Razones para vivir en Estepona

Vivir en Estepona es disfrutar de la Nueva Milla de Oro de la Costa del Sol, una prolongación de la cercana Marbella (se encuentra a solo 25 kilómetros) en la que han proliferado las urbanizaciones y complejos residenciales. Buena parte de esta oferta de obra nueva en Estepona está formada por inmuebles de lujo, tanto plurifamiliares como unifamiliares (sobre todo, chalets adosados).

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Se trata de una de las zonas con mejor calidad de vida de Europa. Famosa por sus calles y plazas de casas blancas y balcones floridos, el 'Jardín de la Costa del Sol' -así es apodada Estepona- destaca por ser una localidad joven y abierta al mundo. Cuenta actualmente con unos 70.000 habitantes con una edad media de 41 años. De todos ellos, algo más de 16.000 son extranjeros, en su mayoría británicos. El 22% de su población tiene menos de 20 años y el 16%, más de 65.

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Uno de los principales encantos de la localidad malagueña es que ha sabido crecer sin perder su acento andaluz. El pueblo de pescadores se mantiene haciendo honor a su tradición pesquera, pero además Estepona se ha convertido con el paso de los años en una ciudad moderna que cuenta con todos los servicios y alternativas de ocio y entretenimiento necesarios para disfrutar del día a día.

No debes olvidarte del clima. Vivir en Estepona supone disfrutar de más de 300 días de sol al año y de una temperatura media de 17 grados, con máximas en verano de hasta 42 grados y mínimas en invierno de diez.

El encanto de un viejo pueblo andaluz

El encanto de este pueblo pesquero de viejas raíces mediterráneas se encuentra presente en toda la localidad, pero se hace especialmente patente en su centro histórico, uno de los más atractivos de Málaga. De allí sale la típica postal de Estepona, con sus calles encaladas decoradas con macetas llenas de flores de todos los colores.

En sus callejuelas encontrarás edificios que no debes perderte, como el ayuntamiento, la iglesia de Santa María de los Remedios, la torre romana, el antiguo castillo de San Luis o la torre del Reloj, todos en torno a la plaza de las Flores, el verdadero corazón de Estepona y una plaza peatonal llena de vida.

Pero estamos en la Costa del Sol y tenemos que hablar de playas. Y en Estepona eso pasa por citar la más conocida, la playa de La Rada, que se extiende a lo largo del paseo marítimo. O la playa del Cristo, una pequeña cala con forma de herradura de unos 600 metros de largo, aguas templadas y protegida del viento y las olas. Todas ellas son ideales para pasar el día en familia. Tampoco hay que perderse la playa de Galera, destino para los que practican el buceo o el surf, y la playa de Bahía Dorada, más familiar y tranquila, al oeste de Estepona. Finalmente, en la zona este puedes encontrar las playas de Bella, Atalaya, Casasola, El Padrón, El Saladillo, El Velerín, Guadalmansa, de la Plata, Punta Pinillos y el Castor.

 Y no olvides que, como buen enclave marítimo, Estepona dispone de un puerto de uso deportivo y pesquero, La Marina, con capacidad para más de 450 atraques y desde donde se pueden practicar deportes acuáticos como la vela, la moto náutica o el kayak.

Oferta cultural y gastronómica

La oferta cultural de la localidad no se queda en el casco antiguo. Todo aquel que vive en Estepona o la visita puede disfrutar de otros atractivos como el yacimiento de los Dólmenes de Corominas, el Museo Etnográfico o el Museo Arqueológico.

Las actividades deportivas también están presentes en el municipio andaluz, que cuenta con numerosas instalaciones. Por otro lado, el ocio nocturno se concentra en los alrededores del puerto deportivo y del paseo marítimo, uno de los más largos de España.


Tierra adentro podrás disfrutar de Sierra Bermeja. Con sus impresionantes vistas de la costa, es ideal para la práctica del senderismo, el ciclismo de montaña y las excursiones familiares. Forma parte de la Serranía de Ronda, y su composición geológica la hace única en todo el mundo.

Por otro lado, la gastronomía mediterránea de Estepona es muy rica, gracias al hecho de tener puerto (las capturas más típicas son la sardina, el boquerón y las chirlas), pero también a la producción agrícola, donde destacan las hortalizas, los limones y los aguacates. No puedes dejar de probar los platos típicos como la sopa campera, el gazpacho o el ajoblanco, así como los famosos espetos o el pescado a la sal.

Estepona, el Jardín de la Costa del Sol

Una de las claves del desarrollo del municipio en los últimos años ha sido el proyecto ‘Estepona, Jardín de la Costa del Sol’, que se centró en recuperar la localidad, dotarla de mayores atractivos turísticos e impulsar su actividad económica. Gracias a él, Estepona brilla ahora más que nunca, ya que se han remodelado y embellecido las calles del centro urbano, los viales, el pavimento, el saneamiento y los suministros.

Además, en los últimos años se han creado nuevas zonas verdes y espacios de ocio, como la unión del litoral esteponero mediante sendas peatonales que permiten pasear por toda la franja costera y disfrutar del mar.

Tampoco hay que olvidar la creación de un museo de arte urbano al aire libre, que incluye más de 60 murales artísticos en algunas fachadas y obras tan singulares como el mural vertical más grande de Europa, y el Parque Botánico-Orquidiario, un pulmón verde de más de 10.000 metros cuadrados en pleno centro y el hogar de una de las colecciones de orquídeas más singulares e importantes de Europa, con más de 5.000 especies de plantas y tres cúpulas de vidrio.

Actualmente, vivir en Estepona supone disfrutar de más 20 kilómetros de playas, 16 kilómetros de calles de tráfico restringido, más de 70 hectáreas de zonas verdes, un parque deportivo de siete hectáreas y numerosos campos de golf de renombre mundial, entre los que destacan los de la Atalaya y El Paraíso, diseñado por Gary Player.

En la localidad se encuentra también la Escuela de Arte Ecuestre de la Costa del Sol, uno de los centros hípicos más prestigiosos de España y con algunas de las instalaciones más modernas de Europa.

Amplia oferta inmobiliaria

A todos estos atractivos, Estepona añade una importante oferta inmobiliaria en uno de los espacios más codiciados de la costa malagueña, la Nueva Milla de Oro de la Costa del Sol. Su proximidad a un centro turístico como Marbella y su exclusivo Puerto Banús es un importante valor añadido para todos los inmuebles situados en esta zona.

Aquí puedes encontrar todo tipo de viviendas, como pisos, chalets adosados e independientes en urbanizaciones situadas en la proximidades de la costa o de la autopista AP-7, una vía que permite desplazarse fácilmente por el resto del litoral y la provincia. Asimismo, Estepona se encuentra a solo 30 minutos de Marbella y Benahavís, tres localidades que forman el llamado Triángulo Dorado de la Costa del Sol.


Entre las zonas más exclusivas se encuentra El Paraíso. Su ubicación es óptima, en el extremo este de la Nueva Milla de Oro y junto al campo de golf que lleva su nombre. Este espacio ofrece vistas al mar y a la montaña muy cerca de Marbella, y destaca por su distribución y su tranquilidad. La joya de la corona son las villas, con precios que superan fácilmente el millón de euros.

No obstante, la oferta de vivienda nueva en Estepona abarca desde pisos, áticos y dúplex de una a cuatro habitaciones (con un precio de partida desde 132.000 euros) hasta viviendas unifamiliares a partir de 225.000 euros (en este caso, chalets adosados).

Para que te hagas una idea, a fecha de enero de 2021, el precio del metro cuadrado en Estepona era de 2.342 euros, un 6,1% al alza en los últimos doce meses frente a los 2.289 euros que vale el metro cuadrado en la provincia de Málaga (con una subida en los últimos doce meses del 3,5%).

Mudarse a Estepona

Como has podido leer, existen argumentos más que de sobra para mudarse a Estepona. No obstante, también existen algunos inconvenientes. A continuación, analizamos los pros y contras de vivir en este rincón de Málaga.

Ventajas de mudarse a Estepona

La principal ventaja de mudarse a Estepona es que te permitirá vivir en una de las zonas más glamourosas junto a Marbella. Estepona se ubica en la que es conocida como la Nueva Milla de Oro de la Costa del Sol, una prolongación de la Milla de Oro original, ubicada en Marbella y junto a Puerto Banús. Precisamente, esta proximidad a una ciudad tan importante y turística es otra de las principales ventajas de mudarse a Estepona, ya que podrás beneficiarte de toda la oferta de servicios y establecimientos que ofrece Marbella (restaurantes, colegios, centros médicos, tiendas de primeras marcas, instalaciones deportivas, centros comerciales, etc.), pero residirás en un municipio más tranquilo.

Gracias a su amplia oferta de obra nueva -entre la más numerosa de la Costa del Sol-, existe una gran variedad de inmuebles a la venta en Estepona. Sobre todo han proliferado urbanizaciones exclusivas dotadas con todo tipo de servicios que proporcionan una vida muy relajada a sus habitantes.

Pero junto a esta calidad de vida, mudarse a Estepona significa también disfrutar del encanto andaluz en su máxima expresión. Con sus estrechas callejuelas blancas, plazas ajardinadas y balcones floridos, el casco histórico es uno de los más bonitos de la provincia.

Si aún no tienes suficientes razones para vivir en Estepona, recuerda otros de sus grandes tesoros: sus más de 20 kilómetros de costa, sus campos de golf (algunos de fama internacional) y su coqueto puerto pesquero.

Inconvenientes de mudarse a Estepona

También existen algunos inconvenientes de mudarse a Estepona, aunque son menores que las ventajas.

Sin duda, uno de los más importantes es que debido a su buena ubicación, el precio de venta de algunas viviendas es elevado (no hay que olvidar que se encuentra muy cerca de Marbella, el municipio con el metro cuadrado más caro de la zona). Los inmuebles más caros, exclusivas villas, casi alcanzan los cuatro millones de euros. No obstante, la amplia variedad de viviendas disponibles (pisos, dúplex, bajos, áticos, adosados y chalets independientes) hace que puedas encontrar propiedades a partir de 125.000 euros.

Su importancia como núcleo turístico es otra desventaja cuando llega el verano o las vacaciones. Sus calles, playas y restaurantes reciben la llegada de turistas que hacen que la tranquilidad habitual se resienta. No obstante, y aunque sea temporada alta, el trasiego de una ciudad como Estepona no tiene nada que ver con el que experimenta, por ejemplo, Marbella.

Esta dependencia del turismo puede considerarse otro inconveniente de mudarse a Estepona, ya que una parte importante de la oferta laboral del municipio es muy estacional. 

Finalmente, su menor importancia con respecto a otras ciudades de la provincia hace que en ocasiones sea necesario tener que desplazarse para disfrutar de algunos servicios (como por ejemplo, hacer determinadas compras o recibir educación universitaria).

No obstante, y pese a estas pequeñas desventajas, ya has visto que los beneficios de vivir en Estepona, durante todo el año o en periodos vacaciones, son mucho mayores.