La compra de la vivienda siempre se ha considerado la adquisición más importante para la mayoría de las personas. Por esta razón es normal dedicar mucho tiempo a encontrar la casa de tus sueños. Al margen de los gustos y necesidades que condicionan esta búsqueda, también hay que tener en cuenta los factores que aumentan el precio de la vivienda cuando buscamos casa. Además, el valor de las viviendas también cambia en función de la oferta y de la demanda, de manera que, cuando hay mucha demanda y la oferta es escasa, sube el precio. El valor de la vivienda cambia por la situación del mercado, pero estos cambios influirán de modo diferente en cada caso concreto de acuerdo con estos factores que encarecen el precio. Ubicación Es el primer requisito que marca la compra de la vivienda y a la vez es uno de los factores que más condicionan su valor. Dos pisos de iguales características tendrán un precio muy distinto según en la zona en la que esté ubicado cada uno. En cualquier ciudad, independientemente de su tamaño, hay zonas con precios más altos y otras donde la vivienda es más barata. En general, en el centro de las ciudades el valor de las casas es más alto que en los barrios periféricos. Además, la ubicación preferida será diferente según el tipo de comprador. Así, para una familia será importante una zona que tenga colegios, parques y zonas de ocio para los niños, mientras que para una pareja joven el lugar idóneo será el centro donde hay más oferta de ocio. Orientación La orientación es importante para valorar una casa porque cuanta más luz y mejores vistas tiene, más valor aporta a la vivienda. Se calcula que una buena orientación puede incrementar hasta un 15% el precio final de un inmueble. Al hablar de la orientación es fundamental que la vivienda sea exterior, porque las viviendas interiores son menos atractivas para los compradores actuales. También hay que tener en cuenta que la mejor orientación es diferente según la zona goegráfica donde está la vivienda. En sitios fríos se valora que la vivienda tenga orientación hacia el este y sur para disfrutar más del sol, mientras que en zonas de calor, la orientación norte puede ser una ventaja para no pasar tanto calor en los meses de verano. Planta La altura en la que está situada la vivienda puede aumentar o disminuir el precio de la vivienda. En general, se calcula que el precio se incrementa entre un 1% y un 2% por planta, pero si el edificio no tiene ascensor entonces se produce una depreciación de las viviendas que están ubicadas en las plantas superiores. La razón por la que se valoran más los pisos más altos es porque tienen más luz, mejores vistas y ventilación y sufren menos los ruidos de la calle que los pisos situados en las plantas bajas. En este sentido, los áticos son más valorados que los pisos bajos porque tienen más luz, sobre todo si tienen una orientación sureste. Tamaño El tamaño importa cuando se trata de una vivienda. Cuanto más grande es la casa su precio es mayor porque se multiplica el precio del metro cuadrado por los metros de superficie de la vivienda. Sin embargo, este factor está muy relacionado con la ubicación por eso el precio del metro cuadrado varía según la ubicación, ya que existen zonas prime con precios elevados y zonas de precio asequible en todas las ciudades. Por esta razón un piso pequeño situado en una zona céntrica de la ciudad puede ser más caro que un chalet en las afueras. Pero en una misma zona, los inmuebles de mayor tamaño tiene un precio superior a los de menor tamaño. Calidad de los materiales La calidad de los materiales es un factor clave en la conservación de la vivienda, por lo que una casa construida con materiales de calidad se depreciará menos con el paso de los años. Se estima que una casa pierde un 15% de su valor a los 5 años de su construcción, pero si está construida con materiales de calidad no perderá tanto valor porque su deterioro será menor. Sin embargo, los materiales de menor calidad tienen una resistencia limitada y, por tanto, es necesario sustituirlos con el paso del tiempo por lo que las viviendas tienen que ser reformadas. Esta es la causa que justifica que una vivienda tiene su mayor valor cuando es de obra nueva o ha sido reformada sustituyendo los materiales deteriorados por el paso del tiempo y el uso. Instalaciones Las instalaciones y servicios que tienen las viviendas son otro de los factores que encarecen el precio. Entre las instalaciones que más se valoran en una vivienda está la calefacción, el aire acondicionado, la domótica y aquellas instalaciones que mejoran la eficiencia energética de la vivienda, como por ejemplo, tener paneles solares o fuentes de energía renovables para cubrir las necesidades energéticas de la casa. Obviamente, si la vivienda dispone de trastero y plaza de garaje también incrementa su precio. También influyen en el precio de la vivienda la existencia de servicios comunes como servicios de seguridad y vigilancia en la comunidad o contar con zonas comunes con piscina, gimnasio, zona infantil, zona gourmet o salón social para celebrar reuniones familiares. Se calcula que las zonas comunes (piscina, instalaciones deportivas y jardín) aumentan el precio de una casa entre un 10% y un 30%. Este incremento es mayor en las ciudades de interior (entre 20% y 30%) que en las poblaciones de costa (entre un 10% y un 15%). Por tanto, a la hora de buscar vivienda debes tener en cuenta la situación del mercado inmobiliario y estos factores que aumentan el precio para hacer la mejor elección.