponderar estas dos variables: cuanto mejor o más grande sea el inmueble que buscas, más deberás alejarte de las zonas cotizadas. Lógicamente, encontrar una casa barata en uno de los barrios de moda de tu ciudad será una misión imposible. Por eso, es importante que empieces buscando en las zonas donde el precio del metro cuadrado sea más asequible. No obstante, determinar un precio concreto para un piso barato no es posible, ya que depende totalmente de su ubicación. Por ejemplo, en Madrid puedes necesitar un mínimo de 200.000 euros, mientras que en otra ciudad con 80.000 puede ser suficiente. Aún así, existen algunas fórmulas para determinar si un inmueble tiene o no buen precio. La primera consiste es comparar lo que cuestan viviendas de semejantes características en la misma zona: sin duda, es el mejor indicador para saber si la compra es una buen inversión. Gracias a los portales inmobiliarios que hay en la actualidad es bastante sencillo determinar el precio medio de una vivienda en un barrio concreto. Otra opción para calcular si una casa es barata o cara es usando el PER (Price Earnings Ratio), que resulta de dividir el precio de venta entre el de alquiler. Así podrás saber los años que tardarías en recuperar el dinero destinado a la compra de la vivienda a través de su alquiler. El PER es un ratio que permite calcular el valor de los inmuebles. Por ejemplo, puede darse el caso de que una vivienda barata tenga una renta elevada de alquiler por su demanda, por lo que en ese caso se trataría de una buena inversión. Generalmente, una vivienda con un PER alto suele ser más cara que otra con uno bajo. Teniendo en cuenta que actualmente la media del PER está en torno a 27 -calculado sobre una rentabilidad bruta del alquiler del 3,7% en el último trimestre de 2020- (es decir, son necesarios 27 años de alquiler para pagar un piso), las propiedades con un PER superior a ese valor pueden considerarse caras. Eso sí, ten en cuenta que este indicador varía en función del mercado y la ubicación de la vivienda: las ciudades y zonas con mayor demanda tienen un PER más alto. Una vez que te hemos explicado cómo saber si un piso es barato, deber saber que este tipo de inmuebles tienen varias ventajas. Junto a su menor precio de compra, vivir en un piso barato generalmente implica también costes más reducidos: cuota de comunidad más baja, impuestos más reducidos, gastos de mantenimiento menores ya que suelen ser más pequeños (calefacción, luz, etc.)... Consejos para comprar un piso barato Si estás pensando comprar un piso barato, aquí tienes algunas recomendaciones que pueden ayudarte en la búsqueda. Compra sobre plano. Es la primera regla de oro para ahorrar: si compras un piso sobre plano puedes conseguir una rebaja del 10% al 15% con respecto a su precio una vez que esté construido. Además, podrás hacer pagos aplazados mientras se finaliza su construcción (algo que suele tardar unos dos años). Haz un buen estudio de mercado. Rastrea bien toda la oferta disponible para tener muy claros los precios de mercado y cuáles son las zonas más interesantes. Así te resultará más fácil detectar posibles chollos. Puedes utilizar portales inmobiliarios como Housage para realizar este estudio. Aléjate del centro. Según la zona donde esté ubicado el piso, el precio variará mucho. Los barrios céntricos son los más caros, por lo que es mejor que te alejes de ellos si pretendes comprar un piso barato. En la periferia puedes encontrar viviendas más grandes y económicas. Atención a las urbanizaciones. Los inmuebles alojados en urbanizaciones con amplias zonas comunes (piscina, gimnasio, jardín…) suelen tener un precio más elevado y unos gastos de comunidad mayores. Por ello, es mejor que busques una vivienda sin zonas comunes o que al menos esté integrada en una promoción grande para que, al haber muchos vecinos, los gastos de comunidad estén más repartidos y sean más bajos. Barrios con fácil aparcamiento. Es una forma sencilla de ahorrar en la compra de tu piso. Si se aparca bien en la zona, no necesitarás adquirir también una plaza de garaje (o incluso dos). Los bajos y primeras plantas son más baratos. Generalmente los pisos que están en las primeras plantas son más económicos (a excepción de los bajos con jardín), ya que son más ruidosos y reciben menos luz. Conforme aumentan su altura, las viviendas tienen un coste mayor (los áticos son los más caros). Tamaño justo. Un fallo frecuente es buscar una vivienda más grande de lo necesario, algo que incrementa su precio de adquisición y los gastos de mantenimiento posteriores (calefacción, elctricidad, etc.). El mejor consejo para comprar un piso barato es elegir uno con el tamaño apropiado a tus necesidades. Busca últimas unidades o pisos que lleven tiempo en venta. En ocasiones, los promotores rebajan el precio de las últimas unidades -sobre todo si llevan un tiempo en venta- con tal de liquidar los inmuebles restantes. Hipoteca. Elegir el préstamo adecuado (capital solicitado, tipo de interés, etc.) puede hacer que la vivienda se abarate o encarezca considerablemente. Solicita varias ofertas a los bancos para ver cuál es la que más te interesa y calcula bien qué capital necesitas realmente. Negocia también con el banco para que no te cobre los gastos de la hipoteca (comisión de apertura y tasación de la vivienda). Como has podido ver, existen numerosas alternativas para disfrutar de un piso barato en tu ciudad. No obstante, es importante que sigas nuestras recomendaciones para conseguir el menor precio posible.