Qué es un aval bancario para el alquiler Un aval bancario para alquiler es un instrumento financiero mediante el cual el banco garantiza el pago de una cierta cantidad de dinero (rentas) al arrendador si el avalado o inquilino no cumple con los términos y plazos acordados en el contrato de alquiler (mensualidades que correspondan o daños en la vivienda). El aval para alquiler es una de las herramientas exigidas por algunos arrendadores para garantizar el cobro del alquiler. El inquilino es el encargado de solicitarlo al banco, que se lo concederá siempre y cuando cumpla con los requisitos que le exijan. Con él, las posibilidades de acceder a la vivienda en alquiler aumentan, pues el arrendador tiene una garantía adicional de la solvencia del inquilino -además de la fianza obligatoria- y de su capacidad para pagar las rentas. De hecho, como ocurre en un préstamo, donde pueden solicitarte avalistas si tus garantías no son suficientes, un aval para alquiler puede solicitarse si tienes dudas de la solvencia del inquilino o, simplemente, como forma de garantía adicional (en este otro reportaje te explicamos para qué sirve la garantía del alquiler). El aval es una operación de riesgo para el banco, lo mismo que la concesión de un crédito: aunque no supone un coste inmediato para la entidad financiera, sí puede suponerlo en el futuro si el beneficiario lo ejecuta. Por eso, obtener un aval para alquiler requiere una serie de requisitos. ¿Cómo conseguir un aval bancario? Para que un banco te conceda un aval tienes que ser cliente suyo. Aunque parece obvio, hay entidades que ni siquiera te dan acceso a la información por Internet si no estás registrado como cliente. Para que te concedan un aval para el alquiler han de estudiar tu capacidad de pago del alquiler (ingresos y gastos), las garantías que tienes (ahorros) y la disponibilidad para devolver el dinero concedido en el aval en caso de que se ejecutara. Por eso es importante la vinculación con la entidad financiera, porque el banco te conoce más y mejor y puede concederte el aval para alquiler con menores exigencias. El banco estudiará tu capacidad de pago, garantías y disponibilidad para devolver el dinero antes de concederte el aval bancario para alquilar una vivienda. El primer paso para obtener un aval es formalizar ante notario una póliza de cobertura de garantía bancaria o póliza de cobertura para límite de garantías bancarias, en donde constan las relaciones entre la entidad y la persona avalada por la garantía (aval): comisiones, intereses y gastos, reembolso de los importes que haya pagado la entidad como consecuencia de la garantía, etc. Características y precios de un aval para alquiler El contrato de un aval para alquiler recoge una garantía personal que detalla el importe total avalado, el plazo y renovación del alquiler, así como las condiciones en las que puede hacerse efectivo. Normalmente, contempla la condición de que pueda cobrarse en el primer requerimiento por parte del arrendador, una vez acreditado el impago. Dado que se trata de una garantía personal hay que solicitarlo en la oficina habitual de tu banco. Los costes que soporta un aval bancario para alquiler son los intereses y comisiones por estudio y apertura. Asimismo, hay que incluir también el coste de formalizar el aval ante notario. En algunas entidades las dos comisiones son un porcentaje del importe del aval (en torno al 0,5% en la de estudio y el 0,75% en la de apertura), lo mismo que la de notaría (alrededor del 0,3%). Sin embargo, en otras no hay comisión de apertura, no se cobra nada por los tres primeros meses y, es a partir del cuarto cuando se cobra una comisión mensual que varía con el importe del aval. Por ejemplo, 12 euros para avales de hasta 2.000 euros, 22 euros para avales hasta 5.000 euros y 44 para avales de hasta 10.000 euros. Lo normal en un aval bancario para alquiler es una cifra que varía entre las tres y las seis mensualidades. El importe del aval es como el de un préstamo. Hasta cierta cantidad está preconcedido, pero hay que negociar con el banco si se precisa una cantidad superior. Cuando termina el periodo pactado, el beneficiario tiene que entregar el aval a la entidad para que ésta proceda a su cancelación. ¿Cuándo se ejecuta un aval bancario para alquiler? El contrato del alquiler recoge las circunstancias en las que se ejecuta el aval bancario. Estas deben quedar recogidas en el documento firmado entre el inquilino y su banco para que sean las mismas. Así, en cuanto se registre un impago, el arrendador puede exigir la ejecución del aval para que se le abone la deuda. El banco cumplirá con su obligación y abonará la renta debida, pero pedirá a su cliente que reintegre la cantidad. Conviene saber que algunas entidades financieras exigen la pignoración del dinero, que consiste en solicitar que el dinero del aval esté en una cuenta que no estará disponible para el inquilino hasta el vencimiento del aval. ¿Y si no puedo conseguir un aval bancario para alquiler? La alternativa al aval bancario es elegir otro tipo de garantía de alquiler como el seguro de impago, un depósito de garantía (su importe puede ser como máximo el equivalente a dos mensualidades) o incluso contratar los servicios de una empresa especializada que ofrezca una garantía de cobro. Tanto el aval bancario para alquiler como el seguro de impago y el depósito son compatibles con la fianza obligatoria que todo inquilino debe entregar en un alquiler y que se corresponde con el importe de una mensualidad.