El término 'catastro' procede el griego y significa registro. En España, el catastro hace referencia a un registro oficial en el que constan todos los inmuebles, sean suelos rústicos, urbanos o de características especiales. El catastro depende del Ministerio de Hacienda y la inscripción de las propiedades en él es obligatoria (además de los cambios o alteraciones que éstas puedan sufrir) y gratuita. De este modo, este registro permite identificar de modo inequívoco todas las propiedades mediante una referencia catastral, que es para un inmueble como el Documento Nacional de Identidad para una persona. La principal función del catastro es de carácter tributario, pero no es la única. La principal función del catastro es tributaria, saber a quién pertenece la propiedad para poder cargarle los impuestos correspondientes, pero no es la única. Si sigues leyendo te explicamos qué es el catastro, por qué es obligatorio inscribirse en él, qué le diferencia del Registro de la Propiedad y qué tipos hay en España. ¿Qué información recoge el catastro? El catastro es un registro en el que se recogen las características físicas, económicas y jurídicas de una propiedad inmobiliaria. En el caso de una propiedad agrícola, por ejemplo, indica la clase de cultivo o aprovechamiento ( aquí puedes acceder al portal del catastro). Otros aspectos de la propiedad que recoge el catastro son: Localización y referencia catastral. Superficie. Uso o destino. Calidad de las construcciones. Representación gráfica. Valor de referencia del mercado. Valor catastral y titular catastral (con NIF o NIE). Además, si los inmuebles están coordinados con el Registro de la Propiedad (también constan inscritos allí), se incorporará esta información junto con su código registral correspondiente. Tipos de catastros o cómo localizar el más cercano Como ya hemos comentado, el catastro depende del Ministerio de Hacienda, que es el encargado de mantenerlo al día y de facilitar la difusión de sus datos a través de la Dirección General del Catastro en toda España, excepto en los territorios de Navarra y el País Vasco, donde hay ciertas particularidades. Si este es tu caso, debes buscar el catastro en las páginas oficiales de los organismos correspondientes. Por otro lado, la Sede Electrónica del Catastro te permite realizar también numerosas funciones ( entrar en la página). Sin embargo, esta competencia se ejerce a través de varias fórmulas de colaboración con otras entidades públicas. Esto es, los ciudadanos podemos acceder al catastro también desde los ayuntamientos y diputaciones provinciales. Se puede acceder a los datos del catastro desde ayuntamientos y diputaciones provinciales Pero cuidado, porque dependiendo del convenio suscrito entre el Ministerio y las demás administraciones es posible que en algunos casos solo puedas presentar documentación o realizar ciertos trámites (cambios de titularidad, nuevas construcciones, ampliaciones o reformas, etc.). Aquí puedes conocer los servicios catastrales que prestan las entidades locales. Funciones y ventajas del catastro Ya hemos dicho que la principal función de catastro es tributaria (impuestos), pero tiene otras. Entre los usos fiscales del valor catastral está su utilización para determinar la base imponible de impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI), Sucesiones y Transmisiones Patrimoniales, Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía municipal) o sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Además de información para el pago de tributos, los datos contenidos en el catastro facilitan la localización de los bienes inmuebles implicados en operaciones de compraventa, herencias o donaciones, por lo que otorga una seguridad jurídica evidente a todos aquellos que realicen algún tipo de contrato sobre bienes inmuebles. De esta manera, el catastro es una herramienta para la lucha contra el fraude o irregularidades en el sector inmobiliario. Por último, el catastro facilita datos inmobiliarios a las diversas administraciones públicas para que puedan implementar políticas o tomar decisiones que afecten a los servicios públicos como son la gestión de infraestructuras, del medio ambiente o expropiaciones. Diferencias entre catastro y Registro de la Propiedad Muchos ciudadanos confunden el catastro con el Registro de la Propiedad, porque ambos contienen información relacionada con bienes inmuebles. Sin embargo, no son lo mismo. En primer lugar, el Registro de la Propiedad depende del Ministerio de Justicia en lugar del de Hacienda. Por otro lado, la información que se recoge en cada uno de ellos es distinta y tiene aplicaciones dispares. Si el catastro contiene información sobre las características y usos del inmueble, el Registro cuenta con datos jurídicos del tipo contratos que afecten a la propiedad o a los derechos sobre la misma. Además, la inscripción en el Registro de la Propiedad no es obligatoria excepto en el caso de que se pretenda obtener una hipoteca sobre el bien inmobiliario. Y acudir al Registro tiene un precio que oscila entre los 600 y los 1.000 euros, según el valor de la finca o derecho sobre la misma. El trámite puede tardar hasta 15 días. Por otro lado, en el caso de querer consultar la situación jurídica de un bien inmueble (si tiene cargas, etc.) se debe obtener una nota simple administrativa, que cuesta alrededor de tres euros en la oficina física del Registro o entre nueve y veinte euros si se realiza a través de algún intermediario online. Por lo general si se solicita una hipoteca, la entidad financiera querrá ver la nota simple del inmueble a hipotecar. A modo de resumen puede decirse que el catastro es el equivalente al DNI de una propiedad inmobiliaria, por lo que resulta obligatorio y gratuito. Su principal función es tributaria, pero no es la única. Aunque se le confunde habitualmente con el Registro de la Propiedad no es lo mismo y tiene funciones diferentes.