Alquila tu oficina o despacho a particulares y sin comisión

Alquilar tu oficina a un particular no es muy distinto que hacerlo con una vivienda. No obstante, existen algunas peculiaridades legales que debes conocer y que te explicamos más abajo. Además, debes describir los aspectos más destacados del inmueble en un buen anuncio y convencer al inquilino de que tu propuesta es la que mejor encaja con sus necesidades.

Por si aún no lo sabes, alquilar tu oficina sin agencias tiene tres grandes ventajas. La más importante es que te ahorrarás la comisión que se paga a terceros cuando intervienen en el proceso. Esta comisión a la agencia inmobiliaria suele corresponderse con un mes de renta -no está establecido por ley- y puede ser abonada por el propietario, el inquilino o por ambos (muchas veces depende de la zona geográfica para que se opte por una fórmula y otra).

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Otra de las grandes ventajas es que los inmuebles sin esa comisión tienen un mercado más amplio, ya que no son pocos los arrendatarios que huyen de oficinas alquiladas por agencias (debido al sobrecoste de la comisión correspondiente). Por último, al ser una operación tramitada directamente entre las partes interesadas (arrendador e inquilino), la negociación es más fluida y es más probable llegar a acuerdo. 

Un alquiler más fácil y rápido

Como ves, alquilar una oficina entre particulares es la mejor fórmula para obtener el mayor beneficio y hacerlo de la forma más rápida. No obstante, también es importante que conozcas el proceso para que no surjan dificultades.

El primer paso para alquilar tu oficina sin una agencia de por medio es fijar la renta mensual que pedirás por ella. En este enlace te explicamos cómo calcular la rentabilidad de un alquiler para establecer un precio que sea rentable pero que a la vez esté dentro del mercado.

Lo siguiente que debes hacer es preparar toda la documentación necesaria para la operación. Por ejemplo, las escrituras que demuestran que eres el propietario del inmueble o una nota simple (no obligatoria), donde constan datos de interés útiles para el arrendatario como la superficie, la descripción y las cargas. Recuerda, asimismo, que el certificado energético también es obligatorio para el arrendamiento de oficinas.

La estética también juega un papel importante en el alquiler de una oficina entre particulares. No es lo mismo anunciar un despacho sucio y destartalado que uno bien decorado y cuidado. Limpia el inmueble a fondo y haz un repaso general de las instalaciones: pinta paredes y techo si es necesario, elimina todos los recuerdos antiguos y coloca un mobiliario funcional para que los posibles inquilinos vean las posibilidades del despacho. Muchas veces, una pequeña reforma puede servir para incrementar el precio del alquiler.

Por último, para alquilar tu oficina sin comisiones tendrás que hacer tú mismo el anuncio y colgarlo en Internet. No es muy diferente de un anuncio para vender tu piso o alquilarlo: usa fotografías de calidad y un lenguaje sencillo pero descriptivo (aquí tienes más consejos para hacer un anuncio efectivo).

Alquila tu oficina por Internet y entre particulares

Si quieres alquilar tu oficina rápido, debe estar en Internet. Actualmente es el canal en el que mayor número de transacciones inmobiliarias (compraventas y alquileres) se registran cada día.

El portal Housage cuenta con una sección especializada en el alquiler de oficinas en la que podrás anunciar tu inmueble para que sea visto por las miles de personas que buscan una nueva en estos momentos. Solo tienes que registrar tu inmueble y esperar a que los usuarios interesados se pongan en contacto contigo. ¡Fácil, sencillo y económico!

Particularidades a la hora de alquilar tu oficina a particulares

No obstante, una vez encontrado el inquilino interesado y antes de firmar el contrato, es importante que tengas en cuenta las peculiaridades que rodean al alquiler de oficinas a particulares.

La primera, que este tipo de alquileres se rige por el Titulo III de la Ley de Arrendamientos Urbanos (Ley 24/1994 de 24 de noviembre), 'De los arrendamientos para uso distinto del de vivienda'. La segunda, que  este texto que recoge las normas regulatorias para el alquiler de oficinas, da mucha libertad a las dos partes (arrendador y arrendatario) a la hora de definir las condiciones de ese contrato. Es decir, el arrendamiento de oficinas es mucho más flexible que el de vivienda habitual.

Por ejemplo, al alquilar tu oficina o despacho a particulares, la duración del contrato se puede pactar libremente. Lo más habitual es entre tres y cinco años, con un periodo de obligado cumplimiento. Estos son los años en los que el inquilino acepta penalización si resuelve el contrato antes de tiempo.

La actualización de la renta de alquiler, el pago de algunos gastos o impuestos y las garantías adicionales (al margen de la fianza de alquiler obligatoria de dos meses) son otros aspectos que pueden pactar propietario e inquilino.

Un último consejo: cuando vayas a alquilar tu oficina o despacho a un particular es muy probable que éste necesite adaptar el inmueble a su actividad profesional (más o menos puestos de trabajo, creación de una sala de reunión, etc.). Sé flexible con sus necesidades, aunque infórmate en todo momento de las reformas que tiene pensado hacer: debe contar con tu autorización antes de realizarlas. Por otro lado, es frecuente en estos casos dar al arrendatario un periodo de carencia (no paga renta durante ese plazo) hasta que acondicione convenientemente su nueva oficina.

Como puedes ver, alquilar tu oficina sin agencias es posible, aunque resulta un poco distinto en cuanto a los aspectos legales, que están mucho más abiertos a negociación.