Si piensas que comprar una vivienda para ponerla en alquiler es la única forma de invertir en bienes inmobiliarios estás equivocado. Existen otras formas alternativas como el crowdfunding inmobiliario, que permite invertir en inmuebles pero sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero. Esto es posible porque la inversión se realiza a través de plataformas en las que se invierte junto con otras personas. De este modo, con una aportación mínima puedes conseguir rentabilidad. Básicamente, puede decirse que el crowdfunding es una plataforma de inversión colaborativa que permite financiar proyectos a través de pequeñas aportaciones de dinero y a cambio de participaciones o recompensas (económicas o de otro tipo). Todos salen ganando: las empresas porque consiguen la financiación necesaria para sus diferentes proyectos o innovaciones, y los ahorradores porque, pese a no contar con un gran capital, pueden buscar una rentabilidad a sus ahorros. Recuerda: Seis consejos para invertir en viviendas El éxito de esta fórmula ha hecho que se extienda a numerosos ámbitos, entre ellos el del ladrillo. A continuación te explicamos todo lo que debes saber sobre el crowdfunding inmobiliario. ¿Qué es el crowdfunding inmobiliario? El crowdfunding inmobiliario consiste en la compra conjunta de inmuebles con otros inversores para obtener una rentabilidad, ya sea reformándolos para ponerlos en venta posteriormente o alquilándolos. Esta inversión se realiza a través de plataformas que se han desarrollado en los últimos años para que los pequeños ahorradores puedan participar en proyectos inmobiliarios a través de internet y obtengan una rentabilidad proporcional al capital aportado. Las principales ventajas del crowdfunding inmobiliario son que no es necesario hacer una gran inversión ni buscar los inmuebles, ya que son las plataformas las que seleccionan los proyectos y hacen las gestiones, mientras que el ahorrador sólo tiene que decidir en cuáles quiere invertir su dinero. ¿Cómo funciona el crowdfunding inmobiliario? Las plataformas de crowdfunding inmobiliario son portales digitales que contienen información sobre diferentes proyectos. Los gestores de estas plataformas son los encargados de hacer la selección de los proyectos, tanto de viviendas como de locales comerciales, entre las propuestas de financiación que reciben de promotores inmobiliarios y constructores. El proceso se inicia cuando las empresas que necesitan financiación para realizar sus proyectos inmobiliarios recurren a estas plataformas de crowdfunding. Estos proyectos pueden consistir en la construcción o reforma de viviendas para su venta o alquiler. La plataforma estudia estos proyectos que le presentan, analiza su viabilidad y la capacidad de la promotora para cumplir con los plazos y pagos. Una vez aprobados, la plataforma ofrece los proyectos a los diferentes inversores para que puedan invertir su capital hasta cubrir la financiación solicitada por el promotor. No te pierdas: 5 razones para invertir en inmuebles. En cada proyecto se incluye información sobre el presupuesto de compra, la reforma, el pago de impuestos, el plazo de ejecución y la rentabilidad esperada por la venta del inmueble o el alquiler. ¿Cuánto se puede invertir en crowdfunding inmobiliario? Lo primero que debes hacer si quieres invertir en crowdfunding inmobiliario es darte de alta en alguna de estas plataformas de inversión y crear una cuenta para acceder a los proyectos. Este proceso es similar en todas la plataformas, tienes que rellenar los formularios con tus datos y adjuntar la documentación que solicitan. A partir de ahí ya puedes invertir una cantidad que va desde 50 euros hasta el límite fijado según el tipo de inversor, tal y como se establece en la ley 5/2015 de Financiación Empresarial (ver texto legal): Inversor no acreditado: no puede invertir más de 3.000 euros por proyecto ni más de 10.000 euros en un periodo de 12 meses en proyectos de cualquier plataforma de inversión colaborativa. Además, los proyectos no pueden tener un presupuesto mayor de dos millones de euros. Inversor acreditado: no tiene ningún límite económico a la hora de invertir, aunque los proyectos están limitados a cinco millones de euros. ¿Quién es un inversor acreditado? La persona física que tiene unos ingresos anuales de más de 50.000 euros, un patrimonio financiero superior a los 100.000 euros y que recibe asesoramiento profesional sobre estas inversiones. Si se trata de personas jurídicas, deben tener un volumen de negocios de al menos dos millones de euros y recursos propios por valor de 300.000 euros. Una vez que se alcanza el presupuesto fijado en el proyecto, se realiza la construcción o reforma del inmueble. La obtención de ingresos para el inversor puede venir por dos vías: por la plusvalía de la venta del inmueble o por el arrendamiento, que genera la obtención de rentas periódicas por el alquiler. La rentabilidad media que se obtiene a través del alquiler está entre el 4% y el 6%, mientras que la rentabilidad media por la venta del inmueble se sitúa en el 10% (aunque depende de cada proyecto). Se trata de una rentabilidad superior a la media que ofrece la Bolsa, que ronda el 7%. Ventajas y desventajas del crowdfunding inmobiliario Entre las ventajas más destacadas del crowdfunding inmobiliario están las siguientes: Se puede invertir muy poco dinero, por lo que es accesible para todo el mundo. Permite la diversificación de las carteras, porque se puede invertir en viviendas, locales comerciales, hoteles y en diferentes ciudades. Los periodos de inversión son a corto plazo: desde un año a cinco, y los resultados llegan cuando termina el proyecto. Es una inversión más liquida que la compra directa de un inmueble, porque las participaciones se pueden vender en cualquier momento a otros inversores. Las plataformas tienen un mercado secundario donde se venden las participaciones de los proyectos al precio que quieras en pocos días. No obstante, y como ocurre con toda inversión, el crowdfunding inmobiliario también tiene una serie de riesgos. Estos son sus principales inconvenientes: No hay una rentabilidad garantizada: porque depende de cada iniciativa empresarial y existe el riesgo de que el proyecto finalmente no se realice. Es necesario diversificar bien la inversión y elegir correctamente los proyectos para obtener rentabilidad. Es mejor invertir en varios proyectos que no hacer toda la inversión en uno solo. Las inversiones no están adheridas a un fondo de garantía, por lo que en el peor de los casos es posible perder capital invertido. No obstante, al existir un bien inmueble como activo de la inversión es imposible su pérdida total. Además, en el caso de que no se cumpla el objetivo de financiación para realizar el proyecto, el dinero es devuelto al inversor. A modo de resumen es importante que sepas que el desarrollo del crowdfunding inmobiliario en España ha sido espectacular en los últimos años gracias a la aparición de varias plataformas como Housers, que son los pioneros y permiten invertir desde 50 euros; Urbanitae, con una inversión mínima de 500 euros; Brickbro, con una cantidad que varía desde los 50 a los 300 euros por proyecto; o Inveslar, con una inversión única que varía en cada proyecto.