Con el paso del tiempo, reformar un piso acaba siendo necesario para hacerlo más confortable, para arreglar los desperfectos ocasionados por el uso y también para aumentar su valor de venta o alquiler. Al realizar estas reformas generalmente la vivienda revaloriza: se calcula que una vivienda reformada puede incrementar su precio de venta entre un 15% y un 20%. Generalmente, las reformas del baño y la cocina para actualizar las instalaciones son las que más revalorizan la vivienda, aunque requieren una mayor inversión. No obstante, se pueden hacer otros cambios más sencillos con menos inversión y buenos resultados. A continuación te ofrecemos 10 consejos para reformar tu piso de forma sencilla: Calcula bien el presupuesto antes de iniciar las obras Es fundamental analizar el precio del metro cuadrado de las viviendas rehabilitadas y sin rehabilitar de la zona para calcular cuánto se debe invertir en la reforma. Los profesionales aconsejan invertir el 50% de la diferencia entre ambos precios para tener un margen de beneficio y rentabilidad en la reforma. Por ejemplo, si la diferencia entre la vivienda reformada y sin reformar es de 1500 €/m2, el presupuesto de la reforma debería ser de 750 €/m2. Elimina algunos tabiques Prescindir de los tabiques permite mejorar la distribución de la vivienda: al unir habitaciones pequeñas es posible crear espacios más diáfanos. Cambiar la distribución revaloriza mucho la vivienda. Una distribución muy actual es unir la cocina y el salón, separando los ambientes con islas que permiten la comunicación entre las distintas estancias. Para realizar esta reforma, previamente se debe comprobar que las paredes que se eliminan no son un elemento estructural de la casa. En este otro artículo te contamos cómo debe ser la distribución de una casa moderna. Cambia las ventanas El cambio de las ventanas es muy recomendable cuando se reforma una vivienda porque sirve para mejorar el aislamiento térmico y acústico de la casa. Las ventanas de doble acristalamiento con rotura de puente térmico no solo aíslan la vivienda, sino que también permiten reducir el consumo de calefacción y de aire acondicionado (por lo que se compensa la inversión con el ahorro energético que se consigue). Además, con este cambio la vivienda puede mejorar su certificado de eficiencia energética, lo que se traduce también en un aumento en el precio de venta o de alquiler. Renueva el baño La renovación de los cuartos húmedos es la primera inversión que debe realizarse cuando se reforma un piso. La actualización del baño incluye el cambio de todas las instalaciones y sanitarios si la vivienda tiene muchos años. Ahora es tendencia hacer baños en suite en el dormitorio principal y añadir un baño más si la vivienda tiene dos o tres dormitorios. Actualiza la cocina Puede ser solo una renovación de los muebles o bien una reforma integral que incluya el cambio de suelo, de las instalaciones, las encimeras y alicatados y la sustitución de los electrodomésticos por otros de gamas más premium y eficientes. La inversión media para reformar una cocina de tamaño medio es de unos 5.000 euros, pero revaloriza mucho la vivienda. Incorpora la domótica a la casa A pesar de que no es una de las actuaciones en las que suele pensarse cuando se planifica la reforma de una casa, la incorporación de la domótica da lugar a una casa inteligente que tiene un valor añadido. Lo más sencillo es incorporar termostatos digitales para el control de la calefacción o persianas y toldos eléctricos que se abren y cierran según la luz exterior. La tecnología permite integrar estos sistemas a través del wifi, lo que facilita mucho la incorporación de la domótica en las viviendas modernas. Pinta las paredes Es una reforma básica para mejorar el aspecto de la vivienda si quieres ponerla en alquiler o venderla. Las paredes lisas y de colores neutros son tendencia, junto con el papel pintado y los vinilos para destacar alguna pared. Sin embargo, es importante elegir el color según el tamaño de la vivienda: se recomienda seleccionar colores claros para dar luminosidad en los espacios oscuros. Arregla los suelos Si la vivienda tiene un suelo de madera en buen estado será suficiente con lijarlo y barnizarlo. Cuando es necesario cambiarlos porque están en mal estado, se aconseja instalar suelos laminados por su durabilidad y facilidad de instalación sobre el pavimento antiguo. Además, estos tipos de suelo imitan la madera, piedra o cerámica, lo que permite su uso en cualquier habitación de la casa porque tienen una gran variedad de texturas y acabados. Aumenta el espacio de almacenaje Construir armarios empotrados en los huecos vacíos de las habitaciones es una forma de aprovechar el espacio de la vivienda y aumentar las zonas de almacenaje. Es una reforma muy práctica y útil en cualquier piso independientemente de su tamaño. Además, en las viviendas de techos altos se pueden crear altillos para guardar las cosas de menos uso y en los pasillos construir armarios para la ropa de uso diario. Adapta la reforma del piso a su uso Las reformas que se plantean en una vivienda son distintas si se trata de tu propia casa o de una para alquilar. Cuando se reforma el piso propio se busca un equilibro entre calidad, estética y funcionalidad y la inversión es más elevada. Por el contrario, si la vivienda reformada se destina al alquiler se realizan reformas sencillas, más centradas en la estética que en la calidad y con un presupuesto menor. Para finalizar, ten en cuenta que la vivienda se deprecia un 1% de su valor cada año si no se realizan mejoras, pero si se reforma, la revalorización será mayor cuando más se invierta en los trabajos de mejora.